PIZCA Y PEPENA GROUCHO MARX Y LA (FARSA) ELECCIÓN JUDICIAL
(LA SOBERANÍA COLGANDO DE UNA GAVIA.- Una característica de la 4t, que es tanto como decir de López Obrador y de su regente, es la hipersensibilidad que se extiende a todos los súbditos, lacayos y siervos de la nación que componen la cohorte de aduladores que han conformado, que, por una pitanza son capaces de aceptar todos los “otros datos”. Luego del accidente del Cuauhtémoc, lamentabilísimo, los ultrachairos sufrieron ante el temor fundado de que se politizara como crítica para Morena. Respiraron aliviados cuando se dio a conocer, lo que cualquier lector medianamente informado ya sabía, que en los puertos hay un “práctico” que apoya para las maniobras. Lo que nunca se justificará es que, perdido el control el capitán del barco no haya ordenado el zafarrancho para que los marinos y grumetes, se pusieran a salvo.)
Groucho Marx, célebre comediante, integrante del grupo de los Hermanos Marx, que si el despistado lector no conoce, merece la pena que lo busque en You Tube, cuando le invitaron a incorporarse a un club, contestó que nunca pertenecería a una asociación que admitiera tipos como él. Me parece que se puede aplicar la anécdota a la presente desafortunada campaña para invitar a votar en una elección que a poquísimas personas interesa y que en los puestos claves, la aplanadora morenista ya tomó las medidas necesarias para que lleguen al menos, las tres deleznables ejemplares que ya se habían colado sin merecimientos a la Corte, y que ahora regresarán porque son necesarias para la 4T que requiere incondicionales lacayos para asegurar que los cambios legales que garanticen su permanencia y hegemonía, cuenten con el aval del que hasta hace poco fue un organismo digno con un trabajo transparente y responsable.
Yo nunca votaría para desempeñar la función de juez, por una persona que estuviera convencido o que aparentara estarlo, de que realizar un simulacro de elección pueda ser un procedimiento adecuado para seleccionar a los responsables de una de las más delicadas funciones públicas, más aún en las circunstancias actuales, en las que todas las candidaturas se alzan sobre el desplazamiento injusto, vengativo y cruel, que llevó a cabo el presidente López Obrador y que su regente no se atrevió a enmendar, pese al evidente costo político, económico y de funcionalidad, que repercutirá en la seguridad y confianza del gobierno y del país. Los funcionarios desplazados se habían ganado un lugar, un reconocimiento con base en un desempeño responsible que se desmoronó por el capricho de un alienado autócrata.
La decisión del cambio constitucional se apoyó en las trapacerías antidemocráticas que transformaron una mayoría simple en una mayoría calificada, en el desacato ordenado desde el Ejecutivo de las resoluciones de la justicia federal y con base en la grave aberración jurídica de que las reformas constitucionales no son revisables por el Poder Judicial. En otras palabras la infalibilidad papal, trasladada al presidente de México, que valiéndose de un cuerpo incondicional de corifeos babeantes, aprueban todo lo que se ordena desde palacio nacional.
La perversión alcanzó a las entidades federativas. ¿A quién le dan pan que llore?. Los gobernadores se encontraron con el regalo presidencial de integrar el poder judicial estatal a su capricho, manejando adecuadamente una publicidad y organizando el proceso de selección, irregular como en nuestro caso, y preparando brigadas de votantes con la encomienda de garantizar la integración de poder judicial a modo. Un botón de muestra en el estado hay cinco puestos para magistrados varones y hay cinco candidatos, hay seis para mujeres y hay ocho candidatas. Curiosamente la selección era previsible, pero no esperable. Sin duda pasaron los ungidos, no los mejores, aunque hay algunos bastante buenos, se colaron acosadores, oligofrénicos, militantes partidistas, etc.. ¿Tendrá el votante elementos para discriminar? Desde luego que no. Ganarån los candidatos del poder organizado. En el ámbito federal los de morena, para el estatal los de la gobernadora.
Tomo sin permiso, una parte de la extraordinaria columna de Jorge Volpi, Elegir Jueces, publicaca en éstas paginas, que merece resaltarse: Un juzgador no es un representante popular: su tarea no consiste en dar voz a la mayoría de los ciudadanos de una circunscripción, o en dirimir quién habrá de gobernar un municipio, un estado o el país en su conjunto, sino en valorar el conjunto de pruebas que se le presentan para determinar la verdad judicial: esa construcción imaginaria que permite la convivencia social al dirimir las controversias entre particulares, o entre particulares y el Estado, a partir de los testimonios y las pruebas que se le presentan. Lo más probable es que al final sean tanto Morena como el crimen organizado quienes determinen a los vencedores, cuando no el más puro azar.
Imperdibles también las reflexiones de Jesús Silva Márquez, que tomo en el más puro estilo de la futura presidente de la Corte, la ministra Falzín: Participar en la elección de los árbitros es aceptar que un ministro de la Suprema Corte de Justicia sea un Diputado judicial. Por eso el voto de junio es un acto de irresponsabilidad cívica. Habrá quien piense que el voto puede ahuyentar el mal mayor, que votar puede evitar la captura total de un poder y que podría ayudar a que lleguen a los tribunales o permanezcan en ellos abogados experimentados y honorables. Debemos reconocer que hay ocasiones en que el voto es instrumento antidemocrático. Aunque los ignore la Presidenta Sheinbaum, la historia está llena de procesos electorales que han servido para darle barniz de respaldo a una dictadura.
(CLAUDIA , LO DURO Y LO TUPIDO.- Por si no fueran bastantes las calamidades que han requerido retoques en la máscara de la regente, el día de ayer irrumpió la noticia de que fueron “abatidos”, “desvividos”, para usar expresiones estúpidas de los medios, o asesinados para llamarles por su nombre. La Secretaria Particular y el Valido dela señora Brugada, gobernadora de la CdMx. La primera pasaba en su lujoso Audi, auteridad aparte, a recoger al segundo en una estación del metro Tlalpan, en donde la estuvieron cazando al menos desde el 14 de mayo. Indignante, ninguna muerte se justifica, pero menos aún la transformación del duelo en un mítin político de Morena. El golpe está dado, no sólo a la capital, a su gobernadora y a su ineficaz policía y a su servicio de investigación criminal, me niego a llamarle inteligencia, sino a la regente de la república, a su Super Héroe y a la estructura policíaca militar que en casi veinte años en la calle, no ha logrado disminuir la violencia ni la criminalidad. ¡Cambiadme la receta!.)
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