Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo: Nueva Edición Segundo Trimestre
ENCUESTA NACIONAL DE OCUPACIÓN Y EMPLEO, NUEVA EDICIÓN[1] SEGUNDO trimestre de 2022
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN) presenta los resultados del segundo trimestre de 2022. A diferencia de las publicaciones mensuales, ofrece las estimaciones para cuatro tamaños de localidad a nivel nacional, de las 32 entidades federativas, así como de 39 ciudades autorrepresentadas de interés.
En el segundo trimestre de 2022, la Población Económicamente Activa[2] (PEA) del país fue de 59.3 millones de personas, 1.7 millones más que en el segundo trimestre del año anterior. La PEA representó 59.9 % de la población de 15 años y más.
Un total de 57.4 millones de personas se encontraban ocupadas, 2.2 millones de personas más con relación al mismo trimestre de 2021. Este cambio se concentró en restaurantes y servicios de alojamiento con un aumento de 546 mil personas, en la industria manufacturera, 482 mil y en el comercio, 465 mil.
El número de personas ocupadas en micronegocios creció 1.1 millones, en los grandes establecimientos, 440 mil y en los pequeños establecimientos, 398 mil.
En el segundo trimestre de 2022, la población subocupada fue de 5.1 millones de personas y representó una tasa de 8.9 % de la población ocupada, porcentaje inferior al 13.3 % del segundo trimestre de 2021.
En el segundo trimestre de 2022, la población desocupada fue de 1.9 millones de personas. La Tasa de Desocupación correspondiente fue de 3.2 % de la PEA, cifra menor que el 4.2 % del mismo periodo de un año antes.
Las tasas más altas de informalidad laboral por entidad federativa se reportaron en Oaxaca (80.5 %), Guerrero (79.7 %) y Chiapas (76.2 %). Las tasas más bajas, durante el segundo trimestre de 2022, se registraron en Coahuila de Zaragoza (35.4 %), Chihuahua (36.6 %), Nuevo León (37.7 %), Baja California Sur (38.6 %) y Baja California (39.5 %).
En el segundo trimestre de este año, las ciudades con la mayor tasa de subocupación fueron Ciudad del Carmen (27 %), Coatzacoalcos (20.8 %), Tlaxcala (18.2 %), Oaxaca (16.7 %), Ciudad de México (13.6 %) y Tapachula (13.4 %). Las tasas más bajas se presentaron en Querétaro (1.5 %), Tijuana (2.6 %), Durango (3.1 %) y Chihuahua (3.4 %).
En el trimestre abril‑junio de 2022 y con series desestacionalizadas, la Tasa de Desocupación se redujo 0.3 puntos porcentuales con relación al trimestre anterior.
Nota al usuario
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) toma como referencia la estimación de población que se genera mediante el marco de muestreo del INEGI. Además, se continua con el plan de actualización gradual respecto a incorporar la estimación de población del INEGI en la serie histórica. Para la presente publicación se encuentran actualizados los microdatos y tabulados a partir del primer trimestre de 2016.
ANEXO NOTA TÉCNICA
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) da a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN) correspondientes al segundo trimestre de 2022. Estos se construyen a partir de la nueva estimación de población.
Situación de la fuerza de trabajo
Durante el segundo trimestre de 2022, la Población Económicamente Activa (PEA) (la población de 15 años y más que en la semana de referencia se encontraba ocupada o desocupada) fue de 59.3 millones (una tasa de participación de 59.9 %). Un año antes fue de 57.7 millones (59 %), lo que significa un incremento de 1.7 millones de personas.
Al distinguir por sexo, la PEA masculina fue de 35.7 millones, 622 mil personas más respecto al segundo trimestre de 2021. La PEA femenina fue de 23.7 millones, un millón de personas más. Así, 77 de cada 100 hombres en edad de trabajar fueron económicamente activos y, en el caso de las mujeres, 45 de cada 100. En comparación con el mismo periodo de 2021, estas cifras son mayores en 0.6 y 1.2 puntos porcentuales, respectivamente.
Las comparaciones entre el segundo trimestre de 2021 y el de 2022 de la PEA y su división en población ocupada y desocupada se muestran en el cuadro 1.
La Población No Económicamente Activa (PNEA) agrupa a las personas que no participan en la actividad económica ni como ocupadas ni como desocupadas. En el segundo trimestre de 2022, la PNEA fue de 39.7 millones de personas (equivalente a 40.1 % del total de la población de 15 años y más de edad), 272 mil menos respecto al mismo trimestre de 2021. Al distinguir por sexo, la PNEA de los hombres fue de 11 millones (23.5 %), 198 mil menos respecto al mismo periodo de 2021. Para las mujeres, la cifra fue de 28.8 millones (54.9 %), 73 mil menos que un año antes.
Del total de la PNEA, 7.5 millones se declararon disponibles[3] para trabajar (18.8 % de la PNEA), es decir, no buscaron trabajo, pero aceptarían uno si se los ofrecieran. Por esta razón, se la considera dentro del sector que eventualmente puede participar en el mercado como desocupado u ocupado. La PNEA disponible se redujo 453 mil personas entre el segundo trimestre de 2021 y el mismo periodo de 2022. Por su parte, 32.3 millones de personas (81.2 %) declararon no estar disponibles para trabajar porque tenían que atender otras obligaciones, o tenían interés, pero su contexto impedía que pudieran hacerlo (impedimentos físicos, obligaciones familiares u otras condiciones).
Población ocupada
Al interior de la PEA se puede identificar a la población que participó en la generación de algún bien económico o en la prestación de un servicio (población ocupada). En el segundo trimestre de 2022 esta fue de 57.4 millones de personas (34.5 millones de hombres y 22.9 millones de mujeres), 2.2 millones de personas más con respecto al mismo periodo de un año antes.
Casi la mitad de la población ocupada (49.6 %) se concentra en las ciudades más grandes del país (de 100 mil y más habitantes o capitales de estado). Siguen las localidades rurales (menores de 2 500 habitantes), donde se agrupa 20 % de la población ocupada total. Los asentamientos que tienen entre 15 mil y menos de 100 mil habitantes (urbano medio) albergan a 15.4 % y el resto de los ocupados (14.9 %) reside en localidades de 2 500 a menos de 15 mil habitantes (urbano bajo).
Por sector de actividad
Al considerar a la población ocupada con relación al sector económico en el que labora, 6.7 millones de personas (11.7 % del total) trabajaban en el sector primario, 14.4 millones (25.1 %) en el secundario o industrial y 35.9 millones (62.5 %) estaban en el terciario o de servicios. El restante 0.6 % no especificó su actividad económica. En el periodo abril‑junio de 2021, estas cifras fueron: 6.8, 13.8 y 34.3 millones de personas, en ese orden.
Los restaurantes y servicios de alojamiento, que agruparon a 8 % de la población ocupada, presentaron un incremento de 546 mil personas. La industria manufacturera, donde se concentró 16.4 %, aumentó en 482 mil personas ocupadas. El comercio, que alcanzó 19.4 % de la población ocupada, mostró un alza de 465 mil personas; en los servicios diversos, con 10.1 % de las y los ocupados, el número de personas subió en 379 mil. En los servicios profesionales, financieros y corporativos, con 7.6 % de las personas ocupadas, se presentó un aumento de 301 mil personas con respecto al segundo trimestre de 2021.
Por posición en la ocupación
Si se observa a la población ocupada en función de la posición que guarda dentro de su trabajo, las y los trabajadores subordinados y remunerados agruparon a poco más de dos terceras partes del total (68.3 %), esto es, 39.2 millones; 13 millones (22.6 %) trabajan por su cuenta y sin emplear personal pagado; tres millones (5.2 %) son propietarias o propietarios de los bienes de producción con personal a su cargo y 2.2 millones (3.9 %) no reciben remuneración.
Las y los trabajadores subordinados y remunerados crecieron 1.4 millones de personas entre el segundo trimestre de 2021 y el mismo de 2022, quienes trabajan por cuenta propia crecieron 468 mil, las y los empleadores, 297 mil y quienes trabajan sin remuneración aumentaron 22 mil personas.
Al distinguir por sexo, en el segundo trimestre de 2022, el porcentaje de hombres trabajadores subordinados y remunerados fue de 68.6 % y el de mujeres, de 67.8 %. Lo anterior significa un alza anual de 562 mil y de 829 mil personas, respectivamente. Por su parte, los hombres trabajadores por cuenta propia constituyen 22.1 % de los ocupados y las mujeres, 23.3 % de las ocupadas. El ascenso anual es de 215 mil en los hombres y de 253 mil en las mujeres.
Algunas otras condiciones de trabajo
La población ocupada desempeña una gran variedad de tareas que realiza con distinta intensidad. En el segundo trimestre de 2022, 6.2 % de las personas trabajó menos de 15 horas semanales y 26.8 %, más de 48 horas. Sin embargo, el mayor porcentaje de las y los ocupados (45.4 %) trabajó jornadas de 35 a 48 horas. Respecto al segundo trimestre de 2021, destaca el incremento de 0.7 puntos porcentuales de las personas ocupadas que laboran entre 35 y 48 horas semanales y de 0.2 puntos porcentuales de quienes trabajan más de 48 horas semanales. Lo anterior, en términos absolutos, significó un alza de 1.4 millones de personas y de 671 mil, respectivamente. En promedio, en el trimestre abril‑junio de 2022, la población ocupada trabajó jornadas de 42.4 horas por semana.
En el segundo trimestre de 2022, los hombres que trabajaron entre 35 y 48 horas semanales representaron 46.4 % de los ocupados y aumentaron 607 mil con relación a los del mismo trimestre de 2021; quienes cumplen jornadas de más de 48 horas semanales fueron 32 %; es decir, 545 mil hombres más. Por su parte, las mujeres ocupadas en jornadas de 35 a 48 horas semanales representaron 43.9 % del total de mujeres trabajadoras y aumentaron 755 mil frente al segundo trimestre de 2021. Las ocupadas por más de 48 horas semanales representaron 18.8 %: 126 mil mujeres más que en el mismo periodo de comparación.
La población ocupada también se puede caracterizar según el tamaño de la unidad económica[4] en la que labora. Si solo se considera el ámbito no agropecuario (que abarca a 47.8 millones de personas), en el segundo trimestre de 2022, 23.6 millones (49.3 %) estaban ocupadas en micronegocios, 8.5 millones (17.9 %) en pequeños establecimientos, 5.5 millones (11.5 %) en medianos, 5.3 millones (11.2 %) en grandes establecimientos y 4.8 millones (10.1 %) se ocuparon en otro tipo de unidades económicas.
Entre el trimestre abril‑junio de 2021 y el mismo lapso de 2022, la población ocupada en el ámbito no agropecuario incrementó en dos millones de personas. En los micronegocios se registró el crecimiento más significativo, con 1.1 millones de personas, siguieron los grandes, pequeños y medianos establecimientos, lo que significa 440, 398 y 381 mil personas más, respectivamente.
En el ámbito no agropecuario y al distinguir por sexo, las mujeres ocupadas aumentaron en 1.1 millones y los hombres en 928 mil. La ocupación en los micronegocios fue la que más subió en el segundo trimestre de 2022: los hombres sumaron 532 mil más respecto al mismo trimestre de 2021 y las mujeres, 523 mil.
Trabajadores subordinados y remunerados
Del total de las y los trabajadores subordinados y remunerados, 8 % se desempeñó en el sector primario de la economía, 28.2 % en el secundario y 62.9 % en el terciario. El 0.8 % restante quedó sin especificar en el trimestre que se reporta.
Un total de 21.9 millones de estas y estos trabajadores (que constituyen 56 % del total) tuvo acceso a instituciones de salud como prestación por su trabajo. Esta cifra fue superior en 864 mil personas con relación a las del segundo trimestre de 2021. A su vez, 21.9 millones (un millón de personas más) tuvieron un contrato por escrito y 16.6 millones no contaron con uno.
Población subocupada
Otra forma de caracterizar a la población ocupada es en función de su condición de subocupación. Esta se entiende como la necesidad de trabajar más tiempo, lo que se traduce en la búsqueda de una ocupación complementaria o de un nuevo trabajo con mayor horario. Al respecto, durante el trimestre abril‑junio de 2022, la población subocupada en el país fue de 5.1 millones de personas (2.2 millones menos que en igual trimestre de 2021) y representó 8.9 % de las personas ocupadas, tasa inferior a la de 13.3 % de un año antes.
Al distinguir por sexo, la población subocupada en los hombres pasó de 4.4 millones en el segundo trimestre de 2021 a 3.1 millones en el mismo periodo de 2022. En las mujeres, pasó de 2.9 a dos millones en el lapso referido. De esta manera, la tasa de subocupación masculina se redujo a 9.1 % de los hombres ocupados y la femenina alcanzó 8.5 % de las mujeres ocupadas.
Por otra parte, al eliminar el factor estacional, la tasa de subocupación como proporción de la población ocupada retrocedió 0.5 puntos porcentuales en el segundo trimestre de 2022 respecto al trimestre anterior.
Informalidad laboral
El empleo informal, o medición ampliada de informalidad, añade las siguientes categorías a la definición de empleo en el sector informal: el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado no protegido, así como las y los trabajadores subordinados quienes, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen sin seguridad social.
Así, la medición de la ocupación en el sector informal se considera el punto de partida y un componente del cálculo de una medida más amplia: el empleo informal.
Los resultados de la ENOEN indican que, en el segundo trimestre de 2022, la suma de las personas en todas las modalidades de empleo informal fue de 32 millones. Esto representó 55.7 % de la población ocupada (Tasa de Informalidad Laboral 1), incremento de 985 mil personas respecto al mismo lapso de 2021. De manera detallada, 16.5 millones conformaron específicamente la ocupación en el sector informal,[5] un crecimiento de 672 mil personas que constituyeron 28.7 % de la población ocupada (Tasa de Ocupación en el Sector Informal 1). Además, 7.6 millones correspondieron al ámbito de las empresas, gobierno e instituciones, 5.8 millones al agropecuario y 2.2 millones al servicio doméstico remunerado.
La ocupación informal según sexo muestra que, en los hombres, se presentó un alza de 330 mil personas, pues pasó de 18.9 millones en el segundo trimestre de 2021 a 19.2 millones en el mismo periodo de 2022. Por su parte, las mujeres pasaron de 12.1 millones a 12.8 millones en el mismo periodo.
Al eliminar el factor estacional, la Tasa de Informalidad Laboral 1 aumentó 0.4 puntos porcentuales y la Tasa de Ocupación en el Sector Informal 1, 0.3 puntos porcentuales en el segundo trimestre de 2022 respecto al trimestre previo.
Población desocupada
La ocupación muestra distintos grados de intensidad según sea la perspectiva. Una de estas es la población desocupada, misma que no trabajó ni una hora durante la semana de referencia de la encuesta. No obstante, manifestó su disposición para trabajar e hizo alguna actividad para hacerlo.
En el trimestre abril‑junio de 2022, la población desocupada en el país fue de 1.9 millones de personas y la Tasa de Desocupación (TD) de 3.2 % de la PEA, porcentaje inferior al 4.2 % del mismo trimestre de 2021. Al estar condicionada a la búsqueda de empleo, la Tasa de Desocupación es más alta en las localidades grandes, en donde el mercado de trabajo está más organizado. En las zonas más urbanizadas (con 100 mil y más habitantes), la tasa llegó a 4 %; en las que tienen de 15 mil a menos de 100 mil habitantes, 3.1 %, en las de 2 500 a menos de 15 mil, 2.8 %, y en las rurales de menos de 2 500 habitantes fue de 1.9 por ciento.
En el trimestre de referencia, los hombres desocupados sumaron 1.2 millones, 330 mil menos que en el segundo trimestre de 2021. Por su parte, las mujeres desocupadas fueron 767 mil, 178 mil menos. La tasa de desocupación masculina y femenina en el segundo trimestre de 2022 fue de 3.2 %, un punto porcentual inferior a la del segundo trimestre de 2021.
En el trimestre abril‑junio de 2022, las personas desocupadas de 25 a 44 años representaron 45.3 %, 0.6 puntos porcentuales más con respecto al segundo trimestre de 2021. Sigue el grupo de 15 a 24 años, con una contribución de 32.4 %, cifra que descendió 0.4 puntos porcentuales.
Entre las y los desocupados, 42.7 % buscó trabajo hasta por un mes, 32.2 % registró una duración de desempleo de más de un mes hasta tres meses y 19.5 % permaneció en esta condición por más de tres meses.
En términos absolutos, la población que buscó empleo durante más de un mes y hasta tres se redujo en 113 mil personas en comparación con el segundo trimestre de 2021. En el rango de duración por más de tres meses, hubo un descenso de 285 mil personas.
Según cifras desestacionalizadas, en el segundo trimestre de este año, la TD a nivel nacional fue de 3.3 %, 0.3 puntos porcentuales menos con relación al trimestre anterior. La desocupación en los hombres y en las mujeres se redujo 0.3 y 0.2 puntos porcentuales, respectivamente.
Tasas complementarias
Para proporcionar a las y los usuarios más elementos sobre el mercado laboral de nuestro país, el INEGI genera indicadores sobre la calidad de inserción en el mercado laboral. Estas mediciones consideran distintos aspectos que van más allá de las mediciones tradicionales y recogen la heterogeneidad de circunstancias específicas de México. Nótese que el resultado de estas tasas no puede sumarse a lo que se desprende de otras: un mismo grupo poblacional puede estar presente en más de una de estas. Además, no todos los porcentajes que a continuación se mencionan tienen el mismo denominador.
Para el trimestre abril‑junio de 2022, la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación «con referencia en el salario mínimo equivalente, base enero de 2022» representó 30.5 % de la población ocupada, mismo porcentaje que el del año anterior.
Nota: Para la comparación en el tiempo de la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación, se presentan resultados a partir de salarios mínimos equivalentes, base enero 2022. El INEGI pone a disposición de las y los usuarios cifras comparables en la siguiente liga:
https://www.inegi.org.mx/programas/enoe/15ymas/#Tabulados.
Fuente: INEGI. Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), hasta el primer trimestre de 2020.
INEGI. Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN), a partir del tercer trimestre de 2020.
La ocupación en las entidades federativas
Además de registrar de manera permanente el comportamiento del empleo a nivel nacional, y para los cuatro tamaños de localidades a los que se acaba de hacer referencia, la ENOEN, en su versión trimestral, proporciona información para las 32 entidades federativas. De esta forma, se puede conocer la complejidad del fenómeno ocupacional a un nivel de desagregación más detallado.
Las entidades federativas que presentaron las mayores tasas de participación en la actividad económica (cociente entre la PEA y la población de 15 años y más) fueron: Baja California Sur (68.5 %), Colima (66.7 %), Yucatán (66 %), Nayarit (65 %), Quintana Roo (64.9 %), Sonora (63 %) y Chihuahua (62.2 %). La tasa de ocupación, que representa a las personas que trabajaron en la semana anterior a la entrevista, o que no trabajaron, pero mantenían un vínculo laboral con la unidad económica para la que trabajan, mostró que el porcentaje de personas ocupadas fue mayor en Oaxaca (98.6 %), Guerrero,
(98.5 %), Michoacán de Ocampo y Yucatán (98.3 %), Morelos (97.9 %), Jalisco (97.7 %) y Baja California, Chihuahua y Nayarit (97.5 %). Las tasas de ocupación más bajas se presentaron en Tabasco (94.3 %), Ciudad de México (94.6 %), Querétaro (95.7 %), estado de México (95.8 %), Coahuila de Zaragoza (96 %), Aguascalientes y Tlaxcala (96.2 %), Nuevo León (96.3 %) y Tamaulipas (96.6 %).
Durante el segundo trimestre de 2022, las entidades que tuvieron las tasas más altas de desocupación fueron: Tabasco (5.7 %), Ciudad de México (5.4 %), Querétaro (4.3 %), estado de México (4.2 %), Coahuila de Zaragoza (4 %), Aguascalientes y Tlaxcala
(3.8 %), Nuevo León (3.7 %) y Tamaulipas (3.4 %). Las tasas más bajas en este indicador se reportaron en Oaxaca (1.4 %), Guerrero (1.5 %), Michoacán de Ocampo y Yucatán (1.7 %), Morelos (2.1 %) y Jalisco (2.3 %). Nótese que los indicadores de la encuesta muestran los mercados de trabajo estatales en sus diferentes dimensiones, desde los segmentos de la fuerza de trabajo que fijan sus expectativas en las posibilidades de acceder al mercado laboral, hasta aquellos segmentos que se mantienen en ocupaciones precarias y sin protección laboral en mercados de trabajo con menor grado de desarrollo. Por lo anterior, se recomienda hacer uso de toda la información disponible sobre la participación y condiciones laborales de la fuerza de trabajo. Así, se tiene un conocimiento completo de la situación laboral a nivel estatal y de los dominios para los que está diseñada la encuesta.
Chiapas tuvo la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación más alta (48.5 %). Después está Tlaxcala (42.3 %), Tamaulipas (38.2 %), Puebla (36.6 %), Veracruz de Ignacio de la Llave (36.3 %), Tabasco (35.9 %), Campeche (35.8 %) y estado de México (35 %). Por su parte, Baja California Sur (16.2 %), Nuevo León (17.3 %), Sinaloa (17.8 %), Jalisco (19.1 %), Querétaro (20.4 %) y Colima (20.6 %) mostraron los niveles más bajos de ocupación en situación crítica en materia de ingresos y horas trabajadas.
En niveles de informalidad laboral, Oaxaca (80.5 %), Guerrero (79.7 %), Chiapas (76.2 %), Puebla (72.8 %), Hidalgo (72.7 %), Tlaxcala (72.3 %), Veracruz de Ignacio de la Llave (67.5 %) y Michoacán de Ocampo (65.8 %) presentaron los porcentajes más altos. En cambio, Coahuila de Zaragoza (35.4 %), Chihuahua (36.6 %), Nuevo León (37.7 %), Baja California Sur (38.6 %), Baja California (39.5 %), Aguascalientes (40.4 %) y Sonora (40.7 %) registraron los menores niveles de informalidad laboral durante el segundo trimestre de 2022.
La ocupación en áreas metropolitanas[6]
A un nivel de desagregación por área metropolitana, donde el mercado de trabajo está más organizado y se puede conocer de manera más precisa la complejidad del fenómeno ocupacional, la ENOEN presenta los indicadores para 39 ciudades o áreas metropolitanas con más de 100 mil habitantes.
En el periodo abril-junio de 2022, la PEA para el agregado urbano de 39 ciudades fue de 28.6 millones de personas y representó una tasa de participación de 61.2 por ciento. Asimismo, se reportó una tasa de desocupación de 4 %, una tasa de subocupación de 9.3 %, una tasa de condiciones críticas de ocupación de 27.2 % y una tasa de informalidad laboral de 44.4 por ciento.
Las áreas metropolitanas con una tasa de participación superior a la del agregado fueron: Tepic (66.9 %), Ciudad Juárez (66.6 %), Ciudad del Carmen (65.5 %), Cancún (65.2 %), Colima (65.1 %), La Paz (64.9 %), León (64.7 %), Mérida (63.7 %), Torreón (63.3 %) y Morelia y Oaxaca (63.2 %), entre otras.
De la población ocupada, 64 % se concentró en las áreas metropolitanas de la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Puebla, Tijuana, León, Ciudad Juárez y Mérida.
El mayor porcentaje de población ocupada que declaró tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas (tasa de subocupación) se reportó en las áreas metropolitanas de Ciudad del Carmen (27 %), Coatzacoalcos (20.8 %), Tlaxcala (18.2 %), Oaxaca (16.7 %), Ciudad de México (13.6 %), Tapachula (13.4 %), La Paz (11.7 %), Zacatecas (11.4 %) y León (11.1 %).
Las áreas urbanas con menor desocupación fueron: Ciudad Juárez, Reynosa, Mérida, Mexicali, Culiacán, Oaxaca, La Paz, Tepic, Tijuana y Hermosillo.
En los niveles más altos de la ocupación en condiciones críticas —considerando horas trabajadas y los ingresos como proporción de la población ocupada— se encuentran: Reynosa (46.7 %), Tapachula (45.2 %), Tuxtla Gutiérrez (40.1 %), Tlaxcala (39.3 %) y Acapulco (36.9 %). Las ciudades de Culiacán y Hermosillo (13.2 %), Chihuahua y Monterrey (14.4 %) y Guadalajara (14.8 %) presentaron los menores niveles de ocupación crítica.
Los niveles más altos de ocupación en la informalidad se presentaron en Tlaxcala (68 %), Acapulco (64.8 %) y Oaxaca (58.6 %). Los porcentajes más bajos estuvieron en Saltillo (25.5 %), Chihuahua (28.3 %) y Ciudad Juárez (28.4 %).
Nota al usuario
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) toma como referencia la estimación de población que se genera mediante el marco de muestreo del INEGI. Además, se continua con el plan de actualización gradual respecto a incorporar la estimación de población del INEGI en la serie histórica. Para la presente publicación se encuentran actualizados los microdatos y tabulados a partir del primer trimestre de 2016.
Nota metodológica
La ENOEN mantiene el mismo diseño conceptual, estadístico y metodológico que la ENOE tradicional, pero su muestra se conformó de un 99.1 % de entrevistas cara a cara y de un 0.9 % de entrevistas telefónicas efectivas.
La ENOEN responde a la necesidad de volver paulatinamente al levantamiento regular de la ENOE y dar continuidad a la información sobre las características y condiciones de la población vinculada al mercado laboral.
La ENOEN se aplica a los miembros del hogar de una vivienda seleccionada por medio de técnicas de muestreo.
El esquema de muestreo es probabilístico, bietápico, estratificado y por conglomerados. Además, tiene como unidad última de selección las viviendas particulares y como unidad de observación a las personas.
Una vez que se selecciona una vivienda, se la vuelve a visitar cada tres meses hasta completar un total de cinco visitas. Una vez que el grupo de viviendas completa el ciclo, se sustituye por otro grupo que inicia el propio. Se denomina panel de muestra a estos grupos de viviendas según el número de visitas que han tenido. En cada momento, en campo hay cinco paneles, es decir cinco grupos de viviendas que están por entrar a su primera, segunda, tercera, cuarta o quinta visita. Así, siempre hay una quinta parte de la muestra que es totalmente nueva en tanto que las otras cuatro quintas partes ya han sido visitadas tres meses atrás. Este esquema permite dar a la muestra una combinación de estabilidad y renovación. Asimismo, permite a las y los investigadores especializados rastrear los cambios que han tenido los hogares que permanecieron en la muestra a lo largo del tiempo (estudios longitudinales).
El que cada vivienda tenga una probabilidad de selección se traduce en que todos sus residentes son representativos de muchos otros en su área de residencia (dominio de muestra), tanto en sus características sociodemográficas como socioeconómicas. Los resultados se generalizan para toda la población que representan. Esto se hace mediante los factores de expansión, que son el inverso de las probabilidades de selección de las viviendas. Cada factor de expansión toma en cuenta el estrato socioeconómico y el ámbito geográfico que corresponden a la vivienda seleccionada.
La encuesta está diseñada para dar resultados a nivel nacional, entidad federativa y áreas urbanas para cada trimestre del año. También permite que el nivel nacional pueda desagregarse en cuatro dominios: I) localidades de 100 000 y más habitantes, II) de 15 000 a 99 999 habitantes, III) de 2 500 a 14 999 habitantes y IV) menos de 2 500 habitantes.
El calendario de difusión del INEGI, disponible en su página de internet, indica la fecha en la que se dará a conocer la información trimestral.
La ENOEN toma en cuenta los criterios que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) propone dentro del marco general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Lo anterior permite delimitar con mayor claridad a la población ocupada y a la desocupada, además de facilitar la comparabilidad internacional de las cifras de ocupación y empleo. La ENOEN asimismo incorpora el marco conceptual de la OIT y las recomendaciones del Grupo de Delhi relativas a la medición de la ocupación en el Sector Informal. La encuesta está diseñada para identificar los conceptos de desocupación, subocupación e informalidad sin confundirlos. También toma en cuenta y da un lugar específico a las personas que no presionan activamente en el mercado laboral porque ellas mismas consideran que ya no tienen oportunidad alguna de competir en este (mujeres que por dedicarse al hogar no han acumulado experiencia laboral, personas maduras y de la tercera edad, etc.).
El diseño de la ENOEN está enfocado en proporcionar abundantes elementos para caracterizar la calidad de la ocupación en México. Este aspecto se considera analíticamente tan relevante como el de la desocupación misma o como cualquier otro fenómeno de desequilibrio entre oferta y demanda de trabajo. El diseño de la encuesta ha abierto más posibilidades para el enfoque de género relativo tanto al ámbito del trabajo como a la marginación.
La mayoría de las series económicas se ven afectadas por factores estacionales: efectos periódicos que se repiten cada año y cuyas causas son ajenas a la naturaleza económica de las series. Estas pueden ser: las festividades, meses más largos que otros, las vacaciones escolares, el clima y otras fluctuaciones, como la elevada producción de juguetes en los meses previos a la Navidad.
La desestacionalización o ajuste estacional de series económicas consiste en remover estas influencias intra-anuales periódicas: su presencia dificulta diagnosticar y describir el comportamiento de una serie económica, pues no permite comparar adecuadamente un determinado trimestre con el inmediato anterior.
Analizar la serie desestacionalizada ayuda a realizar un mejor diagnóstico y pronóstico de su evolución, pues en el corto plazo, identifica la posible dirección de los movimientos que pudiera tener la variable en cuestión.
Las series originales se ajustan estacionalmente mediante el paquete estadístico X‑13ARIMA‑SEATS. Para conocer la metodología, consúltese la siguiente liga:
https://www.inegi.org.mx/app/biblioteca/ficha.html?upc=702825099060
Mediante la ENOEN, el INEGI genera la información contenida en este documento y la da a conocer con base en el Calendario de Difusión de Información Estadística y Geográfica y de Interés Nacional.
Las cifras aquí mencionadas pueden consultarse en los centros de información del INEGI y en los sitios en internet del propio Instituto (https://www.inegi.org.mx/programas/enoe/15ymas/) y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (www.stps.gob.mx), instituciones que se esfuerzan para proporcionar a la sociedad más y mejor información sobre el comportamiento del mercado laboral mexicano.
- Los datos de la ENOEN están ajustados a la nueva estimación de población elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con base en el Marco de Muestreo de Viviendas. Para mayor detalle, vea la nota al usuario incluida en la nota técnica.
La suma de los componentes que integran la estadística de la ENOEN que se presenta en este documento puede no coincidir con los totales debido al redondeo de las cifras. ↑
Población de 15 años y más de edad que durante el periodo de referencia realizó una actividad económica (población ocupada) o buscó activamente hacerlo (población desocupada en las últimas cuatro semanas), siempre y cuando haya estado dispuesta a trabajar en la semana de referencia. ↑
Para la ENOEN, en este rubro se clasifica a las personas ausentes temporales de una actividad u oficio y a las personas con necesidad o deseos de trabajar. Estas se clasificaban en la ENOE en el rubro «Otros» de la Población No Económicamente Activa No Disponible. La razón de este cambio es que, a causa de la pandemia y el cierre de las empresas y negocios en actividades no esenciales, técnicamente, dicha población quedó fuera de la fuerza de trabajo, pues perdió el vínculo con la unidad empleadora. Muchas personas retornarán a su trabajo una vez que se reactiven las actividades. Por lo anterior, es más pertinente darles un tratamiento de «personas disponibles para trabajar sin posibilidades de búsqueda de trabajo», que dejarlas en una categoría residual entre quienes no están disponibles para trabajar. Ver documento de Diseño Conceptual de la ENOEN, Sección 3.6. ↑
- El tamaño se establece con base en el número de personas ocupadas:
Micronegocios: de 1 a 15 personas ocupadas en la industria, y de 1 a 5 en el comercio y los servicios. Establecimientos pequeños: de 16 a 50 en la industria, de 6 a 15 en el comercio y de 6 a 50 en los servicios. Establecimientos medianos: de 51 a 250 en la industria, de 16 a 250 en el comercio y de 51 a 250 en los servicios. Establecimientos grandes: de 251 y más en cualquier sector de actividad. ↑
Se refiere a todas aquellas actividades económicas de mercado que operan a partir de los recursos de los hogares, pero sin constituirse como empresas con una situación independiente de esos hogares. ↑
En cuanto a la comparabilidad de los indicadores laborales de las entidades en donde se incorporaron nuevas ciudades, se confrontaron los indicadores estratégicos laborales del estado, incluida la nueva ciudad, contra las estimaciones que no la incluyen. Los periodos de estudio fueron el segundo y tercer trimestre de 2019. Para cada uno se construyó el factor de expansión y bases de datos de las entidades, tanto con la nueva ciudad como sin esta. Así, se realizaron dos tipos de comparaciones: 1) cobertura de intervalos de confianza para cada estimación, y 2) prueba de significancia estadística. Con base en el análisis comparativo de las estimaciones por intervalo de confianza de los indicadores estratégicos de cada entidad federativa, con y sin nueva ciudad autorrepresentada, se observó que, en general, no se encontró evidencia sobre cambios estadísticamente significativos en los indicadores estratégicos estatales. Asimismo, las pruebas de hipótesis de 50 réplicas (pruebas de significancia estadística), de dos submuestras independientes, con y sin nueva ciudad, en un mismo trimestre, en términos generales tampoco presentaron cambios estadísticamente significativos entre las estimaciones. En resumen, la incorporación de las nuevas ciudades no afecta la comparabilidad de la información en los estados en donde fueron incorporadas, por lo que se mantienen los criterios para que la encuesta sea Información de Interés Nacional. ↑