El Bono Demográfico

De acuerdo con las proyecciones de población del CONAPO y del planteamiento de Ciro Murayama sobre el “Bono demográfico” en México, contemplándolo como una oportunidad histórica, única del primer cuarto de este Siglo XXI, para el crecimiento y el desarrollo, decimos: que la estructura por edades de los habitantes del país permitió que dos de cada tres personas estuvieran en edad productiva y no de dependencia. En otros momentos, la relación era inversa: había más gente, sobre todo niños, a la que había que atender que la que podía trabajar. “Sin embargo, esa gran oportunidad se ha desperdiciado: la economía no crece y no genera empleo. La economía le ha dado la espalda a la demografía”.
El índice de dependencia resulta de dividir a los menores de 15 años, más los mayores de 65, divididos entre los efectivos de entre 15 y 64 años considerados en edades productivas. Entre más dependientes y menos productivos el índice es mayor. Ahora, por el fenómeno del envejecimiento, las nuevas generaciones tendrán más dependientes adultos que hijos…
Ciro Murayama expone en su análisis que, si bien se tenían expectativas sobre las bondades que traería al país el “Bono Demográfico” en materia familiar y económica, en realidad esta ola de oportunidades no sólo no se presentó, sino que dejó un panorama más desolado.
Entre las conclusiones se tienen proporciones muy claras: La población durante las dos décadas creció un 22%; la población en edad de trabajar lo hizo en un 39%; la población económicamente activa PEA un 42% pero los efectivos con estudios de educación media y superior prácticamente se triplicaron.
Es decir que, no sólo hay más trabajadores: también están más preparados. En 2005 apenas uno de cada cuatro (24 por ciento) tenía estudios medio superiores y superiores; ahora son casi la mitad (45 por ciento). Hace dos décadas, uno de cada cinco trabajadores (21 por ciento) tenía la primaria incompleta; ahora es menos de uno por cada diez (8 por ciento). Mejoró el capital humano.
REPRESENTACIÓN ANIMADA DE LA TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA

Pasamos del estatus primero al segundo y estamos en tránsito hacia el tercero.
- La mala noticia es que en esos veinte años el PIB tuvo un crecimiento acumulado del 34 por ciento, un mediocre 1.7 por ciento al año.
- De los 18 millones de nuevos trabajadores, la mitad, 9 millones, no han tenido acceso a servicios de salud por su empleo; están en ocupaciones que no les ofrecen las prestaciones que la Constitución y las leyes laborales contemplan. Trabajan en la informalidad. La economía tuvo tan mal desempeño que no absorbió productivamente a la nueva mano de obra a pesar de ser más calificada.
- Si el bono demográfico fue de 13 millones y 9 millones engrosaron la informalidad, el 70 por ciento del bono se desperdició en tareas poco productivas.
El bono demográfico hace referencia a una fase en la que el balance entre las edades de una determinada población genera una oportunidad para el desarrollo. Este bono se traduce en beneficios reales para los jóvenes solo si se realizan inversiones en capital humano, sobre todo en educación y empleo.
Para el caso de Aguascalientes, y debido a su gran fecundidad de los años setenta, los aumentos en población, de efectivos en edades laborales y disponibles en la PEA, así como capital humano con mejores perfiles escolares, se multiplicó por encima de los valores nacionales.
Lamentablemente también este bono demográfico no fue del todo bien aprovechado. Hemos estado analizando en los últimos apuntes, qué tanto la pobreza laboral, como la informalidad y la falta de movilidad social se han apoderado tanto del país como de la mayoría de las entidades federativas, entre las que no somos la excepción. Las que sí se triplicaron fueron las remesas, lo que implica que nuestro bono demográfico de 100 mil efectivos fue a dar básicamente a los EEUU.
Un trabajador mexicano cobra seis veces más en EE UU que en su país. El salario promedio de un trabajador mexicano en EE UU, fue de 1,870 dólares al cierre del año pasado. El salario medio en México fue seis veces menor: 291 dólares mensuales, la remesa promedio mensual ha subido de los 300 a los 400 dólares mensuales.

Fuente: elaboración propia con datos de BANXICO remesas anuales 2004 2024