Notas acerca de las ideas políticas LXV: Marx. Acerca de la lucha de clases (4)

Marx, en su interpretación de la lucha de clases, analiza y cuestiona tanto el enfoque del anarquismo como el de Hegel, y aplica el método dialéctico desde la perspectiva materialista para comprender la historia de la sociedad humana como proceso social de trabajo, producción de bienes, propiedad y dominación, y no “como el paseo de Dios por el mundo”. Así, es relevante “la idea de que las clases con propósitos enfrentados se encuentran en cualquier sociedad que esté organizada y, producto de las contradicciones evidenciadas dentro de una misma comunidad, brotan las disputas. Así, entonces, se da la convivencia y el enfrentamiento de clases sociales explotadas y clases explotadoras, de sectores dominantes y grupos dominados”. (https://definicion.de › lucha-de-clases)
Para Marx, “la lucha de clases no se limita a litigios sociales y políticos”. Parte de las relaciones económico-sociales en cuyo contexto se conforma la dinámica histórica del desarrollo productivo, el trabajo y la propiedad. Anterior a Marx, Rousseau “asoció el nacimiento de la sociedad civil a la instauración de la propiedad privada, que a su vez genera inevitablemente desigualdades sociales”. Marx a su vez expone la tesis según la cual las clases sociales con “intereses encontrados” se confrontan “en dos conjuntos que claramente demuestran las desigualdades reinantes: por un lado, aparecen las clases oprimidas y dominadas; por el otro, la clase dominante y poderosa. En definitiva, entre ricos y gente limitada, condicionada y golpeada por la pobreza”. (https://definicion.de › lucha-de-clases)
Los cambios en las tecnologías de producción –ligadas a la evolución y aplicación práctica de los conocimientos científicos— impactan en el proceso socio-económico, dan lugar a cambios en las relaciones sociales-económicas-políticas, así como en la distribución del producto económico-social (bienes materiales, culturales e ideológicos), pero se mantiene la vigencia de la apropiación particular (propiedad privada) de la riqueza producida socialmente.
La conciencia de clase es la comprensión de la condición material económica y se reproduce en el plano ideológico y político, así como en la organización y movilización colectiva. Lo cual propicia la abierta lucha de clases que ha desembocado históricamente en diversas formas de sublevación revolucionaria, en la modificación tanto de las relaciones sociales de producción y como de las relaciones políticas y de dominio, en las cuales las clases subordinadas logran acuerdos o pactos formales, incluso en las leyes, para un “equilibrio” en las condiciones laborales, pero sólo en algunos países y en algunas etapas, debido tanto al empuje de la lucha clasista como a las complejas realidades geopolíticas y las contiendas entre potencias. En gran medida, se transfiere a los países subordinados (tecnológica, financiera, comercial y hasta militarmente) el costo del relativo bienestar de las clases subalternas de las metrópolis, el cual, es necesario acotar, no es uniforme y equitativo en todos los estratos. Reproducen formas de sobreexplotación, marginación, pobreza y desigualdad. El capitalismo salvaje persiste en los países dominantes y en la periferia.
Al ampliar los alcances de la lucha de clases, Marx creyó en la posibilidad de que el modelo de la revolución burguesa en Francia sirviese de referencia para la revolución proletaria que, además de las motivaciones políticas, ambicionase la eliminación de “las causas económicas básicas de la desigualdad social”. La Revolución Francesa, en efecto fue expresión extrema de la lucha de clases monarquía-aristocracia-burguesía-plebeyos, que aunada a la revolución industrial despejó el ambiente económico-político para la emergencia del capitalismo en Europa continental, en abierta competencia y lucha Inglaterra-Francia por el domino de Europa y aprovechar el vacío que dejó la decadencia del imperio español.
De ahí que el impacto político-ideológico del Manifiesto – Pablo Mériguet (La importancia del concepto de “lucha de clases” en la historia y la política. Revistacrisis.com https://www.revistacrisis.com) —“fue el de la potencia y la singularidad del concepto que desarrollaron: la lucha de clases como fundamento del desarrollo histórico. A mediano plazo las reflexiones no pasaron desapercibidas: los trabajadores que intentaron agruparse en organizaciones de clase con gran perspectiva internacionalista, así como la atención que provocaría en importantes dueños de industrias y de bancos”.
Mériguet interpreta que “la concepción histórica de una lucha constante, que deviene en nuevas disputas, agrega un carácter fundamental a la comprensión temporal de la sociedad mundial: el enaltecimiento del carácter político como forma de conocimiento y transformación. Es decir, la importancia de la lucha de clases radica en que … la propia historia sigue un hilo conductor de acción política concreta y evidente. La importancia del entendimiento de la historia como sucesión ininterrumpida de luchas de clases … es fundamental, pues introduce el carácter vital de una postura política frente al entendimiento de la realidad…” (Loc. Cit)
De tal manera, sostiene, “la lucha de clases inscribe en la política a los propios actores que la piensan y la efectúan. Es la originalidad de la propuesta comunista de mediados del siglo XIX, pues al tiempo que politiza [la conflictividad y] el entendimiento histórico y social … Es paso importantísimo al momento de la elaboración de una verdadera filosofía de la praxis … El cambio histórico a través de la praxis social y la acción colectiva constituye su núcleo. […] El compromiso con la política es lo que históricamente distinguió al socialismo marxiano de los anarquistas…” (Loc. Cit)