El elegido: el atentado contra Trotsky en México

El elegido: el atentado contra Trotsky en México

U

El film más prestigioso producido acerca de los atentados contra el líder ruso León Trostsky en nuestro país es “El asesinato de Trotsky” (The assassination of Trotsky, 1972), dirigida por Joseph Losey, con guion de Nicholas Mosley centrado en los incidentes de 1940, con un reparto internacional de altura: Alain Delon personificaba al criminal español, ahí llamado Frank Jackson (el alías de Ramón Mercader), Romy Schneider hacía de la novia de éste, Guita Samuels, Richard Burton encarnaba con sobriedad al revolucionario, y Valentina Cortese era su esposa Natalia.

En 2016, la coproducción hispano-mexicana “El elegido”, dirigida por Antonio Chavarrías, retoma el asunto desde la óptica de los preparativos para el ataque, con años de labor preliminar entre la URSS y los comunistas españoles, la selección del grupo encargado del golpe, la asociación de miembros de diversos países.

Lo redoblado es la fijación de comunistas contra Trotsky, la mano de Stalin y compañía, los incondicionales que tenían por medio mundo, el miedo a lo que les pasaría al fracasar; y adecuadamente, el papel ejercido por la policía secreta de México, ya desde esas épocas.

Al mexicano Alfonso Herrera le toca interpretar (nerviosa y artificiosamente, con puntos altos en la ejecución) a Ramón Mercader, a quien el destino le tendría dispuesto pasar a la Historia del lado negro, aleccionado por su madre Caridad (Elvira Mínguez) que le inoculó su ideología apenas entraba a la adolescencia.

El elegido” parte de la Guerra Civil en España, cuando los nacionalistas tomaban el control y se veía inminente la derrota de los republicanos. Caridad, aferrada comunista y embrutecida seguidora del régimen, dispone que su hijo se vaya a la URSS; todo el tiempo es manifiesto el dominio que tiene sobre él, con la finalidad de acondicionarlo para formar parte de una misión especial.

El lapso de entrenamiento condensa las técnicas usadas para curtir a sus agentes, a soportar interrogatorios violentos, golpizas, torturas; el aprendizaje de idiomas, comportamiento, su identidad; lo cual se patentizará en sus respuestas al ser apresado por la policía mexicana.

El guion con base histórica por Chavarrías, Dominic Harari y Teresa Pelegri, expone maniobras y procedimientos del aparato de espionaje soviético, armando células para las misiones, sin informar a los de abajo, sólo a las cabezas del grupo; con dilatada anticipación y agentes por doquier, administrando datos. Las escalas reguladas para Mercader, su mutación en Jacques Mornard.

Más de la mitad del metraje se desarrolla en México, en adecuadas ambientaciones y encuadres de mercados, restaurantes, cabarets, hoteles, por calles de la ciudad, el inmueble donde habitaba Trotsky y alrededores, la aparición de Alfaro Siqueiros y sus camaradas comunistas, quienes andaban en la conspiración y rechazaban que el gobierno le diera asilo al revolucionario. En ese contexto entra la policía y cuerpos de seguridad internos mexicanos, al tanto de que habría un atentado, vigilaban y sospechaban de nacionales y extranjeros, pero iban a la zaga de los planes soviéticos, parte porque andaban tras españoles.

El elegido” ilustra las marañas de ambos lados, la credulidad de la novia de Jackson/Mornard, cómo la pescaron en París y Brooklyn, se enamoró, le creía cada palabra de su empleo, su nacionalidad, su huida de Europa; y le allanó infiltrarse en la residencia de los Trotsky.

Apegados a la trama, el brutal crimen fue un plan “B”, extra, originado por el desastroso error en la incursión de un escuadrón que asaltó el inmueble, del cual el exlíder bolchevique salió ileso; esto apremió mayores medidas de seguridad y guardias. Se subraya los decretos emanados de Moscú, no dejar cabos, exterminar a quien se interpusiera, sin fijarse en amistades, probidad o lealtad al partido.

La fase decisiva tiene grado de buen “thriller”; se ratifica el poder de la mamá de Mercader en su vástago (con alguna conexión a los de El embajador del miedo), agarrada a la divisa de la trascendencia de su acción, de que le correspondía ese momento de gloria. Las dudas vencidas por él, la osadía de replicar la ejecución un día antes, los barruntos provocados en Natalia por su visita, la intuición del polaco a cargo de la protección; lo cerca que estuvieron de capturar al homicida, por un día, unas horas antes, excepto un detalle. La película esta disponible en Netflix.

Leopoldo Villarello Cervantes

Leopoldo Villarello Cervantes

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!