LOS REVUELTAS: La voz del arte
[bctt tweet=»El apellido Revueltas está lejos de terminar. Tres de los descendientes de José Revueltas destacan en la música de manera importante: Olivia como pianista, Román como violinista y director de orquesta, y Julio, su nieto, como guitarrista. » username=»crisolhoy»]
México ha conocido muchas familias en las que varios de sus miembros han logrado sobresalir en diversas actividades artísticas; así tenemos a la familia Díaz Pavía, de la cual los hermanos Fernando, Domingo, Andrés, Mercedes y Julián son recordados como grandes actores, aunque trocaron el apellido Díaz, por el segundo apellido de su madre: Soler. También en el medio artístico, pero en la comedia, tenemos a los hermanos Germán, Ramón, Antonio y Manuel, todos de apellido Valdés, pero con sobrenombres distintos: Tin Tán, Don Ramón, El Ratón y El Loco.
En el arte musical brillaron en la segunda mitad del siglo pasado Los Hermanos Zavala. 13 hermanos, todos con un talento desbordante que lo mismo cantaban, que bailaban, y el que menos, tocaba dos instrumentos.
Pero hubo una familia que puso el nombre de México muy en alto en las llamadas Bellas Artes, tan diferentes como música, pintura, literatura, cine, etc. Y de hecho, lo hicieron en grande; los hermanos Revueltas Sánchez: Silvestre, Fermín, Consuelo, José, y Rosaura.
Hacia finales del S. XIX, contrajeron matrimonio José Revueltas Gutiérrez y Romana Sánchez Arias, en el Estado de Durango, concretamente en Santiago Papasquiaro, donde nacería el primogénito: Silvestre el 31 de diciembre de 1899, sin duda el más famoso y conocido de todos ellos. Violinista, director de orquesta y compositor; para algunos, el más importante compositor latinoamericano del Siglo XX. A él debemos algunas de las mejores partituras del cine mexicano de oro, incluso fueron no pocas las ocasiones en que su música es mejor que la película que musicaliza, por ejemplo La noche de los Mayas, que siendo hoy día una pieza de culto, la película en sí está poco menos que olvidada. Su música sonó en cintas como Redes (1936), la mencionada La noche de los mayas (1939), Que viene mi marido, El signo de la muerte, Y aún tuvo un breve asomo a la actuación al aparecer en la película Vámonos con Pancho Villa, en 1935, película para la cual también hizo la música. En ella aparece Silvestre tocando el piano bajo un rótulo que reza: “Se suplica no tirarle al pianista” Su obra más conocida es “Sensemayá”, poema sinfónico compuesto sobre un poema de Nicolás Guillén, pero también se escuchan con bastante frecuencia en las salas de concierto otras de sus obras como Janitzio, Cuauhnáhuac, su ballet La coronela, Homenaje a García Lorca, Danza geométrica, Ventanas, Esquinas, etc., y mucha música de cámara. Uno de sus amigos de parrandas, a las que era muy afecto el maestro, dijo en su momento que no se explicaba a qué hora trabajaba en sus obras, puesto que siempre andaban de juerga y de repente se aparecía con una obra nueva. Murió a causa de una neumonía el 5 de octubre de 1940. Sepultado en principio en el panteón francés, fue exhumado y llevado a la Rotonda de los Hombres Ilustres, en 1976. (Por entonces ese era su nombre; hoy rebautizado el espacio como Rotonda de las Personas Ilustres, por aquello del feminismo).
El 7 de julio de 1901, recién estrenado el siglo XX, nace Fermín Revueltas, quien elegiría el pincel como su instrumento de expresión. Junto con su hermano Silvestre, Fermín viaja a Chicago en 1918 para perfeccionarse, ambos, en sus quehaceres artísticos, cosa que consiguen además de un gusto por el alcohol, que a fin de cuentas será la perdición de ambos.
Fermín Revueltas, dibujante, muralista, pintor y vitralista. Aunque no es mencionado junto a los nombres de Siqueiros, Orozco y Rivera, fue uno de los iniciadores del movimiento muralista mexicano, al que luego se uniría Rufino Tamayo. En la Escuela Nacional Preparatoria, puede verse uno de sus trabajos murales: Alegoría de la Virgen de Guadalupe.
Sus obras van del impresionismo a la viñeta constructivista, o del cubofuturismo al grabado sobre madera, sin dejar de lado la paisajística urbana, pero la mayoría de sus vitrales y murales han desaparecido, o bien quedaron inconclusos dada su prematura muerte, el 9 de septiembre de 1935, con escasos 34 años de edad, víctima de un ataque cardíaco.
Pero no fue Fermín el único de los hermanos Revueltas Sánchez que figuraron en la pintura; hizo lo propio Consuelo, nacida en 1909, si bien su carrera fue tardía, llegó incluso a exponer en el Palacio de las Bellas Artes, en la capital mexicana. Su obra pictórica es definida como “naif”, es decir pintura de más o menos buena calidad, pero realizada por pintores no profesionales; aficionados, pues, porque, en efecto, Consuelo Revueltas nunca tomó clases en forma.
Consuelo Revueltas muere en 1990.
La siguiente en la lista es Rosaura, que vino al mundo en Lerdo, Durango, el 6 de agosto de 1910, apenas unos días antes de que estallara la Revolución Mexicana. Rosaura se destacó como Actriz de cine y teatro, bailarina y como escritora. En cine su papel más memorable es en la película La sal de la tierra, de 1954.
Pero antes, en 1949 tuvo su primer estelar en la película Pancho Villa vuelve. Después vinieron Un día de vida, por la cual fue premiada, y en 1950 trabajó al lado de Pedro Infante en Islas Marías. Obtuvo un Premio Ariel por su trabajo en la película El rebozo de Soledad, en 1952, y luego otras actuaciones más, hasta 1977 en que filma su última película: Mina, viento de libertad.
Son numerosas sus actuaciones teatrales en México, USA, Cuba y Alemania. En 1957, fue invitada a integrarse a la compañía Berliner Ensemble, de Bertolt Brecht, hasta 1958. Ha sido la única mexicana que ha trabajado en esta compañía teatral tan prestigiosa. En 1960 fue invitada a Cuba a dar clases de actuación y a participar en obras de Brecht. Decir que Rosaura fue una activista política de izquierda, sobra; ella, como todos sus hermanos, lo fueron siempre.
Rosaura Revueltas, retirada desde 1977 como ya se dijo, murió víctima de cáncer de pulmón en su casa de Cuernavaca, el 20 de abril de 1996. Como escritora publicó en 1979 el libro: Los Revueltas: biografía de una familia. Luego publicó las memorias de su hermano Silvestre, Silvestre, por él mismo. Fue Jurado en festivales de cine en Berlín y Barcelona.
José Maximiliano Revueltas, escritor, guionista y activista político de izquierda, nace en 1914, el 20 de noviembre en Durango, Durango. Cultiva eficazmente los géneros novela, cuento y ensayo, aunque también logra piezas importantes como dramaturgo.
Sus obras más importantes son Los muros de agua (1941), El luto humano (1943), Por el que recibiría el Premio Nacional de Literatura, Los días terrenales (1949), Los errores (1964) y El apando (1969) y su última novela, El material de los sueños (1974).
En 1967 obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia.
Aún sin terminar el primer año de secundaria, José Revueltas abandona los estudios formales para, en forma autodidacta, aprender el oficio de escritor en la Biblioteca Nacional.
En 1929 se inicia su activismo político cuando participa en un mitin en el zócalo de la capital del país. Es apresado y pasa seis meses en la correccional, de la cual salió bajo fianza. Pero no sería éste el único episodio carcelero en su vida; en 1932 estuvo en las Islas Marías de julio a noviembre, para volver en 1934 por organizar una huelga de peones agrícolas en Nuevo León, y permanecería en ahí hasta febrero del año siguiente. Pero sin duda el encarcelamiento más importante fue el que le impuso el régimen de Díaz Ordaz, quien lo acusaba de ser el cerebro del Movimiento Estudiantil. Luego de unos días huyendo, fue detenido en noviembre de ese ’68, enfrentando los cargos de robo, daño en propiedad ajena, sedición, asociación delictuosa, acopio de armas y homicidio. José Revueltas acepta los cargos así como el de ser el autor intelectual del movimiento, con la única finalidad de satisfacer al gobierno. Condenado a 16 años de prisión en el tristemente célebre Palacio Negro de Lecumberri, es liberado bajo palabra tras dos años de encierro.
Muere el 14 de abril de 1974.
Emilia, otra de las hermanas de la estirpe Revueltas Sánchez, fue una gran pianista que dejó la música por su matrimonio.
El apellido Revueltas está lejos de terminar. Tres de los descendientes de José Revueltas destacan en la música de manera importante: Olivia como pianista, Román como violinista y director de orquesta, y Julio, su nieto, como guitarrista.
Estas líneas están lejos de pretender ser biográficas, sobre todo cuando cada uno de los aquí mencionados puede dar para un libro entero sobre sus vidas, principalmente Silvestre, Fermín, José y Rosaura. La pretensión es únicamente la de mantener latente su obra.