Enrique Olivares Santana: el hombre del siglo en Aguascalientes

Enrique Olivares Santana: el hombre del siglo en Aguascalientes

[bctt tweet=»“No es la cuna en que se nace la que diseña el destino del hombre, es la recia voluntad con que cada uno de nosotros nazca y la inteligencia con que se sepa desenvolver en la vida.” -EOS-» username=»crisolhoy»]

Octavio paz decía que del poder puede esperarse poco bien y mucho mal, en la década de 1950 era normal que la mayoría de los habitantes de este país coincidieran en dicha afirmación, múltiples eran los casos de servidores públicos en los cuales detrás de su gran fortuna; existía también una enorme presunción de anomalías para conseguirla, con esta constante en Aguascalientes, la probabilidad de que emanara una figura que prevaleciera por años; se pensaba casi imposible.

A pesar de ello, la vida del Profesor Enrique Olivares Santana resultó totalmente contraria al comportamiento político de aquellos años, un hombre de cuna humilde que logró: sobresalir en todos los niveles, forjador de infinidad de profesionales y políticos que serían necesarios para la transformación de su entidad y vitales para la nación. Lo sobreviven aún, por afecto y fidelidad quienes lo conocieron y fueron testigos de su capacidad y de su extensa bitácora de vida.

Nacido el 22 de Agosto de 1920 en el Ejido de San Luis de Letras, Rincón de Romos, Aguascalientes. En su juventud en carne propia conocería la carencia y la desigualdad, pasando incluso por el peso de la injusticia. No existe mejor fuente de cambio que aquella en la cual no sólo se conocen las causas superficiales, sino en la que además se es víctima de las consecuencias reales. Para el país dos problemas resonaban con mayor notoriedad: la pobreza y el analfabetismo, mismas condiciones de desigualdad que provocarían en Olivares Santana, el interés por combatir ambos problemas.

Egresaría de la Normal Rural “Matías Ramos Santos” de San Marcos Zacatecas, donde abrevaría su sólida formación liberal, nacionalista y revolucionaria; adalid que el país necesitaba en aquel entonces. Para atender el tema de la ignorancia, con dieciséis años de edad, encontró el camino de la docencia reconociendo su figura en el desarrollo cognitivo y social de su propia gente.

Luego de una abnegada entrega personal como maestro rural, escalaría poco a poco como director de escuelas e inspector, hasta posicionarse como un líder referente del magisterio en esa época. Con ese ímpetu, su calidad humana e intelectual lo llevarían a relacionarse en el ámbito político, ingresando en los años 50´s al Congreso Estatal como diputado local, en 1952 fue líder del SNTE, en 1955 sería Presidente del comité del PRI en Aguascalientes y del Consejo Estatal de Planeación Económica de la campaña del entonces, candidato a la Presidencia de la República Adolfo López Mateos. De 1958 a 1961 ocuparía un curul en la cámara de diputados. Gracias a su dinamismo y eficiencia resultó ser el candidato idóneo para la gubernatura de su Estado, siendo electo durante el periodo de 1962 a 1968. Como gobernador apuntaló las bases para el crecimiento y desarrollo que tiene actualmente Aguascalientes.

Faltando seis meses para terminar su periodo, recibió el reconocimiento a su destacada labor política con el cargo de Secretario General del C.E.N. del PRI. Siendo un cargo importante en su carrera política nacional.

En el sexenio de Luis Echeverría Álvarez sería Presidente de la Gran Comisión del Senado de la República, donde pronunciaría uno de los discursos más rememorados en presencia de Salvador Allende en la sesión conjunta con la H. Cámara de diputados el 24 de noviembre de 1972. De 1976-1982 se desempeñaría como Director de Banobras y posteriormente Secretario de Gobernación en la administración de José López Portillo. El profesor era un hombre suave, pero firme, con mano de hierro en guante de seda, poco se le veía, pero definitivamente se le sentía; cualidades necesarias para el responsable de la política interior del país.

La habilidad de generar acuerdos conduciría su camino hacia la diplomacia, fruto de una experiencia diaria de inteligencia y superación en el correcto ejercicio del poder. Siendo nombrado en 1985 embajador en Cuba, generando desde el primer momento, una conexión especial con su amigo íntimo Fidel Castro, más tarde el Gobierno de México le otorgaría la primera embajada ante la Santa Sede donde el objetivo era consolidar una relación amistosa entre ambos países, durante su permanencia en el Vaticano entablaría una respetuosa y nítida relación con el papa Juan Pablo II.

Al finalizar esta encomienda, dio por concluida su carrera política sin dejar de servir a la nación. Su apoyo continuó para las instituciones y futuros políticos que se distinguieran por el carácter, la sensatez y la humildad, valores que definían a los líderes según Olivares.

Alberto Vital Díaz en su libro “Enrique Olivares Santana: un hombre de la revolución mexicana y de la republica” lo define como ortodoxo, sí, un hombre respetuoso de las formas, de las prácticas, de los contenidos y los tiempos; dando como resultado un ortodoxo peculiar, digno de admiración y merecedor de un perenne reconocimiento.

Con más de cincuenta años en la vida pública, el Profesor jamás abandonó sus orígenes y tampoco permitió que los títulos transformaran su esencia, con una edad ya avanzada pasó sus últimos días en compañía de sus seres queridos, falleciendo finalmente el 18 de marzo de 2004 en la Ciudad de México, año en el que dejaría este mundo, uno de los pocos políticos mexicanos a quienes el respetuoso «Don» que les fue dado en vida sobrevivió a la muerte; ese era Don Enrique Olivares Santana.

Es gratificante que en la historia política de México, existan personajes que realmente lograron establecer un ejemplo de excelencia en el servicio público, sin embargo sorprende en ocasiones que haya poco o nada escrito sobre ellos. En la actualidad que la democracia parece universal, estos referentes son esenciales, pues se ha vaciado de contenido, de representantes genuinos y trascendentales, así de austero e ineficaz se vislumbra el entorno político. El alejamiento de las convicciones y la preparación, denotan la poca entereza con la que algunos mandatarios del país se conducen en sus funciones.

Para quienes somos consanguíneos del profesor, si en algún lugar nos observa, no sé si le gustaría la cosecha, pero el hecho es que todos los miembros de una u otra forma, desde diversas trincheras y ópticas distintas, seguimos sus pasos, los mismos que lo llevaron a convertirse en el “hombre del siglo en Aguascalientes”.

Bibliografía:

Vital Díaz Alberto, Enrique Olivares Santana: Un hombre de la revolución y de la república, Editorial UAA, 2006

Krauze, Enrique, Biografía del Poder, Tusquets edición 2013

Carlos Sinoe Rodríguez Medina

Joven políticamente apasionado, intelectualmente productivo. Estudiante de Derecho en la Escuela Bancaria y Comercial Aguascalientes

Carlos Sinoe Rodríguez Medina

Joven políticamente apasionado, intelectualmente productivo. Estudiante de Derecho en la Escuela Bancaria y Comercial Aguascalientes

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