¿En serio vas a votar por Tere Jiménez?
Aquí entre nos, ahorita que no hay nadie alrededor, ya, en serio, en buena onda ¿De verdad piensas votar por la candidata del PRIAN (al PRD no lo cuento, porque nadie lo cuenta)? Pero de verdad, en confianza, entre cuates, si piensas votar por la señora? ¿por qué? ¿de verdad, cuéntame, por qué? ¿Qué ha hecho esta persona como para que quieras verla en el poder por otros seis años? ¿Y encargada de todo el estado, además?
Algo que me ha, no tanto sorprendido, pero si francamente defraudado, ha sido el lamentable estado de las campañas para gobernadora en Aguascalientes este año. ¿Por qué? Porque son exactamente iguales a la última campaña para gobernador, los mismos spots huecos, las mismas poses, vaya, hasta las mismas propuestas una y otra vez (¿cuántas veces hemos oído la propuesta de “apoyos para las mujeres”? ¿cuántas veces se puede prometer lo mismo sin cumplirlo?). Y la verdad, ya no deberíamos estar para aguantar semejantes tonterías. Para bien y para mal, hemos pasado los tres años más politizados de la vida de México por lo menos desde el 68, una enorme parte de la población nacional se ha metido en la discusión cotidiana de la política, a veces desde el desconocimiento o francamente desde el coraje, pero hemos opinado de todo; de aeropuertos, de vacunas, de feminismo, de ecología, de energía, de apoyos sociales, de política internacional, para desesperación de analistas e intelectuales que estaban acostumbrados a ser los únicos con voz para interpelar al “poder”. Todo el país se ha involucrado de lleno en las decisiones y el destino de la política, bueno, al parecer todo el país, menos Aguascalientes, aquí seguimos ensimismados en lo misma vieja historia.
Y en ningún caso es más dramático esto que en la campaña de la abanderada del PRIAN. Como en toda su carrera política, todo se reduce a una cuestión de gastar millones de pesos en imagen, en superficie, en fachada – en todos los sentidos del término – y absolutamente nada de fondo. Es normal, después de todo, les ha funcionado ya dos veces, bueno, eso y cantidades más bien ingentes de dinero para cooptación de votos, lo típico, pues. Que su campaña sea igual de mediocre que todas las anteriores, insisto, no debería sorprendernos, es para lo que le alcanza a su equipo, la mercadotecnia de supermercado es el límite de su imaginación, y saben, además, que no tienen absolutamente nada que mostrar después de cinco años de gobierno en la capital. Lo que me sorprende es que, al parecer, tanta gente siga queriendo repetir el error que ya cometió dos veces y volver a votar por alguien que, a todas luces (y luces caras, además), simplemente no cumplió con su cometido, !dos veces!
A veces, cuando estamos en medio de las elecciones, no tenemos todos los elementos que quisiéramos para poder hacer una decisión bien informada, y por eso en ocasiones nos vamos por la camiseta (“en mi familia siempre hemos votado por…”), por el carisma del o la candidata, por lo mal que nos cae el otro candidato, o – idealmente – porque algo en su plataforma de campaña nos parece interesante o atractivo. Pero cuando una de las candidatas ha tenido, no una, sino hasta dos elecciones previas en puestos de elección popular, tres de hecho en el caso de Jiménez, que además de ser dos veces presidenta municipal, es diputada federal. Es obligatorio meter el factor de su desempeño en esos puestos antes de poder volver a darle la confianza para otra responsabilidad. Al menos eso es lo que parecía ser lo racional y sensato en casos como estos.
Por eso, en serio, de manera honesta pregunto, ¿Qué hizo Tere Jiménez por el municipio de Aguascalientes? ¿Cuál fue esa gran obra que los está animando a volverle a dar el poder? ¿la pavimentación a medias con concreto hidráulico de parte del tercer anillo? ¿las bicicletas en renta que duraron dos años y después se desaparecieron por completo? ¿sacar a Veolia de la concesión del agua (ja,ja,ja)? ¿La innecesaria y mal hecha remodelación de la glorieta de la Purísima? ¿Qué? ¿los foquitos en la plaza principal? Si pudiéramos resumir los dos períodos de esta señora al frente de la presidencia municipal sería, en dos ideas: una falta total de visión de fondo y un amor desmedido por lo brillante y “vistoso”, eso es todo, pintar un cruce de peatones (en el centro), ponerle lucecitas reflejantes a una calle (del centro), poner un parabús coqueto, (en el centro), ponerle una horrendas cajas de plástico a la parte de afuera del mercado Terán (en el centro), un sistema de bicis públicas que funcionó (porque eran para el centro y casi para el norte, es decir, los dos lugares que no lo necesitaban). Una de las pocas cosas que se hicieron fuera del primer anillo, el internet gratuito en parques públicos, ya no funciona, al menos en los últimos seis espacios de este tipo en los que revisé.
Entonces, ¿por qué vas a votar por una candidata que, en el mejor de los casos fue ineficiente e incapaz durante su mandato, y en el peor, fue corrupta y ladrona? La onda de votar por la camiseta y de estar con tu equipo “aunque haga trampa” ya no va, ya no debería ir, por nosotros mismos, por nuestra propia dignidad y valor como personas, ya no deberíamos seguir haciendo esas tonterías. ¿Vas a votar porque te dijeron que si ganaba te iban, ahora sí, a dar ese minihueso que andas esperando desde hace rato? ¿porque le dijeron al primo de tu amigo que en esta sí le tocaba? ¿porque si no ya no te tocaba la despensa que anda repartiendo el equipo de la candidata? Eso lo entiendo, pero no lo justifico, ¿Es para todo lo que puede servir la política? ¿Para ver cuántas cachuchas y camisetas gratis obtienes, aunque tu calle vaya a seguir otros cinco años sin pavimento? ¿te parece un buen trato? Y no es hablar por hablar, la avenida que está cerca de mi casa (H. De Nacozari sur) tiene casi seis meses con uno de los sentidos pavimentado a la mitad, solo les alcanzó para ponerle a la mitad de la calle y la otra sigue repleta de baches, ¿eso vale la pena que tu jefe pueda juntar tus firmas para que a él le den un mejor hueso y, tal vez, te “jale” a tí para arriba?
O, peor aún, ¿vas a votar por ella porque, siguiendo el evangelio del señor Morales, tienes mucho miedo de que nos vayamos a “convertir en Zacatecas”? ¿en serio? Si el miedo pudiera llegar a ser una razón válida para votar o dejar de votar por alguien, habría que tener miedo más bien de no convertirnos en Guanajuato, que lleva por lo menos cuatro años siendo consistentemente el estado más violento y peligroso del país y que, como todo el país sabe, ha sido gobernado por el PRIAN desde tiempo casi cavernarios.
En el municipio de Aguascalientes, después de cinco años de Tere Jiménez, sigue habiendo comunidades y colonias, ya no digamos con baches, sino sin pavimento, sin drenaje, sin recolección de basura, sin iluminación, sin banquetas, pero eso sí, con foquitos de navidad en Plaza Patria. Todos podemos equivocarnos, al final de cuentas no es posible adivinar el futuro, pero equivocarnos una vez, volver a insistir en el error y querer hacerlo una tercera vez, ya no cae en el terreno del error, ya se instala de manera bastante firme en la irresponsabilidad.
Así que ¿En serio vas a votar por Tere Jiménez?