Felices Fiestas
[bctt tweet=»Ahora entiendo cuando me decían que llega un momento en la vida en que las fechas especiales se convierten en fechas que dejan de ser tuyas…» username=»crisolhoy»]
Durante muchos años tuve varios motivos para odiar estas fechas.
Déjeme contarle a usted algo estimado lector.
Ayer descubrí algo.
Siempre descubro cosas claro, en eso me la vivo… pero esta vez es significativo por varias cuestiones.
Las fechas navideñas siempre han sido fechas para mí, en lo absoluto aterradoras.
Tengo que confesar que para ser exactos las últimas 41 natividades han sido realmente aterradoras. (Desde que tengo memoria)
Y más aterradoras los últimos 7 años a partir de que falleció mi padre en tan lamentable accidente.
No puedo negar que tuve mis momentos en los que no fue precisamente aterrador; si no que pasaron con cierta objetividad de intentar estar tranquilo.
Pero no dejaban de ser fechas hartantes y realmente fastidiosas.
Para que usted tenga una idea: Halloween para mí siempre ha sido más divertido.
No entraré en más detalles del por qué.
Pero créamelo: Es increíble lo que es capaz de hacer en el sentimiento de las personas estas fechas… Cuando tienes un motivo.
Durante muchos años tuve varios motivos para odiar estas fechas.
Ver gente que no tiene que comer, ver gente durmiendo en las calles, desilusiones en mi niñez, la muerte de mis abuelos, la muerte de mi padre, y otras cosas fuertes que prefiero omitir en esta columna… Y la mayoría sucedieron en un 25 de diciembre.
Pero entre mis múltiples descubrimientos, (recuerde usted que tengo la capacidad de descubrimiento de un niño. Bendito asperger… mi mejor tormento, mi peor tormento y mi mejor virtud.)
Me la paso descubriendo olores, imágenes, sonidos, y sentimientos que llegan por si solos; que han estado ahí antes, pero nunca los voltee a ver, porque simplemente no me interesaban o pasaban desapercibidos a la complejidad de mi mente.
Ayer me sumergí en un mundo que había pasado desapercibido para mí durante muchos años.
Caras que iban y venían en un paso rápido, mientras observaba con detenimiento luces que prendían y apagaban en un vaivén que simulaba una constelación de estrellas que parecía ser el mismo firmamento en cada ventana decorada de cada casa y de cada tienda.
Y mientras más caminaba, veía vidrios llenos de colores amarillos, rojos, azules, verdes, que eran una verdadera complejidad de colores que mi mente acomodaba de tal manera que fueran perfectos.
En determinado momento simplemente me senté a observar con cuidado.
Una pecera grande en forma de tubo, asomaba peces multicolores; que pareciera que nadaban alegremente, felices de mostrar sus colores a la gente que caminaba o se sentaba su alrededor.
Un pez león nadando en la parte inferior, que simplemente reclamaba con orgullo su territorio.
Y de verdad empecé a disfrutar lo que estaba a mí alrededor.
Empecé a reír, analizando los movimientos de cada pez, y como sus movimientos eran en intervalos de tiempo, siempre los mismos.
¿Pero por que ayer empecé a ver todas estas cosas?
Simple.
Porque descubrí que la felicidad de la persona que estaba a mi lado me hacía feliz.
Y no es que yo este basando mi felicidad en otra persona.
Si no que realmente me hace feliz que cierta persona esté viviendo cosas que yo jamás pude vivir.
Estaba viviendo, escuchando y sintiendo todo lo que hacía, tocaba y hablaba.
Ahora entiendo cuando me decían que llega un momento en la vida en que las fechas especiales se convierten en fechas que dejan de ser tuyas… y las disfrutas cuando dejan de ser tuyas; porque ahora son de alguien más; pero las disfrutas como si fueran tuyas.
¿Le ha pasado a usted amable lector?
Espero que si… porque cuando aprendemos en la vida la premisa básica de: “Si no vives para servir, no sirves para vivir”, entendemos que básicamente el servir es una llave mágica que solo se entrega cuando quieres y te nace.
Ayer hice mil cosas en el día.
Y créamelo amable lector: como lo disfruté.
Cuando haces las cosas con un afán genuino de hacerlas porque te nace, es cuando se abren portales mágicos que te llevan a tener una satisfacción que realmente no habrías podido tener de otra manera.
No son las fechas… no es lo que tu pensabas, no es lo que te aterrorizaba.
Es lo que ahora ves en los zapatos color rojo tinto, que caminan adelante de ti.
Y solo aprendes, que si en fechas especiales, no puedes seguir tu propio camino…. Siempre hay la opción de seguir los pasos de la persona que camina adelante de ti.
Y dejar que te guie. Y dejar que te lleve a un mundo que quizás no conocías.
Conocer su mundo, desde su perspectiva.
Conocer su mundo, en sus zapatos.
Conocer su espacio y su entorno.
Porque para mí, ayer fue uno de los mejores días del año.
No puedo describir todo el entorno que envolvió el día de ayer… solo que al final del día, ir manejando bajo la luz de la luna, después de un día bastante ajetreado; viendo a un costado del parabrisas una luna llena realmente impresionante, me di cuenta que por mucho, hacer feliz a alguien que es para ti tan importante, y ver en sus ojos un “gracias” que no se dice con palabras, pero que se expresa con la mirada, es simplemente algo que no tiene precio.
Disfruta estos días, con tu familia, hermanos, hijo y primos HGZ.
La vida te tiene reservadas muchas más sorpresas en tu vida. Y te va a dar lo que mereces
Gracias HGZ, a ti en primerísimo lugar, por todo y por más. Por lo que es, por lo que sigue y por lo que viene.
Gracias a mi Padre, ese angelote que tengo en el cielo, que aun después de 7 años de morir me sigue dando lecciones… con mil defectos que tuviste, pero con 3 mil virtudes que me heredaste.
Gracias a todos los que me han seguido leyendo durante este año.
Gracias Gustavo Arturo de Alba, por seguirme dando este espacio para plasmar mis necedades.
Gracias a mis amigos, en especial a Eusebio, Luis Enrique, Juanita, que todo este año, han estado ahí en los momentos en los que más los he necesitado
Gracias mi estimado Abel Hernandez, estoy muy agradecido contigo.
Gracias a mis enemigos, que sin ustedes no podría seguir creciendo como persona.
Gracias a mi familia por todo lo que he aprendido en estos últimos 7 años.
Gracias a la Vida, que cuando más me quita, más me ha regresado y de sobra.
Gracias a todos por todo.
Después de todo efectivamente estas fechas no son las mismas cuando las sillas se van quedando vacías… solo son diferentes..
Mientras van llegando otras personas que se van sentando en otras sillas nuevas… respetando las sillas que han quedado así mismo vacías…
Felices fiestas a todos… Y si tienen oportunidad, salgan a la calle, regalen una cobija, una chamarra, a quien menos tiene.
Regalen un juguete a un niño de la calle…
Regalen un pedazo de su alma a quien lo necesita.
Somos humanos… Seamos humanos…
Namasté
Nos leemos la próxima semana.
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