Partidos ricos; pueblo jodido
En el obrador de la democracia mexicana los partidos políticos, que se mantienen de los impuestos entregados por los contribuyentes, no conocen la masa madre de la honradez. La legalidad. El libre albedrío para elegir dirigentes y candidatos. La credibilidad para cumplir compromisos. El encanto para fomentar la confianza ciudadana.
El director de Educación Cívica y de Participación Ciudadana del INE, Francisco Javier Morales Camarena, durante la presentación del Informe País 2020: El Curso de la Democracia en México, destacó que a nivel nacional las universidades son las instituciones públicas que gozan de la mayor confianza y reconocimiento entre la población, le siguen el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional y el INE; por el contrario, los partidos políticos, diputados locales, senadores y diputados federales registran el grado de confianza más bajo en el país con datos similares en el 2014.
De acuerdo con el estudio de Latinobarómetro 2023, el 58 por ciento de las personas en México opina que la democracia puede funcionar sin el lastre de los partidos políticos, y sólo el 27.9 por ciento confía en esos parásitos del erario, siendo la institución social que más desconfianza les genera, según datos del INEGI.
Gobiernos malos. Partidos políticos despreciados. Candidatos impresentables. Políticos vulgares. Partidocracia antidemocrática. Palabras sin crédito. Promesas incumplidas. Han fomentado el desinterés del electorado para presentarse a las urnas, como ocurrió en 2022, año de la elección de la Gobernadora de Aguascalientes, María Teresa Jiménez Esquivel, que ya marcó tendencia en la baja participación: en el muy lejano 1992 se registró 59.20% de asistencia; 2004, 56.15%; 2010, 54.30%; 2016, 51.95%; y 2022, el vergonzoso 45.99%.
Las organizaciones partidarias, dirigentes y políticos —copias exactas de los vampiros hambrientos—, salen de sus viejos castillos tan pronto clarea la luna para chuparle la sangre al contribuyente que los mantiene con el financiamiento público estatal. Revisemos la tragedia.
Los partidos políticos recibirán 98 millones 562 mil 778 para el año electoral 2024, que supuestamente se aplicarán para solventar actividades ordinarias, gastos de campaña y actividades específicas, de acuerdo a la fórmula considerada en el artículo 33 del Código Estatal de Aguascalientes.
El enorme dinero entregado en nada corresponde a la miseria de votos obtenidos en la elección estatal de 2022 celebrada en Aguascalientes. PAN recibirá 37 millones 845 mil pesos por haber recabado 200 mil 165 votos; MORENA 18 millones 348 mil pesos por 160 mil 350; PRI 14 millones 312 mil pesos por 31 mil 723; MC 10 millones 822 mil pesos por 33 mil 112; PRD 9 millones 844 mil pesos por 12 mil 503; PVEM 438 mil 706 pesos por 3 mil 294; PT 438 mil 706 pesos por 4 mil 26.
El PVEM y PT no obtuvieron, ni siquiera, el 3 por ciento del total de sufragios emitidos, pero eso no importa, el dinero llegará constante y sonante al bolsillo de los medrosos.
Los casi 100 millones entregados en 2024 a los partidos políticos en nada se parecen al salario promedio anual de 54 mil pesos que percibe un trabajador, de acuerdo a las cifras obtenidas a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI.
La terrible desigualdad se ve reflejada en el presupuesto estatal 2024. Mire usted.
La gobernadora panista María Teresa Jiménez Esquivel, entregó al Instituto de Atención Integral de Enfermedades Renales, la miserable cantidad «o mejor dicho: limosna» de 20 millones de pesos, para atender a “cerca de 170 mil personas con alguna enfermedad del riñón, en su mayoría insuficiencia renal en alguno de sus grados», reconoció el 3 de noviembre de 2022 la primera voluntaria del DIF Estatal, Aurora Jiménez Esquivel, hermana incomoda de la Gobernadora.
Por si fuera poco, la mexiquense le regaló a la Secretaría de Comunicación Social y Vocería estatal 73 millones 551 mil pesos para maquilar la propaganda tramposa de El Pequeño Gigante.
¿Sin partidos políticos puede haber paraíso terrenal?
Porque alguien tiene que escribirlo: Luis Enrique García López (alias Quique Galo) será diputado federal por la vía plurinominal. La gobernadora María Teresa Jiménez Esquivel, su amiga y mentora, le pidió a Marko Cortés Mendoza, presidente albiceleste, que el Consejo Político Nacional incluyera en la segunda circunscripción al todavía diputado local con licencia y subsecretario general de Gobierno.
El miedo no anda en burro. La justicia galopa en caballo. El nauseabundo asunto de la caja negra del Congreso del Estado le persigue a García López. Necesita el fuero constitucional. Le urge. Cuando llegue a la Cámara de Diputados se lo recordarán.
Pero por lo pronto, vale la pena leer La caja negra de Aguascalientes, esplendido trabajo de investigación periodística, de Mónica Cerbón y Jennifer González, publicado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, el 1 de junio de 2021, para conocer al facha de García López, el panista que habrá de representar a Aguascalientes en la cámara baja.
https://contralacorrupcion.mx/la-caja-negra-de-aguascalientes
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