¿QUIÉN PARARÁ A ESTADOS UNIDOS?

Conforme pasa el tiempo desde mi juventud y veo cómo opera el gobierno norteamericano, sean demócratas o republicanos, más antiimperialista y antigringo me vuelvo. No me merecen el menor respeto ni consideración, como ellos no lo tienen con nadie ni siquiera con su pueblo. Solo defienden intereses particulares, que son los de detentan el poder económico y financiero. Ya no solo es refrendar la Doctrina Monroe ni el Destino Manifiesto, no tienen llenadera en su afán expansionista y colonizador.
Se jactan de vivir en la tierra de la democracia y del sueño americano, que solo deslumbra a aquellos que no tienen nada que perder, aunque sigan explotados y sobajados en tierra ajena. De ese tamaño es su miseria. El problema es que su situación, la de la cúpula norteamericana, no se queda circunscrita al interior de su territorio, sino que están empecinados a intervenir en otros países, imponiéndoles muchas veces gobiernos y modelos, pero sobre todo, apoderándose de sus riquezas. Muchas acciones han habido en más de un siglo que demuestren esta política depredadora, cargada de cinismo e impunidad.
Solo me quiero referir a tres de ellas, recientemente cometidas, que demuestran lo antes mencionado. Una es la postura con respecto al inhumano bloqueo a Cuba. El segundo, es el veto al acuerdo por promover la paz en el medio oriente. Ambas asumidas en la Organización de las Naciones Unidas. El tercero es su actitud en el conflicto Ucrania-Rusia.
La Asamblea General de la ONU aprobó a fines de octubre, con 187 votos a favor de la condena y terminación del injusto bloqueo a Cuba, solo con dos en contra (Estados Unidos e Israel obviamente) y una abstención (Moldavia), que no significa mucho, pero que quiere ser admitido en la Unión Europea, por lo que es fácil venderse al mejor postor. El mismo resultado se ha obtenido por varios años, sin que el gobierno norteamericano se inmute y siga hostigando a la isla caribeña por más de medio siglo.
El segundo caso es el veto impuesto por el gobierno de Washington, a un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que exigía un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente en Gaza. Los otros cinco países con derecho a veto votaron a favor, al igual de los diez integrantes temporales del organismo. Aquí tampoco reconsideró su postura a tal grado que no reaccionó ante la resolución de la Corte Internacional Penal que decretó la orden de aprehensión de Benjamín Netanyahu, por crímenes de guerra y contra la humanidad.
Por si fuera poco, como tercer caso, es que el gobierno de Joe Biden autoriza a que Ucrania utilice sus misiles de largo alcance contra territorio ruso. En los hechos está demostrando que no le interesa ni el pueblo ucraniano ni que el conflicto se generalice, al grado de provocarse una tercera guerra mundial y la utilización de armas nucleares.
Algo tendremos que hacer para parar al gobierno de Estados Unidos y su afán expansionista.