Una elección histórica, Una presidenta en México

Una elección histórica, Una presidenta en México

Hay múltiples argumentos y enfoques que señalan que el pasado 2 de junio fue una elección histórica. Para no tener que elegir y repasar varios de las perspectivas que han estado proliferando para llegar a ese adjetivo, me concentro en uno muy evidente y en la que todos (por solo tomar el criterio estadístico) podemos coincidir.

Por primera vez México tendrá una presidenta elegida por la mayoría de población que tiene edad de votar. Solo esta característica es suficiente para abrir una serie de reflexiones, diálogos y especulaciones de los que significará este nuevo acontecimiento para la vida del país. Una experiencia que va desde lo que pareciera cotidiano hasta los asuntos más trascedentes, concretos y simbólicos.

Es decir, nos tocará ver a la presidenta en medio de hombres y mujeres militares haciendo honores a la bandera como jefa de las fuerzas armadas, dar el grito en el balcón de palacio nacional, ver su fotografía en las oficinas públicas, por mencionar eventos dentro de la simbología nacional, u otros aspectos más frívolos como su vestimenta. ¿A caso nos fijábamos en el color de los zapatos o en el traje de los presidentes?, Era el mismo prototipo sin sorpresas. Tal vez, lo único que los diferenciaba era el color de la corbata, que además ya sabíamos que tenía que ir a tono de su filiación partidista.

Nadie habíamos tenido esta experiencia en México. Incluso desde nombrarla en femenino es la presidenta, no la presidente. Recuerdo en alguna ocasión una compañera me corrigió cuando me referí a ella como ingeniera, prefirió que le dijera ingeniero. En otras profesiones ya había ganado esa batalla y les decimos doctora, licenciada, arquitecta, desde luego maestra y muchas otras.

Si a ello le agregamos que su principal contendiente también fue otra mujer eso hace a la elección todavía más histórica. Desde luego, dos biografías personales, académicas, laborales y políticas distintas, lo cual abona a la singularidad de la contienda. Pero además de los méritos y trayectorias de cada quien, este evento no es casual, muestra el ascenso de las mujeres en la toma de decisiones al mayor nivel de la jerarquía política del país.

Después de muchas luchas, concesiones, negociaciones o como queramos llamarle, las mujeres lograron establecer una ley para asegurar la paridad de género en las candidaturas a cargos de elección popular. Da orgullo, al menos a mí, ver una tabla de la OCDE (2023) donde México junto con Nueva Zelanda ocupan el sitio de primer lugar con el mayor porcentaje de mujeres en los parlamentos entre los países miembros, por encima de Suecia (5), Noruega (6), Finlandia (7) y Dinamarca (8). Pero luego cae el entusiasmo, al ver que entre los mismos países de la OCDE (2022) México, ocupa el penúltimo lugar, solo por encima de Turquía, en cuanto a la brecha de participación laboral entre hombres y mujeres.

A nivel internacional, la presencia de una mujer presidenta en México tiene implicaciones y significados importante en un contexto en donde hay un resurgimiento de los movimientos de extrema derecha, desde luego siempre han estado ahí, pero hoy es notable su expansión y su triunfo en posiciones de gobierno a todos los niveles. En estos días, nos enteramos que la representación italiana en el G-7, comandada por la primera ministra Giorgia Meloni consiguió eliminar de la declaración conjunta de los líderes la referencia al aborto que estaba presente en el comunicado anterior de 2023 en la cumbre en Hiroshima. El tema de la despenalización o bien el derecho al aborto es un asunto que refleja claramente las posiciones políticas e ideológicas en temas relacionadas con la autonomía y la no violencia hacia las mujeres, pero también respecto a derechos ganados y reconocidos por parte y hacía las personas con otras preferencias sexuales, denominada LGBTI +, esta vez las posiciones restrictivas conservadoras y de ultraderecha salieron vencedoras en la cumbre de este año.

En un contexto más cercano, la llamada de felicitación de Kamara Harris vicepresidenta de los EUA a la Claudia Sheinbaum no parece casual. En el año 2022 el Tribunal Supremo derribó el fallo que da protección al derecho de aborto que promulgado desde 1973. Hoy en una contienda de elecciones en ese país, el tema es un debate polarizado entre la sociedad y partidos, y en donde el Partido Demócrata a puesto como parte de su propuesta regresar ese derecho.

Recordemos que la presidenta electa fue Jefa de Gobierno de la Ciudad de México en donde en el 2007 se hicieron reformas legales para reconocer el derecho de las mujeres a interrumpir legalmente el embarazo durante las primeras doce semanas de gestión y en donde en el 2009 se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo. El punto que quiero solo anotar es que dentro de las mujeres que están en la cúpula de la jerarquía política y económica, no por el hecho de serlo tienen una misma agenda frente a los temas de género en sus diversas vertientes.

Teniendo estos contextos de comparación y regresando a la elección histórica, además de llegar una mujer a la presidencia de la república, habrá 13 gobernadoras en entidades que representan el 47% de la población del país. Cuáles son y serán sus prioridades? Cada uno de los estados tienen sus propio tiempo y contexto, pero la orientación social y política de cada una de las gobernantes es un factor determinante que puede hacer la diferencia en los resultados de su gobierno. Podríamos empezar reflexionando y analizando el caso de Aguascalientes.

En Aguascalientes, como en otros aspectos, se anticipó a las tendencias nacionales, en 1995 llegó la alternancia política y hace dos años tuvimos la primera gobernadora en el Estado. También después de 50 años de su existencia la Universidad Autónoma de Aguascalientes tiene su primera rectora, situación que no se ha dado en la UNAM, la máxima casa de estudio del país.

La presidenta electa que tomará posición en octubre, hereda un país en donde la tasa de feminicidios está entre los nueve y 10 por día, sin duda será uno de los grandes retos que tendrá que enfrentar, pero que a todos los hombres y mujeres de este país nos corresponde contribuir a solucionar. Sería un gran error y un retroceso si adopta la posición que ha tenido el actual presidente y líder de la Cuarta Transformación, al minimizar y desentender a las feministas y en general las principales demandas de las mujeres en su búsqueda de la igualdad de género y una vida libre de violencia. Al tiempo.

Fernando Camacho Sándoval
Fernando Camacho Sandoval

Licenciado en Economía por la Universidad Nacional Autonómica de México, (UNAM). Maestría en Economía y Política Internacional por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara. Tiene una estancia posdoctoral el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Su experiencia y actividad profesional la ha combinado entre el ámbito académico, el sector público y consultor independiente.

Fernando Camacho Sandoval

Licenciado en Economía por la Universidad Nacional Autonómica de México, (UNAM). Maestría en Economía y Política Internacional por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara. Tiene una estancia posdoctoral el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Su experiencia y actividad profesional la ha combinado entre el ámbito académico, el sector público y consultor independiente.

Un comentario en «Una elección histórica, Una presidenta en México»

  1. Excelentes reflexiones acerca de un evento tan trascendente en la vida nacional.
    Felicidades a Fernando Camacho y a Diálogos en Plutalidad por artículos como “Una Elección Histórica…” que ayudan al análisis objetivo.

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