SE ACERCA LA VERDADERA CAMPAÑA ELECTORAL
Antes de entrar al tema, algunos datos que también incidirían en el proceso electoral, cuya fase proselitista está por comenzar el próximo primero de marzo, después de que ya quedaron debidamente registrados ante el INE, los (as) tres candidatos (as) a la presidencia de la República. Se acerca entonces la hora de la verdad.
Los datos preliminares a los que quiero referirme es el resultado de la encuesta realizada por Enkoll, que en promedio le da a AMLO un grado de aceptación del 77%, lo cual sin dudas, podría verse reflejado en la participación y los resultados electorales. Guerrero y Sinaloa son las entidades donde el Presidente está mejor ubicado, con 86%. Pero curiosamente, Aguascalientes es el estado de más baja aceptación para el tabasqueño, con 62%.
Aún con esa cifra “modesta” registrada en la entidad, está por más de diez puntos arriba del cincuenta por ciento, lo que se podría ver reflejado en los resultados electorales y esperar una contienda competitiva y posiblemente ganadora, aún la percepción de algunos morenistas locales, que no ven posibilidades del triunfo en los tres distritos federales. De tal manera que, con esa visión autolimitada, solo veían con cierta garantía para llegar a las Cámaras, a Nora Ruvalcaba, como primera minoría al Senado de la República y a Arturo Ávila, que quedó ubicado en el tercer lugar de la lista plurinominal en la Segunda Circunscripción para la Cámara de Diputados.
En 2018 Andrés Manuel López Obrador le ganó no cerradamente a Ricardo Anaya, pero ese escenario no se repitió en las otras pistas. Sólo llegó al Senado por primera minoría, Daniel Gutiérrez Castorena, que ahora va en segundo lugar en la fórmula que encabeza Nora Ruvalcaba. Hay quien señala que es escenario de hace seis años podría repetirse en la entidad, aun cuando hayan cambiado las condiciones y se interponga la estrategia morenista para aplicar el Plan C.
Aunque también es claro el proceso, más de la presentación de propuestas por parte de los candidatos y partidos, puede multiplicarse las campañas negras y la guerra sucia, tal como se ha intensificado las últimas semanas con la utilización de robot alimentadores y/o constructores de la percepción de un apoyo del narco al actual partido gobernante.
La derecha va hacer lo suyo, todo aquello que esté de su parte para si no puede competir para ganar, por lo menos evitar que Morena y sus aliados alcancen la mayoría calificada en las Cámaras. Ya vieron lo que puede ser útil para contener los avances de la 4T.
Pero Morena y sus aliados no debieran esperar que, solo con la inercia de empuje popular de su líder, dígase López Obrador, podrán ganar, la presidencia de la República si, no el resto de posiciones en disputa en Aguascalientes. Y lo que debieran definir tanto la dirección morenista como su base partidista, es cómo y qué se haría para aportar al cumplimiento del Plan C. Implica entonces un cambio de actitud y cero grandilocuencia.