LA HISTORIA ES DE TODOS Y ES PLURAL

Se ha suscitado todo un escándalo en la Ciudad de México, con el retiro de la estatua del Ché Guevara y Fidel Castro, que estaba colocada en el parque La Tabacalera, ubicada en la colonia del mismo nombre. La decisión fue tomada por la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, diputada local por el Partido Verde en el periodo 18-21 y que ahora llegó al cargo postulada por la alianza PAN-PRI-PRD. Entonces, una chapulina, como en la actualidad se estila.
Sin embargo, se dice que atrás de la decisión, están los sectores más conservadores del PAN, como El Yunque. Lo cual es explicable, pero no justificable, sobre todo por asumir una decisión que no le compete, en tanto hay una comisión sobre el particular y otras dependencias del gobierno local que si incidirían en una decisión como la adoptada.
Más allá de lo anteriormente mencionado, sobre todo en el sentido político, también denota un completo desconocimiento de la historia y particularmente de la justificación de la estatura referida, que perpetúa el encuentro inicial de los dos revolucionarios latinoamericanos. Por cierto, en el mismo parque, hay otro monumento dedicado a Julio Antonio Mella, que supongo que la alcaldesa no sabe quién fue.
Con esa conducta, de clara base política, esperemos que no haya la intención de retirar otras estatuas y placas icónicas para la izquierda nacional, todas ellas ubicadas en la alcaldía Cuauhtémoc. Me refiero a la estatua de Federico Engels, ubicada a un costado del metro Cuauhtémoc; a Ho Chi Minh, atrás del Metro Pino Suárez; el busto a Valentín Campa, colocado en Buenavista (en un terreno privado) o la placa que señala el lugar donde fue asesinado en 1929 el referido Julio Antonio Mella, cuando iba con Tina Modotti (en Abraham González, casi esquina con Morelos). Son de los que me acuerdo, pero puede haber más.
En la conferencia mañanera y con la presencia de la jefa de gobierno, Clara Brugada, la presidenta y ella demostraron su claro desacuerdo con la acción de la alcaldesa, pero abrieron la posibilidad de que, entregada la escultura ésta fuera ubicada en otro lugar, incluso fuera de la alcaldía Cuahtémoc, lo cual dejaría impune a Alessandra Rojo de la Vega, en un hecho a las claras irregular e ilegal.
El otro aspecto criticable es la desconsideración de la historia y de particularmente de la aceptación del carácter plural de la sociedad mexicana. Cualquier gobierno que se precie de ser democrático, debe tener como principio la tolerancia. Es como en lo personal, siendo ateo y antipanista, promuevo el retiro de la estatua al Papa o el cambio de nombre de la avenida Gómez Morín. Espero que Leo Montañez no siga el ejemplo y decida el retiro del prócer cubano José Martí, cuyo busto se ubica en la calle Juan de Montoro esquina con 16 de septiembre.
Soy de aquellos que propone que la escultura del Ché y Fidel, regrese a su lugar original, no en otro, además de que dicho parque se convierta en centro de las acciones contra del inhumano bloqueo económico que sufre Cuba.