De amor y desamor, crónica de pláticas efīmeras
Desde hace un par de días, he tenido la oportunidad de platicar con mujeres que se mueven en diferentes ámbitos de negocios, acerca de relaciones humanas.
El tema central de las conversaciones ha sido precisamente la complejidad de las relaciones humanas.
Entre otras conclusiones a las que llegué con casi todas ellas, fue la misma:
El Ser humano no está listo para que lo quieran…
Pero cosa curiosa… el ser humano cree que si sabe querer…
Baso mi afirmación, dado que he podido constatar, que nos aferramos increíblemente a una persona, cuando esta no nos quiere… pero a la persona que nos quiere y nos valora, simplemente ni la volteamos a ver.
Y esto no es casualidad amable lector… he llegado a la conclusión de que simplemente a los seres humanos nos gusta la mala vida.
Uno de los problemas, radica en que no nos damos el tiempo de conocer a alguien... simplemente idealizamos.
Creamos en nuestra mente, una imagen recargada y mejorada de una persona que conocemos superficialmente pero que realmente no conocemos a fondo.
Y así pasa, que increíblemente nos enamoramos, o creemos estar enamorados de alguien porque simplemente creamos en la mente, la personalidad de una persona que nosotros quisiéramos que fuera.
Siempre he creído que antes de poder estar formalmente con una pareja, antes de ser formalmente su pareja, debes de ser primero su amigo.
Porque de esa manera, aprendes a conocer a esa persona que deseas, con todos sus defectos y virtudes… y es así como aprendes a aceptar a tu pareja amando sus virtudes y aceptando sus defectos.
Pero, en lugar de eso, preferimos embarcarnos en relaciones tormentosas de gente que idealizamos y que de verdad no conocemos.
¿Cuantas personas conoce usted, que en este momento están atravesando por el famoso mal de amores, y que siguen aferrados a una persona que simplemente no los quiere?
Le aseguro a usted que no son pocos… pero: Que es lo que realmente nos hace a los seres humanos aferrarnos a alguien que no nos quiere?
La respuesta más poética que se me ocurre para justificar ese actuar, sería algo así:
Amo su sonrisa, amo la forma en la que me mira, amo la manera en como camina, esa mirada tan profunda que me causa tranquilidad… amo soñar con ella, y amo soñar un “para siempre juntos”
La realidad es que el ser humano siempre quiere lo que no puede tener, porque en ocasiones las personas que no dejamos ir son tóxicas, las que nos hieren día a día aunque también nos hagan sentir bien en ciertos momentos.
Y esto no significa que sean malas personas… significa que los seres humanos somos tan variados, que no podemos encajar al 100 % con el resto de los seres humanos.
Hemos vivido tantas anécdotas en nuestra vida, que simplemente nuestro actuar con las demás personas es el reflejo de vivencias pasadas que a veces hemos superado y que otras veces tampoco hemos superado.
La realidad es que “amamos” a alguien por lo bien que nos hace sentir, y por lo mal que nos hace sentir.
¿Qué sería de nuestra vida si todo fuera felicidad?
Aunque parezca increíble, los sentimientos más profundos nos los entregan aquellas personas que nos hacen batallar, porque nos hacen sentir vivos y nos hace luchar para no darnos por vencidos y seguir adelante; albergamos la esperanza de que algún día esa persona cambie.
Con el paso del tiempo me he dado cuenta que como seres humanos no cambiamos… solo evolucionamos
¿Le suena conocida esta lectura?
Y no solo pasa en la etapa de noviazgo… pasa también en los matrimonios…
Es increíble ver como parejas que rondan los 20 años de casados, se divorcian, y en su mayoría son decisiones tomadas por las mismas mujeres…
¿Esto tiene alguna explicación?
Yo diría que sí.
He platicado con amigas que han terminado sus matrimonios después de 20 años de casados y la explicación siempre ha sido la misma:
Las mujeres de 40 a 50 años que se han divorciado, están de acuerdo en que su matrimonio no era lo que esperaban… que nunca se decidieron a terminar con su matrimonio por miedo a ser reprochadas en su familia… por el miedo a vislumbrar un futuro incierto.
La realidad es que las mujeres de ese rango actual de edad, se casaron pensando en un cuento de hadas… y desgraciadamente su pareja no se supo dar cuenta que esa etapa de unión era una especie de planta… que debió de ser regada y atendida para seguir manteniendo esa ilusión viva de aquellas mujeres prácticamente ya extintas, que creían en una relación “felices por siempre” por que creyeron erróneamente que conocían a la perfección a su respectiva pareja.
A veces no es hacer sufrir a la otra persona conscientemente… basta con estar seguros erróneamente que por el hecho de que “tu pareja” está contigo, todo está bien.
O quizás basta con interpretar señales falsas como muestras de amor… que quizás nunca existió.
“Quizá por eso la adoraba más, por esa estupidez eterna de perseguir a los que nos hacen daño” Carlos Ruiz Zafón (La Sombra del Viento)
“¿Por qué no dejo de pensar en ti? Será porque ya no puedo más con tu ausencia…” Fernando Alvarez
“¿Qué puedes hacer si la persona que te hace llorar tanto es la única capaz de consolarte?”
“Querer a alguien que no te quiere es como intentar volar con una ala rota.”
Tanto hombres como mujeres, nos hemos vuelto lo suficientemente egoístas, que solo nos preocupa la actitud de nuestra pareja... pero nunca nos ha preocupado detenernos en el camino a preguntarle a nuestra pareja: Que necesitas de mi realmente?, Que puedo hacer por ti? Que quieres de mí que sea capaz de darte?
¿Cuándo fue la última vez, que usted amable lector, se dio cuenta que aquello que usted daba, era suficiente para mantener contenta, e interesada y enamorada a una persona?
Y no hablo de regalos costosos, no hablo de viajes, no hablo de cumplir con el gasto familiar… hablo verdaderamente de aquellos detalles que hacen que una persona venza el orgullo, y sea capaz de ceder sin humillarse; solo para demostrar ese inmenso cariño que se le tiene a él o a ella.
Superado ese obstáculo, resulta ser, que ahora la contraparte tiende a aprovecharse de la situación cuando como hombre demuestras cualquier signo que la mujer tome como rasgo de debilidad; y/o cuando la mujer, demuestra cualquier signo de sumisión que el hombre tome como ángulo para sentirla segura, y actuar libremente sin temor alguno al abandono.
No caer en la rutina; no dejar de lado esos pequeños detalles que hacen que cada día, se vuelvan a enamorar…
No demos por hecho que todo está bien…
Ayer una muy querida amiga, Betza, cuya madre falleció el día 13 de este mes, me comentaba algo muy cierto: Los adultos no somos conscientes… los niños si lo son…
Realmente me dejó pensando porque yo no entendía ese razonamiento… yo realmente creía al escucharla hablar, que era al revés… yo creía erróneamente que los adultos somos conscientes y los niños no lo son…
En su dolor y tristeza, mi querida amiga a las dos AM tuvo la paciencia de explicarme el porqué de su razonamiento:
“Los niños son felices… los adultos no lo son... ¿Dime entonces quien es el que ejerce verdaderamente la conciencia sobre su ser?”
Y es verdad… tenía razón:
Los niños son felices porque viven el aquí y el ahora… el adulto solo está sumido en el pasado y en el futuro… no vive el presente…
Y es el no vivir ese presente, lo que nos hace cometer los errores más tontos pero lógicos que nos hacen arrepentirnos después.
Es ese “no vivir en el ahora” lo que nos hace descuidar los pequeños detalles que hacen feliz a otra persona… porque vivimos ensimismados en problemas que no tienen solución en el preciso momento en el que estamos viviendo.
¿Se ha fijado usted con que espontaneidad llegan los niños y con una sencilla carta, una flor, un detalle, son capaces de conmoverlo a usted?
No son regalos costosos... solamente son detalles que fueronhechos al calor de un momento de demostrarle a usted cuanto lo quieren…
Tomemos consciencia y seamos niños de nuevo…
Usted hombre…. Tómela de la mano, cárguela en sus brazos, llévela a un paraje bajo la luz de la luna, encienda su radio, escoja un jazz, baile abrazándola amorosamente y suavemente mientras le susurra al oído su canción favorita…regálele una rosa, regálele todo eso que el dinero no puede comprar…
Dígale todos los días que es hermosa… sobre todo al levantarse…
Acaricie su cabello y dígale que usted la ama sin motivo y sin razón aparente.
Mírela a los ojos con esa expresión de niño embelesado.
Usted mujer… dese cuenta de la responsabilidad que cargamos los hombres a diario…
Dese cuenta que los hombres vivimos preocupados por darle todo a la familia.
Dese cuenta que los hombres vivimos intentando demostrar que somos de hierro… pero no significa que a veces seamos más susceptibles que ustedes las mujeres.
Cultive usted una amor que sea eterno… escriba en el aire cual Pablo Neruda…
No siempre podemos lograrlo… pero quizás, si fuésemos un poco más conscientes, como niños, sabríamos que regalar en el momento oportuno…
Aprenda a dar, sin esperar nada a cambio… el esperar algo de regreso, nos hace infelices y desdichados… hágalo simplemente porque le nace…
Si usted fracasó en su matrimonio o noviazgo, no se arrepienta si es que vivió y amo intensamente… De eso se trata la vida… de aprender.
Si usted se equivocó, no desespere… todo llega en su justo momento… pero aprenda de lo sucedido.
También querer es saber entregar la libertad a tiempo…
¿Entonces, al final, por que las relaciones humanas son tan complicadas?
Yo lo explicaría fácilmente:
El egoísmo, el ego, y la falta de conciencia, es la causa de la mayoría de nuestros propios males.
Analice usted su propio caso, y confiese a su propia conciencia de sus errores.
No quiero irme sin antes hacer alusión a aquella flor que me tiene atento siempre, que considero la más mística de la naturaleza, por lo que simboliza y como actúa durante su vida; que dicho sea de paso, yo he regalado solo cuando verdaderamente he estado enamorado.
¿Por qué en mis columnas a veces incluyo metáforas haciendo alusión a los girasoles?
Yo diría que simplemente esta flor y su comportamiento se ajustan perfectamente a todo aquel romanticismo que quieres explicar con palabras pero simplemente no puedes…
Y créamelo: Si usted supiera la verdadera esencia del girasol, simplemente usted quedaría maravillado del significado esotérico que hay detrás de esta flor.
La razón de que el girasol no sea considerado una flor es porque, en realidad, se trata de un conjunto de flores.
El pretexto perfecto para que usted prometa y lleve el universo en una sola flor, es tan con solo un girasol.
“Los girasoles buscan la luz del sol… Pero lo que usted ni yosabíamos, es que en días nublados, estas flores se miran unos a otros buscando la energía del otro. No se quedan inmóvilesni agachan la cabeza… sino que se quedan unidos, erguidos y hermosos mirándose… Y es que la naturaleza nos habla… nos enseña. No importa si no sale todos los días el sol, al final del día, solo nos tenemos los unos a los otros”
Ibeth: muchas gracias: te agradezco mucho las pláticas interminables donde divagamos y me has dado tema de escritura en estos días…
Simplemente tengo mucho que aprender de ti.
Nos leemos la próxima semana.