“La medicina es una ciencia social y la política no es más que medicina a gran escala”. Rudolph Ludwig Carl Virchow

La pandemia agravó lo que ya estaba delicado

La pandemia ha sido terrible no sólo para el cuerpo humano sino también para el cuerpo político de las sociedades y como nunca la calidad de la democracia se ve en peligro. Hay una alarma a nivel mundial y en países como el nuestro, el conflicto político no resuelto en los acuerdos necesarios y urgentes de la democracia, cobra dimensiones de confrontación peligrosa.

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Es tiempo para edificar una nueva cultura política donde la participación ciudadana construya la legitimidad electoral de una nueva política. Una participación ciudadana alejada de este ánimo de dádivas electoreras, de distracción, tenebras y fandangos, como ha ocurrido en las últimas semanas en Aguascalientes. Vivimos días azarosos y no se irán pronto, más allá de vacunas y promesas de recuperación económiica. La pandemia ha agravado lo que ya estaba delicado, el cuerpo social.

Una vez concluido el registro de candidaturas a las alcadía del estado, junto con las diputaciones al Congreso estatal y las diputaciones federales, se da inicio a la jornada electoral con las campañas en tierra y aire que deben ser espacio para la cultura política y la civilidad, y no solo espacio para el vituperio y las promesas, menos aún para servir como arena de conforntación, o mera amplificación de la luchas facciosas del poder por el poder. Como nunca se requiere de un diálogo serio y de un programa político capaz de contener la pandemia de la desigualdad, el fondo más abrupto de nuestros males.

Porque vivimos un momento de inflexión en el devenir del mundo, de nuesto país y de nuestra región, y porque esto genera también oportunidades, además de amenaza, es que debemos cuidar el presente y futuro de la democracia. Los riesgos latentes están frente a nosotros y el escenario exige que actuemos con celeridad y con la toma de decisiones de consenso que trasciendan a partidosy grupos de interes económico político, o eso o salir de todo esto con un más pronunciado deterioro de las condiciones en donde puedan darse acuerdos democráticos que tomen como principio y fin el interés general.

A la altura de los desafíos. requerimos una democracia de calidad, en donde los ciudadanos podamos caminar y expresarnos todos y asimismo ser escuchados y tomados en cuenta, para así en verdad hacer un frente común en contra de las adversidades. Una sociedad fragmentada como lo es esta en que vivimos, llena de peligrosas contradicciones y desigualdades, solo podrá dar pasos firmes hacia adelante mediante una activa e inteligente participación ciudadana, una de las más costosas tareas pendientes de nuestro fragil sistema. Requrimos liderazgos con visión de futuro, y liderazgos que se ganen con la acción, más allá de las marcas y las famas personales creadas fraudolentamente por medio de la presencia dominante en los medios de comuinicación.

No solo padecemos desatención sanitaria, zozobra, precariedad y riesgo de quiebra económica. Asaltada por los cuatro jinetes de la desgracia, la convivencia misma, los equilibrios necesarios para continuar, el presente y el futuro, aquí y ahora están en riesgo.

En el transcurso de los próximos días, las y los candidatos, se acercarán a los electores por todos los medios de difusión posibles, pero ahora más que ayer pero menos que mañana, por la vía de de los medios y la comunicación digital, las redes sociales. Solicitarán el apoyo político del voto, y tratarán de convencer de que representan la mejor opción política.

Han comenzado las pintas de bardas, espectaculares, volantes, trípticos, camisetas, gorras, bendiciones, ruegos y reclamos, y toda clase de artículos publicitarios; se harán recorridos, reuniones, mítines, foros, entrevistas de radio y televisión, reportajes, noticias, spots y anuncios en todos los tonos y en todos los medios, plataformas Web y aplicaciones móviles,

Asimismo, escucharemos discursos que reflejan la visión de partidos y candidatos, respecto de su propuesta de trabajo para buscar soluciones y respuestas a las problemáticas que plantea la ciudadanía. Deberán salir adelante aquellos que sepan sumar a sus campañas las verdaderas inquietudes ciudadanas y demuestren ser capaces de llevarlas a programas de gobierno. Deberán ganar quienes sepan reconocer el valor de la horizontalidad de los actores, quienes convenzan de ser creíbles y aptos para abrir nuevos caminos a la participación ciudadana en la gestión pública.

Ahora nosotros más que ellos, tenemos la palabra. Al decidir habrá que valorar que lo que está en juego va más allá de los partidos. Requerimos si, una medicina a gran escala.

Publicado en “Hidrocálido” 24.03.2021