TIRO AL PIE

TIRO AL PIE

Me preocupa lo que sucede en Morena, pero también algunas acciones (o no acciones) atribuidas al Presidente de la República, que pueden incidir en una disminución de la votación que obtenga ese partido y sus aliados en las elecciones de junio próximo. Ambos siguen como caballos lecheros, presuntamente siguen para adelante por sobre todo, sin ver a los lados, piensan que todo está bien, que siguen teniendo el apoyo de esos treinta millones de electores que sufragaron a su favor en 2018, no ven lo que sucede a su alrededor ni las pifias que día a día están cometiendo. No hay ni como ayudarlos.

En el caso de Morena se habla de que en más de 25 entidades hay movilizaciones de bases partidistas y en algunas incluso las sedes partidarias están tomadas (entre ellas la de Aguascalientes), de tal manera que Mario Delgado, actual presidente nacional de ese partido se ha separado de su base, impulsado a sus incondicionales, amarrado alianzas pragmáticas a espaldas del partido y ahondado la crisis interna que heredó y que no ha hecho nada para resolver y superar, al contrario, le atiza al fuego de la división y en cuanto a Citlalli Hernández, ha resultado una decepción, porque pudo haberse convertido en un necesario contrapeso al presidente partidario y no lo ha hecho hasta ahora.

Supongo que por esa vía, poco democrática y si profundamente autoritaria, el actual presidente nacional morenista está pensando que puede lograr el gran objetivo de refrendar los resultados del 2018. Pero a qué costo y sobre todo sin seguridad de que pueda alcanzarse la mayoría calificada en la Cámara de Diputados federal, que asegure la gobernabilidad necesaria para lograr concretar la visión que tiene el Presidente de la República sobre la Cuarta Transformación.

Las cosas debieron haber sido al revés: cerrar filas en torno a la unidad partidaria, priorizar a sus militantes: ligarse a la sociedad y movimientos sociales en lucha, no a grupos de la clase política, cargados de chapulines y advenedizos; así como hacer eco de los millones de electores que sufragaron por su partido, pero que ni son morenistas y si les dieron el derecho de la duda para demostrar en los hechos, no en los dichos, que realmente son diferentes. No lo hicieron, no piensan así, predomina en la cúpula el pragmatismo ramplón. Nunca entendieron la lección que al respecto dejó la errónea postulación de Lily Téllez.

Gracias a la debilidad orgánica y propositiva de la derecha conservadora y sus aliados, como es el caso ahora del PRD, podrían seguir triunfando en las elecciones, pero no asegura el cumplimiento del objetivo ideal, de tal manera que podrían perder ganando, llevándose entre las patas a los electores que todavía podrían confiar en ellos y poner un escollo para la gobernabilidad que se requiere para la segunda parte de la actual administración federal.

El fin de semana pasado, en el marco de la asamblea estatal en Aguascalientes del Movimiento Comunista Mexicano, donde predominan miembros de Morena (en lo que es una aceptada doble militancia), alguien planteaba incluso anular el voto, como repudio a la forma y en quienes habían recaído las candidaturas en la entidad, empezando por el postulado para el municipio de la capital del Estado. Porqué está claro que no es opción por el PRI, el PAN y sus aliados.

En lo personal, siendo apoyador crítico del actual gobierno federal y de Morena, no creí adecuada la propuesta, no obstante que los compañeros tenían razón en cuanto a sus críticas y acciones que han implementado. Cuesta mucho trabajo convencer así, más cuando algunos de los actualmente postulados por Morena son indefendibles, pero sobre todo, de ganar, no dan garantía de que se ciñan a un programa democrático y de izquierda.

A esta situación, de estricta situación interna de Morena, pero que ha empezado a tener repercusiones negativas en su exterior, se suman cuestionables actuaciones de López Obrador, al que ya se afirma que no escucha a nadie, sólo las voces que quiere oír. Para él todo está bien, aunque sean cuestionables algunas áreas, cuando una parte de su aparato o provenga de las anteriores administraciones o se comporte de manera similar a éstas.

No satisface los resultados en su lucha contra la corrupción, pues prevalece la impunidad. El caso de personajes como Carlos Romero Deschamps no se soluciona con su jubilación, sino con la aplicación de la ley, lo cual, al parecer no se quiere aplicar ni proceder. Tampoco gustó su postura condescendiente en el asunto de Félix Salgado Macedonio, de tal manera que sectores de mujeres dudaron de su propuesta ética y recordaron sus rasgos conservadores de cuando fue Jefe de Gobierno y dejó a un lado las demandas del movimiento feminista y LGBT.

Muchos, entre los que me cuento, no pusimos todos los huevos en la canasta de López Obrador, en tal sentido no hubo decepción, si en cambio comprobación del carácter político e ideológico de lo que representa. Pero para otros no fue así, más para aquellos de procedencia de una cultura política endeble o en quienes había prendido la propuesta de lucha contra la corrupción y que no comparten la apreciación de “perdón su, olvido no”- De que sirve esta postura cristianamente moralina, si va haber impunidad pata quienes saquearon al país.

No serían suficientes las consideraciones autocríticas manifestadas en junio, después de las elecciones, pues ello sería insuficiente evitar para la apertura del regreso de la derecha. Desde ahora se deben dar cuenta que han perdido electores y otros votaremos aún sus errores, por lo que no hay otra.

Con ello se plantea con mayor exigencia el surgimiento de una opción de izquierda no general sino socialista. En ello tendríamos que trabajar en los próximos años. Hay entonces mucho por hacer.

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM).

Daniel Carlos García

Aguascalentense de nacimiento, comunista por convicción y médico por estudios en la UNAM. Militante activo de la izquierda marxista desde la década de los 70’s; fue miembro y dirigente de los partidos: PCM, MAUS, PSUM, PMS Y PRD. Periodista por vocación y colaborador de diversas publicaciones. Ha escrito diversos libros, entre ellos: “Fulgor rebelde. La guerrilla en Aguascalientes”, “El perredismo en Aguascalientes” y el “Diccionario de la Izquierda en Aguascalientes”, “Historia y situación del cooperativismo en el DF” y “Las mujeres en la Revolución Mexicana”. Fue Director de Capacitación para el Empleo del Gobierno del Distrito Federal (2000-2005); asesor del Srio. de Gobierno del GDF y Director de Estudios y Estadísticas del Trabajo (GDF 2007-2012). Actualmente es Gerente de Saludo en CENFES, AC, así como organizador y dirigente del Movimiento Comunista Mexicano (MCM).

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