Así no Es Claudia (Parte 1)
Un principio básico para una comunicación política exitosa es la gestión. La gestión se refiere al quehacer del gobernante, aquello para lo que fue electo, más allá de la comunicación per se y las aspiraciones que esta respalda.
La comunicación política por sí sola, sin gestión de fondo, es poco efectiva. La gestión y la comunicación constituyen los pilares para sustentar cualquier proyecto político bien pensado y redituable. Se comunica gestionando y se gestiona comunicando.
¿Qué sucede cuando gestión y comunicación no están entrelazadas?
Usted puede ser un gran gobernante, incorporar en la gestión pública las mejores prácticas e implementar los programas más novedosos y efectivos, pero si la ciudadanía no se entera, la percepción sobre su gestión no mejorará ni sumará puntos a su imagen pública: lo que no se comunica, no existe.
El caso contrario: puede comunicar mucho y promocionar su imagen por todas partes, esto sin duda aumentará su nivel de conocimiento en la ciudadanía, pero si no hay sustancia en el Mensaje, su imagen será un globo de helio, que, aunque se encuentre por los cielos, será vulnerable al menor pinchazo.
Este último caso es lo que pasa con Claudia Sheinbaum. Con la campaña #EsClaudia, colocó su imagen por todo el país y su nivel de conocimiento es el más elevado entre las “corcholatas”; la ciudadanía ya sabe que “es Claudia”, pero, como consecuencia del vacío en el mensaje, no sabe para qué sirve y este vacío, acarrea muchos riesgos…