38 Foro Internacional de Cine en la Cineteca Nacional

38 Foro Internacional de Cine en la Cineteca Nacional

El Foro Internacional de Cine nació en 1980 en la original Cineteca Nacional en Tlalpan y Churubusco. Un objetivo era exhibir películas con lenguajes novedosos, experimental, no convencional; con argumentos donde tratara temas que escaparan de lo usual, o tocaran cuestiones que aún a inicios de esa década eran complejos o menos aceptables para ciertas audiencias. Filmes que no embonaban en la Muestra y deberían ser vistos, conocidos por los cinéfilos, quienes sabían de su existencia por revistas, noticias. Si en las muestras se proyectaba el cine de directores prestigiosos y que habían sido galardonados en festivales de primera categoría, Cannes, Venecia, Berlín; el Foro presentaría lo de Locarno, Rotterdam, de cinematografías desconocidas entonces, o en espejo de la Quincena de Realizadores de Cannes -y divisiones similares creadas-, que justo había surgido con esas intenciones, así posteriormente algunos cineastas descubiertos en esas ventanas ascenderían a las secciones principales.

A 38 años, el Foro continúa con esas tendencias y propone un cine con difícil cabida fuera de esta programación, que fuera de la Cineteca apenas encuentra difusión, aunque hoy día con el video, internet, páginas piratas y rutas para habilidosos, es factible verlas antes de su estreno o en cuanto se proyecte en cualquier sitio.

Para este 2018 el Foro consta de catorce películas como es habitual, con filmes de realizadores de Lituania (Sharunas Barta), Rumania (Calin Peter Netzer), Alemania (Angela Shanelec), Suecia (Jens Asur), Francia (Véréna Paravel y Lucien Castaing Taylor), China (Liu Jian); seis producciones de Hispanoamérica, entre ellas una colombiana-ecuatoriana, otra de la región gallega de España, dos de México (“Ayer maravilla fui” y “Extraño pero verdadero”); dos ejemplos de cine de animación fuera del estilo infantil y hollywoodiano (“Virus tropical” y “Qué tengas un buen dìa”), y la recuperación en pantalla grande, 4k, del largometraje debut de David Lynch, Eraserhead (Cabeza de borrador, 1977), que podría haber integrado ese inaugural 1er Foro en 1980.

Una obra poco rutinaria en este 38 Foro es “Ojos de madera”, (Uruguay-Argentina-Venezuela) del uruguayo Roberto Suárez, codirección de Germán Tejeira, que tardaron diez años en completarla, después de lo cual Suárez ha señalado que no volverá a filmar, lo cual la hace doble o triplemente única.

“Ojos de madera” haría un bizarro e insondable programa doble con “Eraserhead”. Fotografiada en blanco y negro, representada en seis cortos capítulos anunciados con extraños dibujos alusivos y que complementan los títulos de cada uno y los créditos finales. Construida con planos fijos, mínimos diálogos, esencia surrealista, enigmática, de terror intrínseco, aguzado, perturbador.

Hilvana la existencia sombría de un niño, Víctor (Pedro Cruz), huérfano de madre, recluido mayormente en un departamento, silencioso como si fuera mudo, acompañante impávido de su tía, observador clandestino, alucinador de pesadillas y espectros cosechados en lo vivido.

Con la novela de Pinocho de referente lectura nocturna y alusión en la madera de los ojos y a la juguetería donde se disimulan confidencias, Víctor reconfigura lo que mira, tantea moverse y salir a la vida como el muñeco de Collodi; agarra estambre y agujas para tejer y en su límite para clausurarse la boca y prescindir de la voz, de sonidos, gemidos, estertores.

Lo visto y lo velado hilan las ansiedades con que se alimenta el niño, la matrona con pinta de bruja a quien agrede para vengar sus coros de pitonisa, las represiones y traumas flotando entre las paredes, las fotografías,

Emplazada atemporalmente, vestuarios y objetos que podrían ser de los 1950-60, automóviles de modelos del 30 y 40, para consumir zozobras en el pasado, el pavor del hospital y las medicaciones apiñadas en el protector bucal, la prefiguración de un asesino serial en la máscara de cara de cerdo y la cámara subjetiva.

El 38 Foro Internacional de Cine empieza funciones el 13 de julio en la Cineteca Nacional.

 

Leopoldo Villarello Cervantes

Leopoldo Villarello Cervantes

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