EL INE CONTRA AMLO
[bctt tweet=»Quién puede creer en la seriedad y respeto de la institucionalidad y la ley por parte del INE, cuando fue el primero que se opuso a que sus funcionarios ganaran menos que el Presidente de la República» username=»crisolhoy»]
Quién puede creer en la seriedad y respeto de la institucionalidad y la ley por parte del INE, cuando fue el primero que se opuso a que sus funcionarios ganaran menos que el Presidente de la República, sin importarles cuál es el ingreso medio del mexicano. ¡Por lo menos, yo no!
La actitud cuenta mucho, es fundamental para mantener la credibilidad. Por tanto no creo en los consejeros electorales, ni en su presunta imparcialidad o la correcta y responsable ejecución de sus funciones. Con sus acciones han pervertido el real carácter ciudadano de sus cargos y puesto en duda la validez del mismo, además del resto de instituciones del Estado mexicano.
Por lo menos, inusual me parece que la actual cúpula del INE, se haya convertido en celoso vigilante de lo que hace y dice el Presidente de la República, reaccionando de inmediato y siempre buscando la versión negativa de sus dichos, lo cual denota una clara actitud de confrontación hacia el gobierno federal, como si el organismo electoral fuera de oposición y no parte del Estado mexicano. De estar vivo, vergüenza provocaría en Arnaldo Córdova la conducta de su vástago. Por ello su suegro (Eduardo Cervantes Díaz Lombardo) oculta quién es su yerno.
Desde el inicio de esta administración se han sumado muchas perlas que han demostrado las desavenencias entre el INE y el gobierno federal, no sólo el ya señalado, sino su defensa de un excesivo presupuesto, que podía haber sido disminuido, con la garantía de su funcionamiento normal y pleno.
Pero los últimos días ha habido dos incidentes que refuerzan un fin de confrontación, cuando habría otras lecturas de esos hechos, que en todo caso mostrarían coadyuvancia entre ambas instituciones. Es decir, no hay necesidad que el INE adopte posturas presumiblemente sustentadas en la ley y en la defensa celosa de sus funciones.
El primer caso parte de una declaración hecha por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que mencionó que, “me voy a convertir en guardián para que se respete para que se respete la libertad de los ciudadanos a elegir a sus autoridades”. La reacción vino a partir de la crítica hecha al organismo, cuando menciona que, “crearon un aparato durante todo este periodo, costosísimo, es el aparato de organización de elecciones más caro del mundo y nunca garantizaron elecciones limpias y libres”.
La mejor respuesta de la cúpula del INE hubiese sido aceptar el reto y mostrar en los hechos cumplir con el objetivo de asegurar elecciones limpias y transparentes, no reaccionar como la tercera ley de Newton, buscando presuntas violaciones a la ley de parte del Presidente de la República. Las elecciones limpias no son sólo responsabilidad del INE (está en un error Lorenzo Córdoba), inciden en ello el gobierno en sus tres niveles, los partidos políticos y la ciudadanía, en lo que a cada uno corresponde. Eso es lo que debió haber respondido el INE.
El segundo caso fue la respuesta dada por el INE ante un recurso interpuesto por el PAN, el PRD y una legisladora blanquiazul, en torno a la difusión del documento de una oposición el gobierno firmada supuestamente por una agrupación cuyas siglas eran BOA. Si bien los recursos interpuestos fueron declarados improcedentes, lo preocupante es lo que también se dice por parte del organismo electoral: “los hechos denunciados pudieran resultar ilícitos por constituir propaganda gubernamental con contenido prohibido y proveniente de una fuente desconocida y aparentemente carente de autenticidad y validez, lo que pudiera afectar la equidad en la contienda y las preferencias ciudadanas”.
En lo personal, había señalado la inconveniencia de la publicación del documento de marras así como se hizo, más cuando estaba cuestionándose su autenticidad, cuando pudo hacerse por otras vías distintas al Ejecutivo federal, pero otra cosa es la actitud del IFE, que aquí sí, está politizando el asunto y tomando partido, que es al lado del conservadurismo.
De paso, el INE intenta por sobre todo limitar a las mañaneras. Ya lo intentó cuando acotó su transmisión continua, para imponer los cortes por hora. La reacción y el INE no se dan cuenta que las mañaneras son la transparencia de la gestión pública y que para el futuro, será un precedente difícil de superar.