LA DEBILIDAD DE LA OPOSICION parte III

LA DEBILIDAD DE LA OPOSICION parte III

Desde mi punto de vista el deterioro del sistema de partidos en México empieza cuando se asignan grandes cantidades de dinero para financiamiento de las actividades políticas de los partidos.

Los partidos empezaron a manejar grandes cantidades de recursos equiparables a los de un municipio o ciudad importante sin que su proceso de rendición de cuentas fuera medianamente aceptable en comparación a otra entidades que igualmente manejaban dinero público.

En ese momento se convirtieron en una agencia de colocaciones y en un botín a disputar por la inmensa cantidad de recursos que tendrían a su disposición.

Temas como el trabajo voluntario, la aportación de la base militante al financiamiento del partido, la discusión ideológica, la revisión de los principios del partido, las líneas programáticas y su compromiso con los sectores a los que pretenden representar, se convirtieron en una preocupación menor y secundaria porque los objetivos principales se centraban en obtener el control del partido y disponer de cantidades importantes de dinero y de posiciones políticas en las Cámaras y Ayuntamientos.

El grupo político que llegaba a controlar el partido, lejos de hacer presencia con planteamientos que dieran respuesta a los problemas ciudadanos, se dedicó a cooptar a los órganos de decisión y electivos del partido y a garantizar la lealtad y los votos a cambio de posiciones y favores al grupo predominante.

Los procesos de control al interior de los distintos órganos del partido se fueron incrementando paulatinamente hasta ir ahogando las discusiones y la democracia interna, incluso en aquellos que tenían una historia democrática a lo largo de su vida política.

Este proceso de control se volvió la actividad predominante en los distintos grupos dentro de todos los partidos, los liderazgos y representantes populares respondían a los mandatos de su grupo político y no al ciudadano que es quien le otorga el voto.

Estos liderazgos que en una buena parte cargan con el descrédito y una fama deshonesta, hoy quieren pedir el voto a ese ciudadano que abandonaron hace tiempo. Esta desesperanza no es buena consejera a la hora de elegir representantes porque el voto se da a partir de resentimiento y enojo.

Puede llegar el menos calificado e incapaz con un discurso que les recuerde esta historia, y seguro será votado y ganará, aunque el costo político y social sea muy alto.

Norma González

Socióloga, docente de corazón, activista de profesión. Militante de izquierda: promotora de la inclusión de la mujer y los derechos de género.

Norma González

Socióloga, docente de corazón, activista de profesión. Militante de izquierda: promotora de la inclusión de la mujer y los derechos de género.

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