EL 8 M: Algo está cambiando…
La conmemoración del día internacional de la mujer en 2023, además de convertirse en un ejercicio de revisar agendas pendientes que la sociedad tiene con todas, me quiero permitir hacer una mirada sociológica de lo que ha sido y cómo ha evolucionado el movimiento de mujeres en México.
Una primer aproximación tiene que ver que a diferencia de otras épocas donde las manifestantes eran principalmente de activistas luchando por los derechos de las mujeres y militantes de izquierda, en la actualidad observamos mujeres de la sociedad, dicho con toda la complejidad de su concepto abstracto. Sin compromisos ideológicos o políticos la mayoría de ellas.
Otro rasgo importante y significativo es la edad de las participantes, son mujeres muy jóvenes; niñas, adolescentes de secundaria, de preparatoria que ya están siendo activas en la defensa de sus derechos, tal vez siguiendo los pasos de una madre, de una amiga o de alguien ausente que fue privada de la vida por su condición de mujer.
Otro grupo activo es de mujeres jóvenes de 20, 30 y 40 años de clase media, muchas de ellas profesionistas y activas económicamente.
Junto con ese caudal de mujeres jóvenes también se encuentran las madres, las abuelas y las tías que acompañan a las nuevas generaciones a hacer visibles sus derechos y que se conviertan en demandas.
Esa generación de mujeres jóvenes, van a hacer una transformación profunda porque desde una edad temprana visualizan y asumen como propia la necesidad de cosas que cambiar, y eso va a cambiar su mundo, el mundo de su familia y del microcosmos que habitan.
Se van a mover del lugar y no van a aceptar reproducir el papel que han jugado otras mujeres de la familia, va a ser difícil para ellas aceptar el papel de cuidadora de los enfermos o adultos mayores, de reducir su papel al ámbito privado- doméstico, dejando de lado sus aspiraciones y sueños.
Seamos prudentes observantes de estas transformaciones que no son menores porque el mover privilegios o acotar los espacios de poder de un mundo masculino puede generar a su vez un proceso de más violencia para tratar de aplastar esa conciencia de derechos de esas jóvenes mujeres.
Para que esa transformación pueda llevarse en las mejores condiciones posibles, requerimos de un esfuerzo colectivo donde las estructuras institucionales, las políticas públicas, y los esfuerzos interinstitucionales de gobiernos y sectores sociales, hagan mancuerna para que estos derechos no sean acallados con violencia de quien se niegue sistemáticamente a mantener privilegios a costa de otro ser humano que generalmente es una mujer. @normaglzz.
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