Fútbol con emoción o nos vamos al VAR
El deporte del fútbol es una de las motivaciones mundiales más grandes a lo largo de la transformación competitiva. En el presente la conectividad por internet y televisión brinda la posibilidad de vivirlo cuadro por cuadro. En esta segunda década del nuevo siglo, la visibilidad de los deportes alrededor del mundo dio pauta a las renovaciones de las reglas y la revisión de las jugadas en tiempo real.
En los deportes de contacto se ha maximizado la forma de ver, juzgar y repetir jugadas con un alto grado de controversia, donde no se ve a primera vista lo que el referee vio en un ángulo poco propicio para la justicia del cotejo deportivo. La localización de cámaras, audios y personas capacitadas para evaluar en una repetición como fue ese evento y tener segundas y hasta terceras opiniones de manera colegiada.
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Afortunadamente en el Futbol llegó a FIFA un halo de inteligencia con la salida de Josep Blatter (uno de los más corruptos de los dirigentes, baste ver la asignación del Mundial de Qatar 2022) y la llegada de Gianni Infantino, quien impulsó la nueva tecnología en las ligas profesionales de Fútbol adheridas a este organismo internacional.
El hecho es que una de las aplicaciones del Video Assistant Referee (VAR) nació para dar justicia a quien parecía no merecerlo, sin embargo, a la hora nuevamente de calificar la acción deportiva se cometen otra vez errores al ser calificados por seres humanos. La imperfección de las reglas y de quien las aplica se presta para excesos, reinterpretaciones, preferencias y falencias en el campo de juego.
Con la aparición del VAR la ética no ha cambiado en casi ninguno de los jugadores, lo vemos partido a partido y por todas las ligas del mundo. Al verse observados no han cambiado ni un meñique. ¿Acaso el ánimo de ganar está por encima de las reglas? ¿la competencia está por encima del bien ser? ¿es justificable el uso de la tecnología a pesar de la espontaneidad del juego?
Ahora bien, no todo está en el campo por la disputa del balón. El cumplimiento de normas de los contratos profesionales firmados por los futbolistas, vemos clausulas donde se determina la responsabilidad y reputación de cada jugador para delimitarse conforme a los códigos de buena conducta y mejores prácticas, dentro y fuera de la cancha. Además de lo anterior, las marcas patrocinadoras incitarán al buen comportamiento del atleta para no mancillar su imagen publicitaria, es decir, el compromiso no sólo es con el equipo, es con el Club, las empresas y la afición a la cual se deben.
Ahora bien, no siempre se actúa de forma racional en un deporte y menos en uno de contacto como el Fútbol. Aquí también se da lugar a la emoción, instinto y extremos en el área de juego. Hoy el VAR “soluciona” parte de esos comportamientos, además prevé sanciones para el árbitro, cuerpo técnico y personal relacionado con los estadios.
En suma, la tecnología hace bien, aunque pare el juego, detenga la emoción y quite la alegría de algunos cuantos goles festejados a lo grande.
