The Zone of Interest: la banalidad del mal en la rutina doméstica
Con The Zone of Interest, Jonathan Glazer entrega una de las películas más perturbadoras y relevantes de los últimos años. Inspirada en la novela de Martin Amis, la cinta se instala en los márgenes del Holocausto, no desde la mirada de las víctimas, sino desde la cotidianidad de los victimarios. La cámara observa con frialdad quirúrgica la vida familiar de Rudolf Höss, comandante de Auschwitz, y de su esposa, que diseñan su hogar ideal a unos pasos del campo de exterminio.
La gran fuerza de la película está en su contraste: mientras el jardín florece y los niños juegan, al otro lado de los muros ocurre el horror más inhumano. Glazer evita el golpe bajo o la imagen explícita; su apuesta es el silencio, los sonidos en fuera de campo, la normalidad que se vuelve insoportable. Ahí se instala la “banalidad del mal” de la que habló Hannah Arendt: la capacidad de convivir con el horror sin siquiera mirarlo.
Visualmente, la cinta es precisa y sofocante. La fotografía de Łukasz Żal —responsable también de Ida y Cold War— crea una atmósfera en la que lo luminoso se vuelve siniestro. La partitura de Mica Levi, con sonidos que se sienten más que se escuchan, acentúa la tensión hasta volverla física para el espectador.
Comparada con El Pianista de Roman Polanski, ambas películas dialogan sobre el Holocausto, aunque desde extremos opuestos: Polanski retrata la supervivencia desde la vulnerabilidad absoluta, mientras Glazer expone la comodidad y la ceguera moral de quienes estaban del lado del poder. En las dos, lo cotidiano se convierte en el vehículo más brutal para mostrar cómo se habita la tragedia.
The Zone of Interest no es una película “cómoda”. Es incómoda por diseño: obliga a mirar lo que muchos preferirían no ver y a reconocer que la violencia no siempre se manifiesta en gritos y sangre, sino también en el silencio y la indiferencia. Su éxito en festivales y premiaciones no es casualidad: se trata de una obra que renueva la forma en que el cine se acerca a la memoria histórica.
Glazer ha conseguido una pieza que no solo recuerda el Holocausto, sino que también habla al presente: de la capacidad humana para normalizar la violencia, para ignorar al otro y vivir en burbujas de comodidad mientras el mundo se desmorona. En esa vigencia radica su potencia.
Ficha técnica
- Dirección y guion: Jonathan Glazer, basado en la novela de Martin Amis
- Reparto: Sandra Hüller, Christian Friedel, Ralph Herforth, Max Beck, Marie Rosa Tietjen, Sascha Maaz, Stephanie Petrowitz, Lilli Falk
- Fotografía: Łukasz Żal
- Música: Mica Levi
- Producción: Reino Unido – Estados Unidos – Polonia, 2023
Premios destacados
- Oscar 2024: Mejor película internacional, Mejor sonido
- Festival de Cannes 2023: Gran Premio del Jurado
- BAFTA 2024: Mejor film británico, Mejor película en habla no inglesa, Mejor sonido
- Premios César 2025: Mejor film extranjero
- Premios del Cine Europeo 2023: múltiples nominaciones
- Globos de Oro 2024: nominada a Mejor película – Drama y Mejor banda sonora

