EL AÑO NUEVO EN MORENA

El 2023 será un año de pruebas para el partido oficial, pues no solo iniciará la nada fácil tarea de arrebatarle al PRI la gubernatura del estado más poblado en el país, sino que para finales de este año deberá definir quién será su abanderado rumbo a la elección presidencial del 2024.

Es morena contra morena. Con 21 estados gobernados, la elevada popularidad de López Obrador y las preferencias por partido que muestra la ciudadanía, es fácil pronosticar que morena repetirá un periodo presidencial, sea quien sea el elegido de las tres “corcholatas; el único problema que enfrenta el oficialismo es el canibalismo característico de los morenos, la posibilidad de que la lucha interna los divida más de lo que puedan soportar.

Para muestra, el regalo de año nuevo que el canciller Marcelo Ebrard le hizo el día de ayer a la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum: una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales por los espectaculares distribuidos en todo el país, con la silueta Teo González… o de Claudia Sheinbaum, no estamos seguros.

Por supuesto, una denuncia no tiene el poder de resquebrajar al partido oficial, pero los ánimos en las elecciones internas van siempre en escalada, apenas han pasado 5 días de enero y los morenos han demostrado ser los menos civilizados entre ellos. La evidente promoción de AMLO hacia Claudia, el notorio relego de Monreal de parte del Presidente y su propio partido, la percepción de un piso disparejo de parte de algunos aspirantes y los constantes golpeteos entre los propios morenistas, constituyen el caldo de cultivo para implosionar al partido y acabar de romperlo ¿por qué? Por ahora, saque usted sus conclusiones al respecto.

Apostilla: Afortunadamente para morena, la oposición está desarticulada, no existe hasta hoy un liderazgo que la aglutine y la falta de confianza entre sus dirigencias no abona ni a una mediana esperanza de triunfo; aun con ello, nada está escrito en política.