Zarandea senadora a gobernadora
El martes 15 de octubre, a las nueve de la mañana, la camioneta blanca que la mueve en la selva de la política nacional entra al estacionamiento subterráneo del edificio sede de la Cámara de Senadores, en Paseo de la Reforma 137. Se detiene en el lugar asignado. Desciende acompañada de su leal amiga y eficiente colaboradora, Jennifer Kristel Parra Salas, senadora suplente. Se enfilan al elevador que las lleva al tercer piso donde está su oficina, la marcada con el número número 12.
Ofrece los “buenos días” a su personal. Pide un café sin azúcar. Abre la computadora portátil. Revisa por enésima vez el documento que minutos después leerá en la sesión ordinaria. Pasa al baño. Se mira en el espejo. Acomoda nuevamente el pendiente del infinito, ese símbolo que no tiene fin ni término, tampoco caducidad.
Aguascalentense de pies a cabeza. La senadora Nora Ruvalcaba Gámez tiene enterrado su ombligo en su natal Pabellón de Arteaga, que la vio nacer el 8 de agosto de 1967, para entregarle a Aguascalientes una maestra y abogada moldeada en los talleres de la política estatal, donde conoce a la perfección los blancos y los oscuros de la entidad como dirigente estatal de Morena, regidora capitalina y diputada a la LX Legislatura del Congreso del Estado, donde coincidimos para conocer de cerca su trabajo serio, responsable, además de blindar generosamente mis actividades de Coordinador de Comunicación Social, ante la permanente y dolosa embestida de los Lozano Boys, cuatro diputados priistas de escasa inteligencia, abundante liviandad profesional y mejor conocidos como el bueno, el malo, el feo y el tonto.
Alejada de histrionismos teatrales y parlamentos banales, Ruvalcaba Gámez se levanta de su escaño, en la tercera fila. Aborda la tribuna legislativa. Demanda a sus pares la aprobación de la proposición con Punto de Acuerdo, para que el Senado de la República recomiende respetuosamente al Gobierno del Estado de Aguascalientes colabore con el Gobierno de México para desarrollar una Estrategia para la Construcción de la Paz en el Estado de Aguascalientes.
Y es que Aguascalientes, funda el documento, ha sufrido un incremento, significativo en delitos de alto impacto, como homicidios, lesiones y narcomenudeo, de acuerdo a las cifras oficiales. De enero a julio de este año se han contabilizado 159 homicidios, 75 de ellos de carácter doloso. Además, en marzo pasado ocupamos el vergonzante segundo lugar con mayor incidencia delictiva en el país. Esto representa un aumento del 72.1% en comparación con 2022…
El pueblo de Aguascalientes exige eficacia a las autoridades locales, les exige alejarse de la banalidad, del supuesto estado blindado y le exige reconocer la crisis de inseguridad y los actos delictivos que se consuman a lo largo y ancho del territorio como una situación crítica que debe ser atendida de manera responsable.
Para desgracia de Aguascalientes, desde que asumió el poder la actual gobernadora Teresa Jiménez, repuntaron los delitos del fuero común y los homicidios dolosos, pero, a pesar de estos preocupantes datos, el gobierno local sólo ha exhibido una terrible indolencia y una profunda incapacidad que deja a la población en situación vulnerable.
La ineptitud, la corrupción, la omisión, la ausencia de investigación, la falta de inteligencia y la carencia de un enfoque social que atienda el problema de raíz, no pueden seguir siendo los ejes que sustenten el actuar de quienes están obligados a salvaguardar la integridad y el patrimonio de la población.
No podemos seguir postergando el bienestar y la seguridad de los aguascalentenses, concluye la senadora Ruvalcaba Gámez el zarandeo a la gobernadora Jiménez Esquivel.
Aguascalientes arde en Aguascalientes, en la Cámara de Senadores, también.
Porque alguien tiene que escribirlo: En los corrillos del palacio chico, sucursal del palacio grande, trasciende que el diputado federal Luis Enrique García López, alias Quique Galo, pudiera llegar a la Secretaría del Ayuntamiento del Aguascalientes.
Nada de raro tendría ese movimiento, porque el artífice de la Caja Negra del Congreso del Estado suele utilizar los cargos de elección popular para brincar inmediatamente a la administración pública.
De ese tamaño es la irresponsabilidad y falta de respeto del político panista a sus representados.
marigra1954@gmail.com
