LOS PRIMEROS PASOS: «Altos Hornos de México»
[bctt tweet=»Entrado al sexto mes de gobierno, no pasaba nada ni se veía claro sobre qué iba a pasar no sólo con los aludidos, sino con los responsables de la llamada “Estafa maestra”» username=»crisolhoy»]
Hasta hace poco había cundido el excepticismo por las cero acciones contra los grandes funcionarios coludidos en acciones de corrupción, pues hasta esos momentos sólo los de la infantería había sido detenidos y procesados. Se especulaba que no iba a pasar nada y que al final iba a prevalecer la impunidad. Más cuando aquella proyectada consulta programada para el 21 de marzo había sido suspendida, la cual tenía como destinatarios los expresidentes de la República. Para los electores no había sido suficiente que se les haya retirado las onerosas pensiones.
Entrado al sexto mes de gobierno, no pasaba nada ni se veía claro sobre qué iba a pasar no sólo con los aludidos, sino con los responsables de la llamada “Estafa maestra” o sobre el escándalo Odebrecht y otros personajes asociados a Pemex, como es el caso del dirigente sindical Carlos Romero Deschamps.
Sin embargo, afortunadamente los últimos días se han sucedido varios acontecimientos que demuestran que si se está actuando en consecuencia. Primero, la Secretaría de la Función Pública inhabilitó por diez y quince años a Emilio Lozoya, exdirector general de Pemex y otro exfuncionario de la empresa, respectivamente. Segundo, fueron congeladas las cuentas bancarias del primero de los señalados, así como de Alonso Ancira Elizondo, dueño de Altos Hornos de México. Tercero, fue emitida una orden de aprehensión para los dos personajes, siendo ejecutada ésta para el último de los señalados, la cual se llevó a cabo en Palma de Mallorca, España.
Aún cuando la inhabilitación de Lozoya se da por otras razones (recurrir a falsas informaciones en su declaración patrimonial u omitir otras), la orden de aprehensión se da por su involucramiento en los casos de soborno a altos funcionarios de Pemex, a cargo de la empresa brasileña Odebrecht. Iguales razones hay para detener a Alonso Ancira.
Tampoco podemos olvidar la forma dispendiosa con que se desempeñó Lozoya en su paso por Pemex, utilizando indiscriminadamente el helicóptero, pagando con sobreprecio empresas convertidas en chatarra o incluso, como trascendió hace varias semanas, cobrando grandes cantidades por cita y audiencia concedida.
Cuáles podrían ser entonces las acciones de defensa de un personaje como éste, que utilizó su responsabilidad pública para beneficio propio, para su enriquecimiento explicable e ilegal y para servir de apoyo de intermediación para el financiamiento de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, quien por algo lo puso a la cabeza de Pemex.
Cae bien ante la opinión pública esta noticia y contrarresta la andanada mediática contra el gobierno de López Obrador, implementada por la derecha y los opositores a su gobierno, los cuales había recrudecido en las últimas semanas sus acciones de zapa contra el nuevo gobierno, aprovechando además, errores cometidos por la nueva administración.
Efectivamente hay que cerrar el círculo, dándole certeza a la gente que no volverán a ser iguales las cosas, que si hay una clara diferenciación con los anteriores gobiernos y que no se registró una simple alternancia sino un cambio real de régimen.
Implica además a insistir que la corrupción si es erradicable, que no es expresión cultural ni parte de la idiosincrasia de los mexicanos, como lo pregonó siempre Peña Nieto y con esa base inundó al país en medio de esa cloaca deformadora y castrante.
Lo importante es que empieza a tomarse el camino hacia la aplicación de la justicia, para aquellos involucrados en acciones de corrupción, impunidad y tráfico de influencias. Dar certidumbre a la población que nadie de los responsables quedará a salvo, por ello se debía de retomar el planteamiento popular de procesar y castigar a los expresidentes que hayan caído en esas prácticas. Por ello, si es necesario hacer reformas a la Constitución, habrá que hacerlas, sin dudar.
De esta manera, tampoco podemos quedarnos en los dos funcionarios señalados ni en los expresidentes, hay otros, plenamente identificados, como el militar que fuera funcionario en Pemex, Eduardo León Trauwitz, identificado con el huachicoleo de altos vuelos, al que también se le acusa como responsable de lavado de dinero.
También están los involucrados en la llamada “estafa maestra”, que involucraba a varias dependencias, fundamentalmente a Desarrollo Social, en el tiempo que fue presidida Rosario Robles Berlanga, lo que se llevó hacer entre otras dependencias, involucrando a varias universidades.
