PRD ¿Patadas de ahogado?
[bctt tweet=»Ahora pretenden refundarlo y así hacer frente a la debacle a la que los condujo sus propios errores, su entreguismo, la pérdida de base ideológica de izquierda y su divorcio total con el movimiento de masas» username=»crisolhoy»]
El PRD pretende refundarse ¿pero podrá hacerlo?
Francamente espero equivocarme. No puedo desvincular al PRD incluso el de hoy, a mi vida política personal. Fue parte de mi pasado, en tanto, soy fundador de ese partido. En sus primeros años fui regidor en el municipio de Aguascalientes, consejero nacional, integrante del aparato del CEN en Organización y Formación Política, además de presidente estatal. Ahí milité veinte años, hasta que se fue sesgando hacia el centro, convirtiéndose en más social demócrata que de izquierda y en un satélite del sistema. Yo, formado en el Partido Comunista nada tenía que hacer ahí, aunque su registro proviniese de ese partido histórico.
Ahora pretenden refundarlo y así hacer frente a la debacle a la que los condujo sus propios errores, su entreguismo, la pérdida de base ideológica de izquierda y su divorcio total con el movimiento de masas, lo cual quedó castigado por el electorado el pasado primero de julio. Pero la propuesta de refundación está planteada desde la década pasada, tiempo de crisis interna, sí, pero que si posibilitaría una transformación real. Hoy no creo que se pueda.
Con estas reiteradas manifestaciones y similares resultados, salvo que el su hundimiento es mayor, al grado que creo que ya tocaron piso, presumiblemente han llegado a la conclusión de recomponer lo perdido, pero hasta ahora no han dejado claro cómo y qué harán, salvo el cambio de nombre. Esto me hace recordar la archiconocida frase de Einstein: “no se puede pretender cambiar las cosas, cuando siempre se hace lo mismo”. Y esto me hace recordar otra frase mucho más ruda, pero que se adecua muy bien a la situación actual del PRD. Dice: “la medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar”.
Que cada quien le de las lecturas que sean convenientes, lo real es que el PRD ha tenido sobradamente la oportunidad de cambiar su camino torcido e inclinado hacia un lado distinto al que le dio origen, pero no lo ha podido resolver, porque no llegan a la raíz del problema, sólo recurren a medidas paliativas. Es como el alcohólico, no acepta que lo es y así no puede salir del problema de adicción.
Desde mi punto de vista, si realmente quiere refundarse el PRD debe cambiar o definirse realmente en tres aspectos: primero, en lo político e ideológico, salvo excepciones, la izquierda socialista lo ha abandonado, aunque los Chuchos se manifiesten ser como “izquierda moderna y responsable”, en realidad corresponde a una propuesta más socialdemócrata, ni siquiera llegando a ser un PST reciclado. En todo caso su definición los ubicaría más en el espacio que ocupa el PRI o incluso Movimiento Ciudadano, pero así no serían una opción para aquellos que su corazón late a la izquierda.
Segundo, unir la ética con la política. No es cuestión menor, en los últimos años el PRD se degradó mucho, pervirtiendo el quehacer político hasta niveles intolerables para la gente. El caso de Mauricio Toledo, mejor conocido como El Tomate se convirtió icónico, donde la corrupción y las acciones gansteriles han ido de la mano. Hoy podemos encontrar dirigentes de ese partido que, proviniendo de familias de trabajadores de vida modesta, ahora se han enriquecido, sin que su vida política lo explique justificada y dignamente.
Tercero, hacer desaparecer realmente a los grupos de presión o tribus, que mucho daño le hicieron a ese partido, pervirtiendo el sentido democrático con el cual nació el PRD, para convertirse en botín de unos cuantos, a partir del reparto de posiciones en las direcciones partidarias, representaciones populares y de gobierno.
Sin embargo, el anuncio hecho por ellos mismos tiene mucho de escenografía, cuando se dan manifestaciones más ligadas a una institución autoritaria y no de izquierda, como sucede con la situación de los 145 trabajadores de base, a los cuales se pretende liquidar, no obstante que sigan manteniendo en la nómina a aviadores que devengan muy buenos salarios.
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No hay consecuencia, tampoco visos de real autocrítica, así, lo único que suena o deja verse es que readecuarán su endeble estructura, pero no cambiarán la esencia y por lo mismo, no solucionarían la crisis que así, seguirá insalvable. Así, curiosamente el único punto que podrían adoptar en su “refundación” sería el primero, el resto, sólo encontraríamos manifestaciones de dientes para afuera.
Pero como dije: espero equivocarme…
