El desabasto de gasolina en Aguascalientes
[bctt tweet=»No creo en la simple conclusión que todo se debe a la falta de previsión para asegurar la dotación de la gasolina que se requiere en la entidad. » username=»crisolhoy»]
El pasado fin de semana estuve en Aguascalientes. Tuve la oportunidad de recorrer la ciudad capital por varias razones personales y ello me permitió fijarme que de la veintena de gasolineras por las que pasé, sólo una estaba parcialmente abierta, ofreciendo únicamente diésel, pero no Magna ni Premium. No creí que fuera producto del desabasto, que si ha afectado significativamente a otras entidades federativas aledañas.
No creo en la simple conclusión que todo se debe a la falta de previsión para asegurar la dotación de la gasolina que se requiere en la entidad. Hasta donde sé, hay 140 gasolineras en todo el estado y al principio del mes (como en el resto del centro de la República), el abasto afectó entre el 40 y 50% de las mismas, situación que se ha venido mejorando en los últimos días, conforme los reportes de Pemex. Aunque la percepción pudiese decirnos otra cosa, habrá que ver a qué se debe.
No hay que olvidar que Aguascalientes depende de la refinería de Salamanca para el abasto de gasolinas. Esta planta inaugurada el 30 de julio de 1950 tiene capacidad para distribuir 30 mil barriles diarios, entre gasolinas, diésel, aceite, parafina y asfalto a la entidad donde está asentada, nuestro Estado, parte de Michoacán y San Luis Potosí.
Este mismo fin de semana a que hago referencia, conforme una entrevista dada por el líder de los gasolineros en la entidad, José de Jesús López, informó que el 50 por ciento de las gasolineras están cerradas y que, los 240 mil litros que habían llegado de parte de Pemex estaban terminándose, sin saberse con certeza cuándo se pueda normalizar el abasto, aunque en lo personal percibí una proporción mayor de estaciones cerradas por completo. La declaración citada, más que colaborar a avanzar en la situación, alimenta la desazón y desconsideración de los usuarios.
Asimismo señaló que a fin de administrar mejor la cantidad de combustible que les ha llegado, se habían tomado medidas como, limitar la venta a 500 pesos por vehículo y prohibir la venta en garrafas. Sin embargo los dichos no corresponden con la percepción de la gente, especulándose si los cierres de gasolineras no son a propósito a fin de aprovecharse de la escasez y sacar tajada de ello. En todo caso esto debiera ser una tarea de Profeco para verificar el buen manejo de las estaciones de servicio.
Por otra parte, que cínicos son los gasolineros, los cuales se jactan al decir que, aún el desabasto no han despedido trabajadores de las estaciones de servicio, cuando sabemos que en prácticamente todas, quienes ahí laboran no tienen salario, viven de las propinas y del porcentaje de los aceites que los dueños les hacen vender. Para estos es puro ganar, ganar. En todo caso quienes deben estar preocupados son los trabajadores si siguen cerradas las estaciones de servicio.
Mencionan además los gasolineros que en este periodo debido al desabasto, se han perdido 57 millones de pesos aproximadamente, no obstante a su presunta administración racionalizada del combustible que si les ha podido dotar, calculado en alrededor de diez mil barriles de magna y Premium, aunque se requiera una mayor cantidad.
Mejor actitud se ha visto por parte de los consumidores, los cuales han adoptado una conducta de mayor comprensión y participación con el combate frontal contra el robo de combustible, a partir de buscar mayor racionalidad en el uso de su vehículo y de dotación para el mismo. Saben que todos tendríamos que dar nuestro aporte en la liquidación del huachicoleo y la corrupción en Pemex.
En este sentido habría que esperar, cuantas de las estaciones de servicio que hay en la entidad, compraban combustible a entidades fuera de la ley, afectando la economía nacional por esta acción, alimentando una espiral de corrupción que ahora nos hemos dado cuenta que no tenía límite.
Conforme avanza el tiempo y se destapa más la cloaca, mayores son las muestras de corrupción que se daban en Pemex o alrededor de la paraestatal, punto que tendría que valorarse en conjunto, no es sólo la consideración de qué efectos está provocando el desabasto, sino cuál fue la fuente originaria real del problema.
En la conferencia de prensa mañanera de este miércoles 30 de enero, dada por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunció que el abasto prácticamente se había resuelto, que dando sólo problemas en Jalisco, Guanajuato y Querétaro. En ningún momento se refirió a Aguascalientes. Mejor sería que las autoridades locales vigilen el buen funcionamiento de las gasolineras y la actuación responsable y colaboradora de sus dueños. Si no, se tendría que actuar en consecuencia.