Sin tráfico de influencias no tendrás acceso a los servicios de seguridad pública en Aguascalientes
El pasado 22 de agosto de 2019 presencié involuntariamente en lugar privilegiado de primera fila una riña entre vecinos, propietarios de dos viviendas dentro de un coto en el sur de la ciudad de Aguascaliente. Trifulca ocasionada por la acumulación de malos entendidos entre vecinos que traspasó el nivel de las palabras a los hechos de violencia física. En gran medida la intervención de las esposas de los involucrados fue uno de los principales motivadores para que dé los insultos y amenazas se pasará a los golpes.
Los motivos de la riña son entre particulares. Las acciones públicas son responsabilidad ya de las autoridades competentes que tienen jurisdicción para resolver sobre esos hechos. En estos párrafos no profundizaré sobre detalles del caso; basta relatar la generalidad del asunto para motivar la reflexión que a continuación se esgrime aquí.
Cerca de las ocho de la noche en el arroyo de la calle los protagonistas del zafarrancho con gritos y amenazas de muerte alertaron a los demás habitantes de la calle del vecindario. Varios espectadores al instante acudimos al lugar De los hechos intrigados por los golpes que se escuchaban. Como acto de la modernidad ya en la calle se podían observar varios habitantes de la zona tratando de marcar al mismo tiempo por medio de sus celulares a los servicios de emergencia de la ciudad para solicitar el apoyo de las fuerzas públicas con el fin de evitar que de los golpes se pasaran a mayores, ya que, entre gritos patadas e insultos surgieron las amenazas de muerte que una familia prodigaba contra la otra.
Los que llamamos por los celulares a los números de emergencia nos topamos con grabaciones automáticas que agradecían que intentaremos comunicarnos a dicho servicio dispuestos para resguardo de la seguridad. <<“Aguascalientes seguro”>> era una frase que se repetía una y otra vez en un círculo incansable de audio que se combinaba con la acción violenta del espectáculo callejero de la lucha libre amateur que presenciamos.
Luego de quince minutos de esperar en la línea, por fin una voz humana respondió. Preguntando el motivo de mi llamada al servicio de emergencia de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, le respondí que era para denunciar una riña entre vecinos en la calle, a lo que el amable interlocutor respondió con voz tranquilizadora “¿a usted en que le afecta?”, le conteste, tiene usted razón mi vida no está en juego ya que los que se están golpeando desde hace 15 minutos y amenazando de muerte son otros, no yo, pero le recuerdo que son dos familias las que están involucradas con menores de edad, y si la vida de un adulto no le importa esperaría que la de un menor al menos lo conmueva para que pueda enviar patrullas para que separen a los vecinos rijosos. Entonces la voz de quien me atendía cambio de un tono amable y despreocupado a un tono de emergencia – “a caray no creí que fuera tan grave, espéreme en la línea para tratar de comunicarlo con una autoridad competente que lo pueda atender”.
Por lo que nuevamente el audio de agradecimiento por marcar al servicio de seguridad pública del municipio de Aguascalientes inundaba con su irónica melodía el odio de quien aquí se expresa.
Pasaron otros diez minutos y no hubo respuesta de ninguna autoridad. Con 25 minutos de llamada la línea en lugar de ser enlazada fue cortada. ¿Ese es el nivel de respuesta de la Secretaría de Seguridad Pública del Municipio de Aguascalientes ante emergencias?
En el acto en el que varios habitantes intentábamos reportar el hecho, otro vecino, “trabajador de la SSPMA”, al percatarse que los servicios telefónicos de emergencia dispuestos para la denuncia no funcionaban, atinó a recordar el de compañeros que en ese momento se encontraban en servicio. Llamó por su celular al número particular de uno de sus compañeros de trabajo y preguntó ¿qué compañero se encontraba en la zona para pedirle auxilio?, pronto dio con la respuesta y en lo que yo llevaba veinte minutos de espera el compañero policía encargado de vigilar la zona era contactado por medio de llamadas particulares de celular.
Antes de que me colgaran la llamada, acudieron al lugar de los hechos tres patrullas de las que llamó el vecino trabajador de la SSPMA. Con su presencia los golpes terminaron, no los insultos y las amenazas, al tiempo que uno de los involucrados acudía a su vehículo a esconder objetos que presuntamente eran armas. A pesar de que más de un vecino alertó a los oficiales de la posible presencia de armas, estos no quisieron revisar el vehículo que se usó para ocultar los objetos sospechosos. Contentándose los oficiales con detener a los jefes de familia para ser trasladados en las cabinas de las camionetas, amarrados y esposados, dejando libres a otros integrantes de la trifulca. ¿Seguramente requería mucho valor de los oficiales revisar los vehículos?, ¿Qué hubieran hecho si se encontraban con armas? y ¿Qué hubieran perdido si no encontraban nada?.
Lamentable el hecho de violencia, pero la respuesta de la autoridad de seguridad en el municipio de Aguascalientes, dejó en claro hasta dónde es su convicción y capacidad de respuesta. Si se trata de contactarlos por los canales oficiales que el municipio capital se ha esforzado por promocionar; nos vamos a encontrar con un sujeto incapaz para resolver la emergencia. Por lo que si usted o yo como ciudadano no contamos con familiares, amigos o conocidos dentro de la SSPMA su emergencia no será atendida, ya que queda claro que para tener acceso al servicio de seguridad pública en el municipio de Aguascalientes se requiere de TRÁFICO DE INFLUENCIAS para poder ser atendido.
Si este tipo de respuesta es la que da a toda la población la SSPMA ahora comprendo porque los índices de criminalidad en la ciudad de Aguascalientes van en aumento, como por ejemplo los feminicidios, la violencia intrafamiliar, violaciones, lesiones, narcomenudeo, extorsión y secuestro. Ya que simplemente tenemos una policía que no tiene la capacidad de responder ante amenazas, emergencias o situaciones de riesgo (quiero creer que es por pura ineptitud, que les impide a sus directivos resolver el problema y no una estrategia de complicidad con el hampa). Pero eso sí, colaboran con retenes para detener vehículos con placas vencidas, detener a personas “por actitud sospechosa” (porque son pobres o feos), les debe quita mucho tiempo para que puedan dar el servicio a la ciudadanía que reclama atención, seguridad y orden , pero si atienden a la ciudadanía, ello interfiere con sus tareas de perseguir infractores de tránsito y torturar ciudadanos.
Según encuesta nacional de percepción de Seguridad Pública INEGI: En diciembre de 2018, Aguascalientes capital tenía un 54.6% de percepción social de inseguridad pública; en marzo del 2019, esa percepción aumentó a 58.1%
http://www.semaforo.com.mx/
Según Semáforo Delictivo en Julio de 2019 en Aguascalientes:
http://aguascalientes.semaforo.com.mx/
Datos consultados en Semáforo Delictivo