“OPERACIÓN CERVEZA” (“THE GREATEST BEER RUN EVER”) – AMAZON PRIME VIDEO

Al director Peter Farrelly (“Loco Por Mary”, “Irene, Yo y Mi Otro Yo”) ya le gustó aquello de tomar historias reales y apostar por un discurso histórico que da más prestigio que sus comedias noventeras (para muestra su oscareada película “Green Book: Una Amistad Sin Fronteras” de hace 4 años) por lo que ahora nos presenta otro evento real de tintes algo descabellados llamada “Operación Cerveza”, la historia de un neoyorquino sin oficio ni beneficio con una ausencia de neuronas pero actitud de sobra llamado John “Chickie” Donohue, quien en 1967 inspirado por las constantes protestas en contra de la guerra de Vietnam a las que se opone por su ideología conservadora recalcitrante y el enlistamiento de varios de sus colegas ir hasta el país asiático para llevarles cerveza a cada uno a modo de inspiración para ellos.

En este ejercicio mal entendido de nostalgia y camaradería “Chickie” descubrirá que ésta guerra no es lo que pensaba al toparse con un vórtice caótico de desinformación, mentiras de su amado gobierno y la muerte de inocentes vietnamitas.

Demostrando que su giro dramático como efectivo actor de carácter en “Ted Bundy: Durmiendo Con El Asesino” (Berlinger, E.U., 2019) no fue chiripazo, el actor Zac Efron da una convincente interpretación en el papel principal como éste atarantado gringo que cree salirse con la suya en Vietnam y acaba padeciendo una odisea que le muestra las facetas reales del conflicto bélico acompañado de un periodista socarrón (Russell Crowe) quien simplemente no puede creer que éste individuo haya ido a éste violento epicentro en guerra tan sólo para convidarle cervezas a sus amiguetes.

Farrelly hace un trabajo casi artesanal con ésta historia basada en el libro escrito por el mismo Donohue y la perspectiva observadora y aleccionadora de la trama pudo dar un resultado mejor, pero así como quedó parece como si todo el proceso –la guerra, las explosiones, los civiles víctimas de bombazos, las atrocidades de la CIA contra vietnamitas, etc.- sólo se producen para que “Chickie” cambie su perspectiva sobre el asunto como una maniática y aparatosa moraleja a la Dickens.

De haberse centrado aún más en la psique del protagonista o expandir las capacidades dramáticas del guion la película pudo encontrar una narrativa más sólida y justificable, pero aquí sólo debemos celebrar que un neoyorquino cambia de parecer sobre una guerra que antes apoyaba tan sólo por haber expuesto el pellejo en ella, cubriendo a la cinta de un tufo moralino bastante denso.

Con todo, “Operación Cerveza” se deja ver gracias a Efron, su desparpajado rol y algunos buenos momentos realmente divertidos de la cinta, entretención producto más del azoro que produce el saber que hay gringos así de banales y desquiciados como para ir a un conflicto bélico y arriesgarlo todo para echarse una bien fría con los cuates para dotarse de un sentido de autorrealización. Igual y despierta cierta consciencia a más de un fanático de fútbol nacional sobre su estado cuasi comatoso en un sillón viendo impasible y con chela en mano la pantalla más de dos horas.