EL PROBLEMA DEL ALUMBRADO PÚBLICO EN LA CIUDAD DE AGUASCALIENTES
El sábado pasado por la noche, mi esposa y yo decidimos dar un paseo por la ciudad, preferentemente por el centro, para hacer tiempo en lo que llegaba la hora de una cita que teníamos. Conforme avanzábamos, nos asombrábamos de la oscuridad de las calles, debido a la luz tenue de las luminarias y en algunos lugares, incluso apagadas, supongo que fundidas. Donde más me asombró fue en la calle Venustiano Carranza, completamente a oscuras en su tramo inicial. Solo se veían las siluetas de las personas que se atrevían a deambular por ahí. Comenté que averiguaría sobre el tema y escribiría sobre él. Ahora lo hago.
Precisamente hace cuatro años, en octubre del 2020, la entonces presidenta municipal de Aguascalientes, Tere Jiménez, anunciaba que con la instalación de 57 mil luminarias LED, se convertiría la capital del Estado en una ciudad iluminada y blanca. Dos años después se daría a conocer que se habían invertido 5.5 millones de pesos en la renovación de las luminarias. Al parecer poco le duró el gusto, lo cual no exentó un pingüe negocio con la empresa que “otorgó” el servicioy que después tendría problemas para cumplir con lo contratado.
La empresa en cuestión nunca logró construir ni poner en operación el parque fotovoltaico, supuestamente por no obtener los permisos federales para operar. En contra partida, ofreció instalar 1 199 micro plantas de generación solar en edificios municipales y postes del alumbrado público. Si lo cumplió, está claro que lo hizo con luminarias de baja calidad, que han convertido a Aguascalientes en una ciudad, sobre todo en el centro de ella, casi en la penumbra.
Se suponía que el primero de septiembre pasado, iba a empezar a funcionar el parque fotovoltaico. A decir de la regidora Citlali Rodríguez González, “en el 2019 se hizo un contrato con la empresa Next Energy “mal hecho”, pues era un contrato millonario el cual solo beneficiaba a la empresa y luego se le dio un adendum, que sumaba más de 20 mil millones de pesos y el municipio ya no podía estar costando ese pago, por lo que el municipio capital estaba erogando cerca de 36 millones de pesos mensuales “y la verdad no era conveniente para un parque que no estaba generando un solo watts”.”
En estos casos, como en cualquier pleito, se requieren dos y más allá de las empresas abusivas y esquilmadoras, que solo les interesa el negocio y la ganancia no el beneficio social, también juega un papel parte gubernamental, que acepta abusos o se vuelve cómplice de ellos.
Y como sucede con todas las empresas que hicieron contratos con autoridades del PRI o el PAN en tiempos sobre todo del neoliberalismo, nunca pierden y si acaban siendo las acreedoras de los gobiernos en turno, aunque den un mal servicio o de plano no lo proporcionen. Experiencias hay muchas para comprobar lo antes mencionado. En este caso tampoco fue la excepción. Aunque aquí hay que señalar que hubo demanda del municipio y cínicamente de la empresa Next Energy. Se llegó a un acuerdo y la pelota pasó al gobierno estatal y al Congreso.
Por lo pronto la ciudad sigue casi en la oscuridad.