Sistema de cuidados y participación económica de la mujer

Sistema de cuidados y participación económica de la mujer

En la última década, la participación económica de las mujeres en México aumentó de 43% a 46%, según el INEGI. Esta cifra está por debajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la cual alcanza el 67%.

La participación económica de las mujeres por estado es menor en Chiapas, Tabasco y Zacatecas (del 30 al 41%) que, en Baja California Sur, Colima y la CDMX (del 55 al 58%); Nuevo León y Querétaro ya están en 48% y Aguascalientes, con Guanajuato y San Luis Potosí se encuentran entre el 46% y 47% de participación femenina.

¿Cuál es el potencial de crecimiento económico si se incrementa la participación de las mujeres en el mercado laboral del año 2025 al 2035?

Curiosamente estados como Jalisco y Nuevo León serían de los más favorecidos en crecimiento económico si alcanzaran el 67% de participación de la OCDE dentro de diez años con 84% y 113% de incremento. Guanajuato crecería menos: un 64%. San Luis Potosí y Aguascalientes andarían entre el 19% y el 22%, eso sí, con cifras superiores al 16% de Zacatecas.

Al incorporar más mujeres a la fuerza laboral, se aprovecha el talento y la innovación, lo que potencia la competitividad y el crecimiento económico del país. 

Ahora bien, de no diseñar estrategias oportunas para acelerar la incorporación de más mujeres, a México le tomaría 56 años alcanzar la tasa de participación económica que hoy tienen los países de la OCDE. Para poder lograrlo, se hace necesario contar con un Sistema Nacional de Cuidados.

Un Sistema Nacional de Cuidados SNC, es un conjunto de políticas y servicios públicos que buscan organizar y garantizar el cuidado de las personas dependientes, reconociendo que las tareas de cuidado históricamente recaen en las mujeres y limitan su participación en el mercado laboral. 

Para que un SNC sea efectivo, necesita la participación femenina y comunitaria porque estas comunidades conocen de cerca las necesidades locales y pueden ayudar a diseñar servicios más adecuados, además de impulsar la labor de las cuidadoras y generar empleo, fortaleciendo así la igualdad y la movilidad social. 

La participación femenina y comunitaria es fundamental para el SNC

  • Reconocimiento y redistribución del trabajo no remunerado:

Las mujeres realizan la mayor parte de las tareas de cuidado, y un SNC busca visibilizar y redistribuir estas labores, de manera que los costos se socialicen y las mujeres puedan tener mayores oportunidades laborales.

  • Diseño de servicios accesibles y pertinentes:

Las comunidades, y en particular las mujeres que ya son cuidadoras, tienen un conocimiento profundo de las necesidades locales y pueden contribuir a diseñar servicios de cuidado que sean más efectivos y adecuados a la realidad de cada territorio. 

  • Generación de empleo y desarrollo económico:

La creación de un SNC puede generar empleos directos e indirectos en el sector de cuidados, lo que impulsa la economía y eleva la participación laboral femenina. 

  • Promoción de la igualdad de género:

Un SNC busca transformar la organización social del cuidado, entendida como un derecho universal, y quebrando con la visión del cuidado como un asunto privado y responsabilidad exclusiva de los hogares y las mujeres. 

  • Enfoque integral:

La implementación de un SNC debe considerar las diversas necesidades de quienes requieren cuidado (niños, personas mayores, personas con discapacidad) y los desafíos específicos que enfrentan las mujeres y las comunidades en cada región. 

Para que un SNC ayude para que la participación económica de la mujer sea efectiva, se requiere:

  • Presupuesto robusto
  • Infraestructura existente
  • Acciones políticas concretas
  • Redistribución de la carga
  • Acceso al mercado laboral
  • Autonomía económica 

Elementos Clave para un Sistema Nacional de Cuidados Efectivo

  • Servicios públicos:

Creación y ampliación de servicios como guarderías y centros de atención para personas mayores, que funcionen como redes de apoyo público. 

  • Marco legal y políticas:

Implementación de licencias parentales remuneradas y de obligatorias para promover la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en el cuidado. 

  • Profesionalización y reconocimiento:

Fomentar la formación y el reconocimiento del trabajo de cuidado, tanto remunerado como no remunerado, para dignificarlo y mejorar las condiciones de las personas cuidadoras. 

  • Inversión:

Se requiere una inversión pública y privada significativa para que el sistema tenga la cobertura y el alcance necesarios para atender las diversas necesidades de cuidado. 

Un Sistema Nacional de Cuidados es crucial para la participación femenina en la economía porque reduce la carga de cuidados no remunerados, que mayoritariamente recae en las mujeres, permitiéndoles acceder y permanecer en el mercado laboral, lo cual impulsa tanto su autonomía económica como el crecimiento del país. La inversión en servicios públicos de cuidado infantil y de personas mayores, licencias parentales y profesionalización de las cuidadoras son algunas de las acciones necesarias para establecer un sistema que dignifique el trabajo de cuidados y corrija la desigualdad de género. 

Eugenio Herrera Nuño

Sociólogo, Demógrafo y Bioeticista

Eugenio Herrera Nuño

Sociólogo, Demógrafo y Bioeticista

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