Resistencia e independencia judicial

Resistencia e independencia judicial

Una resistencia adquiere diversos significados dependiendo del ámbito en donde nos encontremos. Ya sea desde la física, la ingeniería, la psicología, la medicina, o bien, lo social.

La resistencia, en ciencia, es la capacidad física que posee un cuerpo para soportar una fuerza o actividad externa durante un tiempo determinado. Además, la resistencia también puede asociarse a la durabilidad de un objeto, se trata de una cualidad dada por la firmeza, la tenacidad o la fortaleza.

Socialmente hablando, una resistencia puede traducirse en la lucha de movimientos sociales frente a acciones represivas, arbitrarias o inaceptables del poder político.

Pero la resistencia social no persigue lógicas de confrontación como mecanismo violento de respuesta. Todo lo contrario, la resistencia que nace desde la sociedad se fundamenta en un poder afirmativo en clave ciudadana, pacifica, comunitaria, solidaria, participativa y humana.

Esto es, la resistencia social de los ciudadanos viene a afirmar los compromisos que han nacido desde las propias relaciones entre personas, vinculadas bajo el principio democrático de la igualdad entre todos nosotros.

Ahora, la Reforma al Poder Judicial ha provocado el nacimiento de un movimiento social conocido como la Resistencia por la independencia judicial. El cual, se ha constituido por un accionar constante y permanente realizado por los integrantes de todo el Poder Judicial Federal, en contra de los actos que violentan la independencia y autonomía judicial, el Estado de derecho, los valores y principios democráticos, la separación de poderes y la protección de los derechos humanos de todas las personas.

Este movimiento tiene su origen en la base trabajadora de funcionarios judiciales que integran los juzgados y tribunales federales, es decir, personas secretarias, notificadores, oficiales, personal profesional y operativo de apoyo, de mantenimiento, administrativos, etcétera; al que posteriormente ha sido respaldado por los jueces y magistrados. Además, también se han sumado estudiantes, asociaciones civiles, religiosas, organismos internacionales, gobiernos extranjeros, entre otros actores.

Sin bien, las acciones de resistencia se intensificaron desde el momento en que se impulsó la aprobación de dicha reforma (en agosto de este año); lo cierto es que este levantamiento social de trabajadores tiene como antecedente lo acontecido el pasado octubre de 2023, cuando operadores de justicia de toda la república mexicana salieron a las calles a manifestarse en contra de la aprobación por el Congreso Legislativo de la extinción de 13 (de un total de 14) fideicomisos del poder judicial federal.

Desde aquella ocasión afirmamos que la desaparición de los fideicomisos representaba un atentado directo en contra de la independencia y autonomía judicial, pues esos recursos son esenciales para garantizar el funcionamiento de los juzgados y tribunales que administran justicia en México.

El movimiento de trabajadores judiciales ha involucrado la realización de una incontable cantidad de protestas, manifestaciones, incidencias, y todo tipo de acciones de disenso público en todo el país, en los 32 circuitos judiciales, incluso en sedes internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

La Resistencia por la independencia judicial representa la más importante herramienta y única arma de defensa que tienen los trabajadores del poder judicial para defender sus derechos como operadores de justicia y defensores de derechos humanos.

Pero también, la resistencia se manifiesta como el último recurso efectivo que posibilita la defensa de los derechos humanos de todas las personas que resienten un acto arbitrario de cualquier autoridad en México.

Es importante saber que este levantamiento ciudadano ha implicado que los trabajadores judiciales se vean obligados a dejar sus lugares de trabajo para salir a las calles a protestar. Sin embargo, la administración de justicia se ha mantenido en todo momento (las 24 horas, los 7 días a la semana [como siempre se ha hecho]) para casos de carácter urgente, a fin de que las personas no queden desprotegidas en sus derechos más esenciales, como derecho a la vida, libertad, integridad, salud, entre otros.

En este momento la Resistencia por la independencia judicial se encuentra en una encrucijada, pues el gobierno oficialista estigmatiza todos los días a sus integrantes y descalifica sus acciones, el Consejo de la Judicatura ha ordenado que todos los trabajadores regresen a los tribunales, y no hay un conceso claro entre los jueces y magistrados para hacer cumplir esa orden.

Veremos en los próximos días si el movimiento tiene la capacidad de soportar la fuerza arbitraria de un gobierno oficialista [y la indiferencia patronal], para así demostrar la firmeza, tenacidad y fortaleza que requiere defender la justicia independiente en México.

Walter Guillermo Vela García
Walter Guillermo Vela García

Maestro en Derechos Humanos y Democracia por el Global Campus of Human Rights. Profesional de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Walter Guillermo Vela García

Maestro en Derechos Humanos y Democracia por el Global Campus of Human Rights. Profesional de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

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