Ley mordaza y el derecho divino para legislar
«Llama la atención que integrantes de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos, los encargados de la protección de los derechos fundamentales de todas y todos, sean los más interesados en despojarnos de nuestros derechos y pretendan tener una sociedad no solo sumisa, sino también callada; amordazada.»
— Antonio Beltrán Rodríguez
El oscurantismo fue el periodo durante el cual los poderes fácticos bloquearon todo intento por descubrir o difundir el conocimiento, la razón y la cultura. Entonces, todo lo que dictaran la Corona y el Clero, poseedores absolutos de interpretar los mandatos divinos, era ley absoluta y no admitía reflexión en contrario.
Existen una serie de derechos de corte progresista que han sido bloqueados activamente por el Poder Legislativo de Aguascalientes, por mero capricho; uno de ellos, el matrimonio igualitario, fue rechazado por la Comisión Legislativa de Derechos Humanos, la semana pasada.
Aun cuando la SCJN reiteradamente le ha indicado al Congreso que mantener el matrimonio igualitario sin legislar es violatorio de derechos fundamentales, poco les importó a los integrantes de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos Quique Galo y Nancy Macías, quienes, sin dar explicación al respecto, votaron en contra de la Iniciativa.
No conforme con ello, esta semana trascendió que el mismo diputado Quique Galo, presentó una Iniciativa de Ley mordaza, con la cual pretende regular las manifestaciones sociales, que no es más que una forma elegante de criminalizar la protesta social; la propuesta es tan absurda que otorga la facultad a la policía de disolver o impedir cualquier manifestación que atente contra las “buenas costumbres” ¿y qué es una buena costumbre? Y aún más importante ¿a juicio de quién? Arbitrariedad pura, servida en frío para usted, amado súbdito… ¡perdón! Ciudadano.
Llama la atención que integrantes de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos, los encargados de la protección de los derechos fundamentales de todas y todos, sean los más interesados en despojarnos de nuestros derechos y pretendan tener una sociedad no solo sumisa, sino también callada; amordazada.
Por favor, avísenles a los diputados que estos derechos tardaron siglos en reconocerse y costaron mucha sangre, para que cualquiera, por causa de su ignorancia o por mera malicia, pretenda borrarlos de un plumazo. Tanto presupuesto para pagar asesores y los diputados no tienen quién les diga que las manifestaciones sociales son un derecho fundamental y reconocido en la Constitución; que su Ley mordaza es inconstitucional.
Hoy, muy a su pesar y aún en contra de las creencias de algunos diputados, el derecho de gobernar por mandato divino se encuentra ampliamente superado y los representantes populares están obligados a dar cuenta de lo que hacen; por eso se les demanda que, cualquiera que sea el sentido de su voto acerca de cualquier Iniciativa Legislativa, nos den a los ciudadanos los argumentos que sustenten su voto; es exactamente por actos arbitrarios como este, que la protesta social es tan necesaria, porque algunos diputados piensan que pueden atropellar nuestros derechos cuando y como les plazca.
Apostilla: Da pena ajena el manejo de imagen pública de muchos legisladores, pues mientras mantienen aspiraciones muy elevadas, a la par, no paran de minarlas ellos mismos ¿alguien les habrá explicado que hay que estar, o al menos parecer que se está, del lado de la ciudadanía, para poder pedirle después el voto?
