El nuevo libro de López Obrador
[bctt tweet=»“Hacia una economía moral”, me sucedió lo mismo que con la película “El crimen del padre Amaro”.» username=»crisolhoy»]
Con el reciente libro de Andrés Manuel López Obrador, “Hacia una economía moral”, me sucedió lo mismo que con la película “El crimen del padre Amaro”. Con este film se me habían abierto muchas expectativas a mi y al igual que a miles de espectadores, en gran medida, gracias al escándalo mayúsculo que había generado la alta jerarquía de la iglesia católica, que con su actitud promovió el morbo y se convirtió en un efectivo promotor de la película. Y cuando vi la película me encontré con un trabajo menor de lo que yo esperaba.
En cierto sentido lo mismo me sucedió con el libro de la autoría del Presidente de la República. Un trabajo que por difusión del propio autor, cuando salió se convirtió en el libro más comprado por internet, arrasando las ventas en las principales librerías donde había sido distribuido.
Más tardé en comprarlo que en leerlo, lo cual ocurrió el fin de semana pasada. Más que una decepción correspondió a una reiteración de dichos ya dados por López Obrador, no encontrándome elementos nuevos de lo manifestado incluso desde antes de la campaña electoral, sobre todo a partir de lo que encontramos en su libro “2018, la salida. Decadencia y renacimiento de México”, en el cual pudimos ver en gran medida lo que sería su propuesta de campaña y algunas medidas que implementaría en caso de ganar las elecciones presidenciales.
Ahora nos encontramos con un libro que no nos dice nada nuevo o en todo caso, es la reiteración de todo lo manifestado al paso de casi un año de gestión pública en las conferencias mañaneras, en las plazas públicas donde acude con regularidad o en los tres informes que ha presentado hasta el momento, esperándose un cuarto este primero de diciembre próximo.
Al principio de la lectura pensé que a lo largo del texto desarrollaría con mayor amplitud, algo que mencionó a las primeras páginas. Decía: “Los ideales de ahora son los mismos de entonces: fortalecer la democracia, reducir la pobreza y la desigualdad, erradicar la corrupción y rehacer el tejido de la moral pública. No mentir, no robar, no traicionar al pueblo, como código de conducta”.
Pero no fue así, no desarrolló estos aspectos, en todo caso los imbricó con lo que había sido su gestión en los primeros once meses de su gobierno, en tanto la última fecha registrada en alguna parte del libro es el mes de octubre. En todo caso, la utilidad del texto sería para aquellos que no han seguido en nada la trayectoria, lucha y trabajo de López Obrador. Para mí, insisto, es la reiteración de información archisabida y manejada.
Sabemos muy bien que AMLO no es de izquierda., aunque su gobierno sea progresista y autodefinido como antineoliberal. Sin embargo el libro tiene un enorme sentido político, que sin duda rompe con los grupos gobernantes anteriores y que él mismo defiende al amparo de su propuesta de cambio de régimen. Pero está profundamente desideologizado.
La mejor muestra de ello está en su consideración del origen y germen de la corrupción. Para él corresponde a una perversión degenerativa de la mafia del poder afincada en el proyecto neoliberal fracasado. No existe lucha de clases ni una concepción social derivada de esta caracterización. Por ende, la solución la deja en el campo moral, surgiendo salidas todavía no plenamente explicadas ni desarrolladas, aunque haya difundido profusamente la Cartilla Moral de Alfonso Reyes. Recordemos que está pendiente su Constitución moral o el sustento de lo que ha llamado como república amorosa.
Lo que si deja entrever es que su propuesta de país con bienestar, tiene dos ejes fundamentales: el keynesianismo y una postura cuasicristiana originaria. Y en esta conjugación de elementos podemos encontrar la razón de ser del título del libro: Hacia una economía moral. De lo primero no podemos olvidar que durante varias ocasiones López Obrador ha manifestado el mejor presidente norteamericano a Roosevelt, a quien considera el salvador de la crisis posterior al crack financiero del 29 del siglo pasado con la implementación del Estado de Bienestar, que fue lo que aplicó en su administración capitalina como política social, al igual de como ahora lo está llevando a cabo a nivel nacional, que es parte de lo que explica detalladamente en el libro.
En el segundo eje, por algo cita al escritor ruso León Tolstoi particularmente su trabajo “El reino de Dios está en vosotros” o se instaura como forma de gobierno a la fraternidad y honestidad (p. 64), con cargas más morales que políticas y aquí la diferenciación con respecto a nosotros, los comunistas.