Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición
ENCUESTA NACIONAL DE OCUPACIÓN Y EMPLEO, NUEVA EDICIÓN[1]
PRIMER trimestre de 2022
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN) presenta los resultados del primer trimestre de 2022. A diferencia de las publicaciones mensuales, ofrece las estimaciones para cuatro tamaños de localidad a nivel nacional, de las 32 entidades federativas, así como de 39 ciudades autorrepresentadas de interés.
En el primer trimestre de 2022, la Población Económicamente Activa[2] (PEA) del país fue de 58.1 millones de personas, 2.7 millones más que en el primer trimestre de un año antes. La PEA representó 58.7% de la población de 15 años y más.
Un total de 56.1 millones de personas se encontraban ocupadas, 3.1 millones de personas más con relación al mismo trimestre de 2021. Este cambio se concentró en el comercio con un aumento de 893 mil ocupados, en restaurantes y servicios de alojamiento el aumento fue de 586 mil, en servicios diversos 490 mil y en servicios profesionales, financieros y corporativos 407 mil.
El número de personas ocupadas en micronegocios aumentó 1.5 millones, en los pequeños establecimientos 527 mil y en los grandes establecimientos 462 mil.
En el primer trimestre de 2022, la población subocupada fue de 5 millones de personas y representó una tasa de 9% de la población ocupada, porcentaje inferior al 13.8% del primer trimestre de 2021.
En el primer trimestre de 2022, la población desocupada fue de 2 millones de personas. La Tasa de Desocupación correspondiente fue de 3.5% de la PEA, cifra menor que el 4.4% del mismo periodo de un año antes.
Las tasas más altas de informalidad laboral por entidad federativa se reportaron en Oaxaca (81.3%), Guerrero (78.1%) y Chiapas (73.8%). Las tasas más bajas durante el primer trimestre de 2022 se registraron en Coahuila de Zaragoza (34%), Chihuahua (35.1%), Nuevo León (36.7%), Baja California (37.9%) y Baja California Sur (38.5%).
En el primer trimestre de este año, las ciudades con la mayor tasa de subocupación fueron Ciudad del Carmen (26.8%), Coatzacoalcos (20.4%), Oaxaca (20.3%), Tlaxcala (15.4%) y Ciudad de México (13%). Las tasas más bajas se presentaron en Querétaro (1.9%), Tijuana (2%), Chihuahua y Cuernavaca (3.1%) y Toluca (3.3%).
En el trimestre enero-marzo de 2022 y con series desestacionalizadas, la Tasa de Desocupación se redujo 0.2 puntos porcentuales con relación al trimestre anterior.
Nota al usuario
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) toma como referencia la estimación de población que se genera a través del marco de muestreo del INEGI. Además, se continua con el plan de actualización gradual respecto a incorporar en la serie histórica de información la estimación de población del INEGI. Para la presente publicación se comunica que los microdatos y tabulados a partir del primer trimestre de 2017 se encuentran actualizados.
ANEXO
NOTA TÉCNICA
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) da a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN) correspondientes al primer trimestre de 2022. Los resultados que se presentan se construyen a partir de la nueva estimación de población.
Situación de la fuerza de trabajo
Durante el primer trimestre de 2022, la PEA (la población de 15 años y más de edad que en la semana de referencia se encontraba ocupada o desocupada) fue de 58.1 millones (una tasa de participación de 58.7%). Un año antes fue de 55.4 millones (57.1%), lo que significa un incremento de 2.7 millones de personas.
Al distinguir por sexo, la PEA masculina fue de 35.2 millones, 1 millón de personas más respecto al primer trimestre de 2021. La PEA femenina fue de 22.9 millones, 1.7 millones de personas más. Así, 76 de cada 100 hombres en edad de trabajar fueron económicamente activos y, en el caso de las mujeres, 44 de cada 100. En comparación con el mismo periodo de 2021, estas cifras son mayores en 1.5 y 2 puntos porcentuales, respectivamente.
Las comparaciones entre el primer trimestre de 2021 y el de 2022 de la PEA y su división en población ocupada y desocupada se muestran en el cuadro 1.
La Población No Económicamente Activa (PNEA) agrupa a las personas que no participan en la actividad económica ni como ocupadas ni como desocupadas. En el primer trimestre de 2022, la PNEA fue de 40.8 millones de personas (equivalente a 41.3% del total de la población de 15 años y más de edad), 760 mil menos respecto al mismo trimestre de 2021. Al distinguir por sexo, la PNEA de los hombres fue de 11.3 millones (24.2%), 592 mil menos respecto al mismo periodo de 2021. Para las mujeres la cifra fue de 29.5 millones (56.4%), 168 mil menos que un año antes.
Del total de la PNEA, 7.6 millones se declararon disponibles[3] para trabajar (18.6% de la PNEA), es decir, no buscaron trabajo, pero aceptarían uno si se los ofrecieran, por lo que se constituyen en el sector que eventualmente puede participar en el mercado como desocupado u ocupado. La PNEA disponible se redujo 763 mil personas entre el primer trimestre de 2021 y el mismo periodo de 2022. Por su parte, 33.2 millones de personas (81.4%) declararon no estar disponibles para trabajar porque tenían que atender otras obligaciones, o tenían interés, pero su contexto les impedía poder hacerlo (impedimentos físicos, obligaciones familiares u otras condiciones).
Población ocupada
Al interior de la PEA se puede identificar a la población que participó en la generación de algún bien económico o en la prestación de un servicio (población ocupada). En el primer trimestre de 2022 esta fue de 56.1 millones de personas (34 millones de hombres y 22.1 millones de mujeres), 3.1 millones de personas más con respecto al mismo periodo de un año antes.
Casi la mitad de la población ocupada (49.6%) se concentra en las ciudades más grandes del país (de 100 mil y más habitantes o capitales de estado). Siguen las localidades rurales (menores de 2,500 habitantes), donde se agrupa 20.1% de la población ocupada total. Los asentamientos que tienen entre 15 mil y menos de 100 mil habitantes (urbano medio) albergan al 15.5%, y el resto de los ocupados (14.8%) residen en localidades de 2,500 a menos de 15 mil habitantes (urbano bajo).
Por sector de actividad
Al considerar a la población ocupada con relación al sector económico en el que labora, 6.5 millones de personas (11.6% del total) trabajan en el sector primario, 14.2 millones (25.3%) en el secundario o industrial y 35.1 millones (62.5%) están en el terciario o de los servicios. El restante 0.6% no especificó su actividad económica. En el periodo enero‑marzo de 2021, estas cifras fueron: 6.4, 13.6 y 32.6 millones de personas, en el mismo orden.
El comercio, que concentró 19.4% de la población ocupada, mostró un aumento de 893 mil ocupados. Los restaurantes y servicios de alojamiento, que agruparon a 7.7%, presentaron un incremento de 586 mil personas, en los servicios diversos, con 10.1% de los ocupados, el número de personas subió en 490 mil. Los servicios profesionales, financieros y corporativos, con 7.7%, aumentaron 407 mil personas ocupadas, y en la industria manufacturera, donde se concentró el 16.6%, hubo un aumento de 369 mil personas respecto al primer trimestre de 2021.
Por posición en la ocupación
Si se observa a la población ocupada en función de la posición que guarda dentro de su trabajo, las y los trabajadores subordinados y remunerados agruparon a poco más de dos terceras partes del total (68.4%), esto es, 38.4 millones; 12.6 millones (22.5%) trabajan por su cuenta, sin emplear personal pagado; 2.9 millones (5.1%) es propietaria de los bienes de producción, con trabajadores a su cargo y 2.2 millones (3.9%) no reciben remuneración.
Las y los trabajadores subordinados y remunerados crecieron en 2 millones de personas entre el primer trimestre de 2021 y el mismo de 2022, quienes trabajan por cuenta propia aumentaron 653 mil, las y los empleadores 288 mil y quienes trabajan sin remuneración aumentaron 133 mil personas.
Al distinguir por sexo, en el primer trimestre de 2022, el porcentaje de hombres trabajadores subordinados y remunerados fue de 68.6% y el de mujeres de 68.3%, lo que significa un alza anual de 869 mil y de 1.2 millones de personas, respectivamente. Por su parte, los hombres trabajadores por cuenta propia constituyen 22.1% de los ocupados y las mujeres 23.1% de las ocupadas, con ascensos anuales de 244 mil en los hombres y de 409 mil en las mujeres.
Algunas otras condiciones de trabajo
La población ocupada desempeña una gran variedad de tareas que realiza con distinta intensidad. En el primer trimestre de 2022, 5.6% de las personas trabajó menos de 15 horas semanales y 26.6% más de 48. Sin embargo, la mayor proporción de los ocupados (47.1%), trabajó jornadas de 35 a 48 horas. Respecto al primer trimestre de 2021, destaca el incremento de 1.9 puntos porcentuales de los ocupados que laboran entre 35 y 48 horas semanales y de 0.6 puntos porcentuales de los ocupados que laboran más de 48 horas semanales. Lo anterior, en términos absolutos, significó un alza de 2.5 y 1.2 millones de personas, respectivamente. En promedio, la población ocupada trabajó jornadas de 42.9 horas por semana en el trimestre enero‑marzo de 2022.
En el primer trimestre de 2022, los hombres que trabajaron entre 35 y 48 horas semanales representaron 48.1% de los ocupados y aumentaron 1.1 millones con relación a los del mismo trimestre de 2021; quienes cumplen jornadas de más de 48 horas semanales fueron 31.5%, 655 mil más. Por su parte, las mujeres ocupadas en jornadas de 35 a 48 horas semanales representaron 45.5% del total de mujeres trabajadoras y aumentaron 1.4 millones frente al primer trimestre de 2021. Las ocupadas por más de 48 horas semanales representaron 19%, 507 mil mujeres más que en el mismo periodo de comparación.
La población ocupada también se puede caracterizar según el tamaño de la unidad económica[4] en la que labora. Si solo se toma en cuenta el ámbito no agropecuario (que abarca a 46.9 millones de personas), en el primer trimestre de 2022, 23 millones (48.9%) estaban ocupadas en micronegocios, 8.4 millones (18%) en establecimientos pequeños, 5.4 millones (11.6%) en medianos, 5.3 millones (11.4%) en establecimientos grandes y 4.8 millones (10.1%) se ocuparon en otro tipo de unidades económicas.
Entre el trimestre enero-marzo de 2021 y el mismo lapso de 2022, la población ocupada en el ámbito no agropecuario se incrementó en 2.8 millones de personas. En los micronegocios se registró el crecimiento más significativo, con 1.5 millones de personas, siguieron los pequeños establecimientos con 527 mil personas y los grandes con 462 mil personas más.
En el ámbito no agropecuario al distinguir por sexo, los hombres ocupados aumentaron en 1.2 millones y las mujeres en 1.5 millones. La ocupación en los micronegocios fue la que más subió en el primer trimestre de 2022: las mujeres sumaron 929 mil más respecto al mismo trimestre de 2021 y los hombres 602 mil.
Trabajadores subordinados y remunerados
Del total de las y los trabajadores subordinados y remunerados, 8% se desempeñó en el sector primario de la economía, 28.3% en el secundario y 62.8% en el terciario. El 0.8% restante quedó sin especificar en el trimestre que se reporta.
Un total de 21.6 millones de estos trabajadores (que constituyen 56.3% del total) tuvo acceso a instituciones de salud como prestación por su trabajo. Esta cifra fue superior en 1.1 millones de personas con relación a las del primer trimestre de 2021. A su vez, 21.2 millones (1.1 millones de personas más) tuvieron un contrato por escrito y 16.6 millones no contaron con uno.
Población subocupada
Otra forma de caracterizar a la población ocupada es en función de su condición de subocupación. Esta se entiende como la necesidad de trabajar más tiempo, lo que se traduce en la búsqueda de una ocupación complementaria o de un nuevo trabajo con mayor horario. Al respecto, durante el trimestre enero-marzo de 2022, la población subocupada en el país fue de 5 millones de personas (2.3 millones menos que en igual trimestre de 2021) y representó 9% de las personas ocupadas, tasa inferior a la de 13.8% de un año antes.
Al distinguir por sexo, la población subocupada en los hombres pasó de 4.4 millones en el primer trimestre de 2021 a 3.1 millones en el mismo periodo de 2022; en las mujeres, de 2.9 a 1.9 millones en el lapso referido. De esta manera, la tasa de subocupación masculina se redujo a 9% de los hombres ocupados y la femenina alcanzó 8.8% de las mujeres ocupadas.
Por otra parte, al eliminar el factor estacional, la tasa de subocupación como proporción de la población ocupada retrocedió 1.5 puntos porcentuales en el primer trimestre de 2022 respecto al trimestre anterior.
Informalidad laboral
El empleo informal, o medición ampliada de informalidad, añade a la definición de empleo en el sector informal las siguientes categorías: el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado no protegido, así como los trabajadores subordinados quienes, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen sin seguridad social.
Así, la medición de la ocupación en el sector informal se considera el punto de partida y un componente del cálculo de una medida más amplia: el empleo informal.
Los resultados de la ENOEN indican que, en el primer trimestre de 2022, la suma de las personas en todas las modalidades de empleo informal, 31 millones, que representó 55.2% de la población ocupada (Tasa de Informalidad Laboral 1), aumentó en 1.8 millones respecto al mismo lapso de 2021. De manera detallada, 15.9 millones conformaron específicamente la ocupación en el sector informal,[5] un crecimiento de 1 millón de personas, y constituyeron 28.3% de la población ocupada (Tasa de Ocupación en el Sector Informal 1). Además, 7.3 millones correspondieron al ámbito de las empresas, gobierno e instituciones, 5.6 millones al agropecuario y 2.2 millones al servicio doméstico remunerado.
La ocupación informal según sexo muestra que en los hombres se presentó un alza de 602 mil personas pues pasó de 18.1 millones en el primer trimestre de 2021 a 18.7 millones en igual periodo de 2022. Por su parte, las mujeres pasaron de 11.1 millones a 12.3 millones en el mismo periodo.
Al eliminar el factor estacional, la Tasa de Informalidad Laboral 1 disminuyó 0.6 puntos porcentuales en el primer trimestre de 2022 respecto al trimestre previo. Por su parte, la Tasa de Ocupación en el Sector Informal 1 descendió 0.5 puntos porcentuales en el mismo periodo.
Población desocupada
La ocupación muestra distintos grados de intensidad según sea la perspectiva. Una de estas es la población desocupada, misma que no trabajó ni una hora durante la semana de referencia de la encuesta. No obstante manifestó su disposición para trabajar e hizo alguna actividad para hacerlo.
En el trimestre enero‑marzo de 2022, la población desocupada en el país fue de 2 millones de personas y la Tasa de Desocupación (TD) de 3.5% de la PEA, porcentaje inferior al 4.4% del mismo trimestre de 2021. Al estar condicionada a la búsqueda de empleo, la Tasa de Desocupación es más alta en las localidades grandes, en donde el mercado de trabajo está más organizado. En las zonas más urbanizadas (con 100 mil y más habitantes), la tasa llegó a 4.2%; en las que tienen de 15 mil a menos de 100 mil habitantes, 3.4%, en las de 2,500 a menos de 15 mil, 2.9%, y en las rurales de menos de 2,500 habitantes fue de 1.9 por ciento.
En el trimestre de referencia, los hombres desocupados sumaron 1.2 millones, 294 mil menos que en el primer trimestre de 2021. Por su parte, las mujeres desocupadas fueron 783 mil, 111 mil menos. La tasa de desocupación masculina en el primer trimestre de 2022 fue de 3.5%, 1 punto porcentual inferior a la del primer trimestre de 2021. La tasa de desocupación femenina fue de 3.4%, 0.8 puntos porcentuales menos.
En el trimestre enero‑marzo de 2022, las personas desocupadas de 25 a 44 años representaron 46.1%, 0.4 puntos porcentuales más con respecto al primer trimestre de 2021. Sigue el grupo de 15 a 24 años, con una contribución de 30.4%, proporción que descendió en 1.1 puntos porcentuales.
El 41.9% de los desocupados buscó trabajo hasta por un mes, 33% registró una duración de desempleo de más de un mes hasta tres meses y 18.4% permaneció en esta condición por más de tres meses.
En términos absolutos, la población que buscó empleo durante más de un mes y hasta tres se redujo 110 mil personas en comparación con el primer trimestre de 2021. En el rango de duración por más de tres meses hubo un descenso de 216 mil personas.
Según cifras desestacionalizadas, en el primer trimestre de este año, la TD a nivel nacional fue de 3.6%, 0.2 puntos porcentuales menos con relación al trimestre anterior. La desocupación en las mujeres y en los hombres se redujo 0.3 y 0.1 puntos porcentuales, respectivamente.
Tasas complementarias
Para proporcionar a los usuarios más elementos sobre el mercado laboral de nuestro país, el INEGI genera indicadores sobre la calidad de inserción en el mercado laboral. Estas mediciones consideran distintos aspectos que van más allá de las mediciones tradicionales y recogen la heterogeneidad de circunstancias específicas de México. Nótese que el resultado de estas tasas no puede sumarse a lo que se desprende de otras: un mismo grupo poblacional puede estar presente en más de una de ellas. Además, no todos los porcentajes que a continuación se mencionan tienen el mismo denominador.
La ocupación en las entidades federativas
Además de registrar de manera permanente el comportamiento del empleo a nivel nacional, y para los cuatro tamaños de localidades a los que se acaba de hacer referencia, la ENOEN, en su versión trimestral, proporciona información para las 32 entidades federativas. De esta forma se puede conocer la complejidad del fenómeno ocupacional a un nivel de desagregación más detallado.
Las entidades federativas que presentaron las mayores tasas de participación en la actividad económica (cociente entre la PEA y la población de 15 años y más de edad) fueron: Baja California Sur (67.2%), Colima (65.6%), Nayarit (65%), Yucatán (64.7%), Quintana Roo (63.5%), Jalisco (61.6%) y Sonora (61.5%). La tasa de ocupación, que representa a las personas que trabajaron en la semana anterior a la entrevista, o que no trabajaron, pero mantenían un vínculo laboral con la unidad económica para la que trabajan, mostró que la proporción de ocupados fue mayor en Guerrero, Michoacán de Ocampo y Oaxaca (98.4% cada una), Baja California y Morelos (98.1%), Hidalgo y Yucatán (97.8%), Jalisco (97.6%), Chiapas (97.5%) y, Chihuahua y Veracruz de Ignacio de la Llave (97.4%). Las tasas de ocupación más bajas se presentaron en la Ciudad de México (94.2%), estado de México (94.7%), Coahuila de Zaragoza (95%), Tabasco (95.2%), Tlaxcala (95.6%), Nuevo León (95.8%), Tamaulipas (96.2%) y, Durango, Guanajuato y Querétaro (96.4%).
Por otra parte, las entidades que durante el primer trimestre de 2022 tuvieron las tasas de desocupación más altas fueron la Ciudad de México (5.8%), estado de México (5.3%), Coahuila de Zaragoza (5%), Tabasco (4.8%), Tlaxcala (4.4%), Nuevo León (4.2%) y Tamaulipas (3.8%). Las tasas más bajas en este indicador se reportaron en Guerrero, Michoacán de Ocampo y Oaxaca (1.6%), Baja California y Morelos (1.9%), e Hidalgo y Yucatán (2.2%). Nótese que los indicadores de la encuesta muestran los mercados de trabajo estatales en sus diferentes dimensiones, desde los segmentos de la fuerza de trabajo que fijan sus expectativas en las posibilidades de acceder al mercado laboral, hasta aquellos segmentos que se mantienen en ocupaciones precarias y sin protección laboral en mercados de trabajo con menor grado de desarrollo. Es por ello por lo que se recomienda hacer uso de toda la información de la que se dispone sobre la participación y condiciones laborales de la fuerza de trabajo para tener un conocimiento completo de la situación laboral a nivel estatal y de los dominios para los cuales está diseñada la encuesta.
Chiapas tuvo la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación más alta (50.2%). Después está Tlaxcala (45.4%), Tamaulipas (39.1%), Veracruz de Ignacio de la Llave (38.7%), Campeche (37.9%) y el estado de México (37.1%). Por su parte, Baja California Sur (18.7%), Nuevo León (19.4%), Sinaloa (20.2%), Jalisco (20.6%) y Querétaro (22.2%) mostraron los niveles más bajos de ocupación en situación crítica en materia de ingresos y horas trabajadas.
En niveles de informalidad laboral, Oaxaca (81.3%), Guerrero (78.1%), Chiapas (73.8%), Hidalgo y Tlaxcala (72.9%), Puebla (70.4%), Veracruz de Ignacio de la Llave (68.8%) y Morelos (67.6%) presentaron los porcentajes más altos. En cambio, Coahuila de Zaragoza (34%), Chihuahua (35.1%), Nuevo León (36.7%), Baja California (37.9%), Baja California Sur (38.5%) y Aguascalientes (40.7%) registraron los menores niveles de informalidad laboral durante el primer trimestre de 2022.
La ocupación en áreas metropolitanas[6]
A un nivel de desagregación por área metropolitana, donde el mercado de trabajo está más organizado y se puede conocer de manera más precisa la complejidad del fenómeno ocupacional, la ENOEN presenta los indicadores para 39 ciudades o áreas metropolitanas con más de 100 mil habitantes.
En el periodo enero-marzo de 2022, la PEA para el agregado urbano de 39 ciudades fue de 28.1 millones de personas y representó una tasa de participación de 60.2%. Asimismo, se reportó una tasa de desocupación de 4.5%, una tasa de subocupación de 9.3%, una tasa de condiciones críticas de ocupación de 28.2% y una tasa de informalidad laboral de 43.6%.
Las áreas metropolitanas con una tasa de participación superior a la del agregado fueron: Tepic (67.1%), La Paz (65.8%), Ciudad del Carmen (64.8%), León (64.1%), Cancún (64%), Ciudad Juárez y Mérida (63.8%), Colima (62.9%), Torreón (62.3%), Hermosillo (62.2%), Guadalajara y Mexicali (61.8%) y San Luis Potosí (61.7%), entre otras.
El 63.9% de la población ocupada se concentró en las áreas metropolitanas de la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Puebla, Tijuana, León, Ciudad Juárez y Mérida.
La mayor proporción de población ocupada que declaró tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas (tasa de subocupación) se reportó en las áreas metropolitanas de Ciudad del Carmen (26.8%), Coatzacoalcos (20.4%), Oaxaca (20.3%), Tlaxcala (15.4%), Ciudad de México (13%), León (12.2%) y, La Paz y Tapachula (12%).
Las áreas urbanas con menor desocupación fueron Ciudad Juárez, Tijuana, Reynosa, Oaxaca, Mérida, Cuernavaca, Acapulco y Mexicali.
En los niveles más altos de la ocupación en condiciones críticas, considerando las horas trabajadas y los ingresos como proporción de la población ocupada, se encuentran Reynosa (50%), Tapachula (46.1%), Tlaxcala (44.5%) y Acapulco (41.3%). Las ciudades de Culiacán (13.9%), Hermosillo (15.5%), Guadalajara (16.1%) y Chihuahua (16.4%) presentaron los menores niveles de ocupación crítica.
Los niveles más altos de ocupación en la informalidad se presentaron en Tlaxcala (67.7%), Acapulco (62.1%) y Oaxaca (61.8%). Los porcentajes más bajos estuvieron en Saltillo (24.2%), Chihuahua (25.7%) y Ciudad Juárez (26.6%).
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) toma como referencia la estimación de población que se genera a través del marco de muestreo del INEGI. Además, se continua con el plan de actualización gradual respecto a incorporar en la serie histórica de información la estimación de población del INEGI. Para la presente publicación se comunica que los microdatos y tabulados a partir del primer trimestre de 2017 se encuentran actualizados.
Nota metodológica
La ENOEN mantiene el mismo diseño conceptual, estadístico y metodológico que la ENOE tradicional, pero su muestra se conformó de un 97.2% de entrevistas cara a cara y de un 2.8% de entrevistas telefónicas efectivas.
La ENOEN responde a la necesidad de volver paulatinamente al levantamiento regular de la ENOE y dar continuidad a la información sobre las características y condiciones de la población vinculada al mercado laboral.
La ENOEN se aplica a los miembros del hogar de una vivienda seleccionada por medio de técnicas de muestreo.
El esquema de muestreo es probabilístico, bietápico, estratificado y por conglomerados. Además, tiene como unidad última de selección las viviendas particulares y como unidad de observación a las personas.
Una vez que se selecciona una vivienda, se la vuelve a visitar cada tres meses hasta completar un total de cinco visitas. Una vez que el grupo de viviendas completa el ciclo, se sustituye por otro grupo que inicia el propio. Se denomina panel de muestra a estos grupos de viviendas según el número de visitas que han tenido. En cada momento, en campo hay cinco paneles, es decir cinco grupos de viviendas que están por entrar a su primera, segunda, tercera, cuarta o quinta visita. Así, siempre hay una quinta parte de la muestra que es totalmente nueva en tanto que las otras cuatro quintas partes ya han sido visitadas tres meses atrás. Este esquema permite dar a la muestra una combinación de estabilidad y renovación. Asimismo, permite a las y los investigadores especializados rastrear los cambios que han tenido los hogares que permanecieron en la muestra a lo largo del tiempo (estudios longitudinales).
El que cada vivienda tenga una probabilidad de selección se traduce en que todos sus residentes son representativos de otros muchos en su área de residencia (dominio de muestra), tanto en sus características sociodemográficas como socioeconómicas. Los resultados obtenidos se generalizan para toda la población que representan. Esto se hace mediante los factores de expansión, que son el inverso de las probabilidades de selección de las viviendas. Cada factor de expansión toma en cuenta el estrato socioeconómico y el ámbito geográfico que corresponden a la vivienda seleccionada.
La encuesta está diseñada para dar resultados a nivel nacional, entidad federativa y áreas urbanas para cada trimestre del año. También permite que el nivel nacional pueda desagregarse en cuatro dominios: I) localidades de 100,000 y más habitantes, II) de 15,000 a 99,999 habitantes, III) de 2,500 a 14,999 habitantes y IV) menos de 2,500 habitantes.
El calendario de difusión del INEGI, disponible en su página de internet, indica la fecha en la que se dará a conocer la información trimestral.
La ENOEN toma en cuenta los criterios que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) propone dentro del marco general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Lo que permite delimitar con mayor claridad a la población ocupada y a la desocupada, además de facilitar la comparabilidad internacional de las cifras de ocupación y empleo. La ENOEN asimismo incorpora el marco conceptual de la OIT y las recomendaciones del Grupo de Delhi relativas a la medición de la ocupación en el Sector Informal. La encuesta está diseñada para identificar los conceptos de desocupación, subocupación e informalidad sin confundirlos. También toma en cuenta y da un lugar específico a aquellas otras personas que no presionan activamente en el mercado laboral porque ellas mismas consideran que ya no tienen oportunidad alguna de competir en él (mujeres que por dedicarse al hogar no han acumulado experiencia laboral, personas maduras y de la tercera edad, etc.).
El diseño de la ENOEN está enfocado en proporcionar abundantes elementos para caracterizar la calidad de la ocupación en México. Este aspecto se considera analíticamente tan relevante como el de la desocupación misma o como cualquier otro fenómeno de desequilibrio entre oferta y demanda de trabajo. El diseño de la encuesta ha abierto más posibilidades para el enfoque de género relativo tanto al ámbito del trabajo como a la marginación.
La mayoría de las series económicas se ven afectadas por factores estacionales: efectos periódicos que se repiten cada año y cuyas causas son ajenas a la naturaleza económica de las series. Estas pueden ser: las festividades, meses más largos que otros, las vacaciones escolares, el clima y otras fluctuaciones, como la elevada producción de juguetes en los meses previos a la Navidad.
La desestacionalización o ajuste estacional de series económicas consiste en remover estas influencias intra-anuales periódicas: su presencia dificulta diagnosticar y describir el comportamiento de una serie económica, pues no permite comparar adecuadamente un determinado trimestre con el inmediato anterior.
Analizar la serie desestacionalizada ayuda a realizar un mejor diagnóstico y pronóstico de su evolución, pues en el corto plazo, identifica la posible dirección de los movimientos que pudiera tener la variable en cuestión.
Las series originales se ajustan estacionalmente mediante el paquete estadístico X‑13ARIMA‑SEATS. Para conocer la metodología se sugiere consultar la siguiente liga:
https://www.inegi.org.mx/app/biblioteca/ficha.html?upc=702825099060
El INEGI, mediante la ENOEN, genera la información contenida en este documento y la da a conocer con base en el Calendario de Difusión de Información Estadística y Geográfica y de Interés Nacional.
Las cifras aquí mencionadas se pueden consultar en los centros de información del INEGI y en los sitios en internet del propio Instituto (https://www.inegi.org.mx/programas/enoe/15ymas/) y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (www.stps.gob.mx), instituciones que se esfuerzan para proporcionar a la sociedad, cada día, más y mejor información sobre el comportamiento del mercado laboral mexicano.
- Los datos de la ENOEN están ajustados a la nueva estimación de población elaborada por el INEGI con base en el Marco de Muestreo de Viviendas. Para mayor detalle vea la nota al usuario incluida en la nota técnica.
La suma de los componentes que integran la estadística de la ENOEN que se presenta en este documento puede no coincidir con los totales debido al redondeo de las cifras. ↑
- Población de 15 años y más de edad que durante el periodo de referencia realizó una actividad económica (población ocupada) o buscó activamente hacerlo (población desocupada en las últimas cuatro semanas), siempre y cuando haya estado dispuesta a trabajar en la semana de referencia. ↑
- Para la ENOEN, en este rubro se clasifica a las personas ausentes temporales de una actividad u oficio y a las personas con necesidad o deseos de trabajar. Estas se clasificaban en la ENOE en el rubro «Otros» de la Población No Económicamente Activa No Disponible. La razón de este cambio es que, a causa de la pandemia y el cierre de las empresas y negocios en actividades no esenciales, técnicamente dicha población quedó fuera de la fuerza de trabajo, pues perdió el vínculo con la unidad empleadora. Muchas personas retornarán a su trabajo una vez que se reactiven las actividades. Por lo anterior, es más pertinente darles un tratamiento de «personas disponibles para trabajar sin posibilidades de búsqueda de trabajo», que dejarlas en una categoría residual entre quienes no están disponibles para trabajar. Ver documento de Diseño Conceptual de la ENOEN Sección 3.6. ↑
- El tamaño se establece con base en el número de personas ocupadas:
Micronegocios: de 1 a 15 personas ocupadas en la industria, y de 1 a 5 en el comercio y los servicios.
Establecimientos pequeños: de 16 a 50 en la industria, de 6 a 15 en el comercio y de 6 a 50 en los servicios.
Establecimientos medianos: de 51 a 250 en la industria, de 16 a 250 en el comercio y de 51 a 250 en los servicios.
Establecimientos grandes: de 251 y más en cualquier sector de actividad. ↑
- Se refiere a todas aquellas actividades económicas de mercado que operan a partir de los recursos de los hogares, pero sin constituirse como empresas con una situación independiente de esos hogares. ↑
- En cuanto a la comparabilidad de los indicadores laborales de las entidades en donde se incorporaron nuevas ciudades, se confrontaron los indicadores estratégicos laborales del estado, incluida la nueva ciudad, contra las estimaciones que no la incluyen. Los periodos de estudio fueron el segundo y tercer trimestre de 2019. Para cada uno se construyó el factor de expansión y bases de datos de las entidades, tanto con la nueva ciudad como sin esta. Así, se realizaron dos tipos de comparaciones: 1) cobertura de intervalos de confianza para cada estimación, y 2) prueba de significancia estadística.
Con base en el análisis comparativo de las estimaciones por intervalo de confianza de los indicadores estratégicos de cada entidad federativa, con y sin nueva ciudad autorrepresentada, se observó que, en general, no se encontró evidencia sobre cambios estadísticamente significativos en los indicadores estratégicos estatales.
Asimismo, las pruebas de hipótesis de 50 réplicas (pruebas de significancia estadística), de dos submuestras independientes, con y sin nueva ciudad, en un mismo trimestre, en términos generales tampoco presentaron cambios estadísticamente significativos entre las estimaciones.
En resumen, la incorporación de las nuevas ciudades no afecta la comparabilidad de la información en los estados en donde fueron incorporadas, por lo que se mantienen los criterios para que la encuesta continúe siendo Información de Interés Nacional. ↑