ALERTA CON LAS PENSIONES
Anticipo que tomo con reserva la versión de cortes laborales de trabajadores que, están a punto de alcanzar la jubilación por años trabajados y edad, para que el patrón evite que llegue al término de ese periodo y se ahorre no se cuánto dinero, recurriendo a impedir ese derecho, y proceda al despido, para así evitarse un costo mayor. Pero si es así, no es un tema que haya que dejarlo pasar, al contrario, hay de denunciarlo con toda firmeza.
Es una cuestión de justicia y congruencia respetar los derechos de los trabajadores. Sería inadmisible que la actual administración federal impulsase esta política bajo la mesa, a escondidas, “en lo oscurito”, como siempre lo señala López Obrador que subrayar lo que no deben hacerse o se manejen como políticas no oficiales pero si aplicadas en los hechos. Ninguna política ni visión de austeridad podría considerar esta práctica como parte de ella, ni siquiera la franciscana.
La austeridad que por cierto, nunca fue ni ha sido un planteamiento de la izquierda, implica la reducción de gastos suntuarios, inútiles o el adelgazamiento del personal no fundamental para la operación de las dependencias, como secretarios particulares, directores generales adjuntos, asesores en número excesivo o choferes, Pero cuando en aras de bajar el capítulo mil con esa visión entonces se recurre a otra alternativa, no la que se dice defender. Es lo mismo de no recurrir a los horarios compactados, que permitirían, ahorrar luz, utilización de líneas telefónicas, redes, papel, además de que permitirían abonar a la calidad de vida de los trabajadores.
Al contrario, en la lógica de la austeridad, plantear con cortes de los trabajadores que están a punto de la jubilación, implicaría una acción perversa e inhumana, en tanto no reconocería las decenas de años laborados por los trabajadores, que así, son mandados a su suerte en los últimos años de su vida y de los dependientes que todavía pudiesen tener.
Sería incongruente cuando el propio gobierno, en esa visión de reconocimiento a lo trabajado por toda la población, incluso por aquellos que carecen de seguridad social, ha impulsado el apoyo universal alimentario para adultos mayores, lo cual ha alcanzado ya el estatus Constitucional hace apenas unos días.
Esta medida precisamente surge como un acto de justicia para todos aquellos que laboraron toda su vida y que al término de ella, no cuentan con los ingresos suficientes para transcurrir con decoro y dignidad. Y si, es una obligación del Estado hacerlo. No por nada desde su implantación, en el periodo de López Obrador como Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal.
Esperemos entonces que el corte a los añosos trabajadores no sea una acción de doble cara, pues mientras se aplica un programa de beneficio social, reconocido y aceptado sin duda, en este caso hacia los adultos mayores, no se dé en contrapartida una medida antípoda contra trabajadores que, están a punto de proceder al retiro con pensión, situación frustrada por la aplicación del despido injustificado.
Hasta ahora han trascendido en los medios de comunicación los últimos días, dos casos que son necesarios señalar. El primero se está aplicando en algunas dependencias del INEGI y el segundo ha sido denunciado por la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas de Pemex (UNTyPP) en esta empresa paraestatal.
Los últimos señalados, que explícitamente subrayan su apoyo a la nueva administración y al Presidente López Obrador, no es suficiente eso para nodenunciar el hecho que ya en el mes de febrero pasado se exacerbó, al liquidar más de cien trabajadores petroleros en varias entidades de la República, algunos de ellos miembros de dicha organización sindical.
Contrastaría esta situación con medidas que al contrario se están implementando en varias dependencias federales, como es Salud y Educación, donde se ha anunciado por parte del Ejecutivo federal que, se basificará a la totalidad del personal, proceso que se llevará todo el actual sexenio.
En un gobierno que busca el bienestar social, que califica todo su proyecto en lo que se conoce como Cuarta Transformación, debiera considerar el sistema de pensiones como un rubro fundamental, a sabiendas de los altos costos que representa, más ahora que el cono poblacional va teniendo una cúspide chata, por la proclividad del aumento de los índices de vida y el avejentamiento de su sector de la población.
Por ello y sin dudas, de darse esta práctica por parte del gobierno, derivaría en una firme denuncia nuestra y el llamado a sumar esfuerzos para que pare esta injusta medida.
