Aguascalientes: una contienda cerrada rumbo al 2027 empate técnico entre PAN y Morena

A más de dos años de las elecciones para la gubernatura de Aguascalientes, la más reciente encuesta de Massive Caller nos deja ver un escenario reñido, polarizado y aún con espacio para la sorpresa. Al parecer al electorado no le han pasado por alto los continuos escándalos de corrupción y falta de transparencia en el gobierno del Estado y municipios de Aguascalientes, escándalos de corrupción que incluyen instituciones como la Universidad Autónoma de Aguascalientes y aún no se aclaran.

Regresando a la encuesta: Los datos levantados el 30 de abril de 2025 muestran un empate técnico entre el Partido Acción Nacional (PAN), con 38.6% de intención de voto, y Morena, que alcanza 37.1%. El resto de los partidos —PRI, MC, PVEM y PT— aparecen en los márgenes, como actores secundarios en un tablero ya dominado por dos bloques antagónicos.

No obstante, más allá de las cifras, lo que esta encuesta refleja es una lucha simbólica por el futuro político del estado. Aguascalientes, bastión tradicional del panismo, parece resistirse a ceder ante el avance del movimiento obradorista o 4 T, pero tampoco se mantiene inalterable. El PAN conserva una ligera ventaja, pero ya no es la fortaleza inamovible que fue en otros sexenios. Morena, por su parte, ha aprendido a disputar con estrategia y rostro local: Arturo Ávila Anaya y Nora Ruvalcaba Gámez encabezan las preferencias internas, con 38.1% y 36.2% respectivamente, en una disputa que también parece empatarse con cada nueva medición.

En el PAN, el escenario no es muy distinto. Antonio Martín del Campo y Leonardo Montañez Castro representan las dos cartas más fuertes, con una leve ventaja para el primero. Martín del Campo lidera con 45.1% entre los simpatizantes panistas, aunque la disputa interna no está resuelta. La posibilidad de fracturas o negociaciones internas definirá la solidez de su candidatura. Aquí no basta con tener nombre: se necesita construir una narrativa que trascienda el aparato partidista.

Pero más allá de los nombres, un dato clave es la cantidad de personas que aún no define su voto: 9.8%. En un escenario tan cerrado, este porcentaje podría inclinar la balanza. También es revelador que, entre quienes simpatizan con el PAN o el PRI, el 56.2% aprueba una alianza electoral. Esta cifra, si bien mayoritaria, muestra que una coalición opositora no cuenta con un respaldo unánime: casi la mitad de los votantes tradicionales de esos partidos la ve con recelo. El fantasma del pragmatismo electoral sin principios sigue rondando.

Por otro lado, la metodología utilizada por Massive Caller no está exenta de críticas, ampliamente ya tratadas en esta columna. La encuesta se levantó mediante llamadas automatizadas (“robot”), con una tasa de rechazo del 95% y sin métodos de ponderación por variables sociodemográficas. Esto limita su representatividad y profundidad analítica. La fotografía que ofrece es momentánea, superficial y sujeta a sesgos de participación. No obstante, sigue siendo una herramienta útil para detectar tendencias generales, especialmente si se analiza su evolución mes con mes.

El tracking confirma que no hay sorpresas mayúsculas: PAN y Morena se han mantenido estables en los últimos tres meses, con movimientos menores. Lo que sí se observa es una paulatina disolución del PRI como fuerza competitiva por sí sola y un estancamiento de Movimiento Ciudadano.

Aguascalientes se encamina, pues, a una elección definida por los matices, no por los extremos. La competencia será cerrada, y los márgenes estrechos obligarán a los partidos a apostar por perfiles con arrastre real, discursos con credibilidad y alianzas que no solo sumen votos, sino que generen confianza ciudadana. El tiempo de las marcas automáticas ha terminado. La política local ya no es territorio de lealtades incondicionales, sino de convicciones frágiles y decisiones tardías.

Y en ese terreno movedizo, las campañas que logren hablarle a los indecisos sin menospreciar a su base serán las que marquen la diferencia. Aguascalientes está en disputa. Y esa es, en sí misma, una buena noticia para la democracia.

Índice de contenido

Resultados principales: tendencias y observaciones

a. Intención de voto para la gubernatura 2027:

PAN: 38.6%
MORENA: 37.1%
PRI: 4.5%
MC: 4.3%
PVEM, PT y otros: menor al 2%
Indecisos: 9.8%

El PAN y MORENA están en un empate técnico, con una diferencia de 1.5 puntos, dentro del margen de error. El PRI, que históricamente fue relevante, aparece relegado. Esto refuerza la lógica de polarización PAN-MORENA. MC y otros partidos mantienen presencia marginal.

b. Preferencia de candidatos dentro del PAN:

Antonio Martín del Campo lidera con 45.1%, seguido de Leonardo Montañez (35.3%).
Ambos mantienen una pugna constante en el tracking mensual, aunque Martín del Campo se ha mantenido a la cabeza.

c. Preferencia de candidatos dentro de MORENA:

Arturo Ávila Anaya (38.1%) aventaja ligeramente a Nora Ruvalcaba Gámez (36.2%).
Ruvalcaba ha mostrado una ligera caída desde febrero, mientras que Ávila ha subido en las mediciones.

d. Opinión sobre alianza PAN-PRI:

56.2% de los simpatizantes de PAN o PRI apoyan una alianza electoral, mientras que el 43.8% está en contra.
Esta división refleja tensiones internas en la base votante tradicional, especialmente considerando la distancia programática entre ambos partidos.