Imperialismo y colonialismo, temas vigentes

Imperialismo y colonialismo, temas vigentes

Cuando a fines del Siglo XIX, Lenin describió que el imperialismo era la fase superior de capitalismo, muchos estudiosos interpretaron que, por ser la fase superior, sería la fase final. El imperialismo, conforme a la interpretación de Lenin, era la manera en que los países capitalistas más avanzados obtenían de sus colonias mano de obra y materias primas baratas, así como mercados cautivos para la venta de sus mercancías.

Imagínense que, entre finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, uno de cada cuatro habitantes del mundo, vivían en territorios conquistados por la Corona Británica. Los ingleses llegaron a tener entre sus colonias, a China, a la India y a parte de lo que hoy es Estados Unidos de América, principalmente en la costa este, Massachusetts, New Hampshire, Rode Island, Connecticut, Nueva York, Nueva Jersey, Pennsylvania, Delaware, Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia. La India fue colonia británica de 1858 hasta 1947. En África, ocuparon a Egipto, Sudán, Kenia, Somalía, Nigeria, Rhodesia y Sudáfrica. En Asia, además de India, conquistaron a Pakistán, Birmania, Malasia, Borneo, Nueva Guinea y Singapur. Y a todo el continente de Oceanía (Australia y Nueva Zelanda). En China tuvieron la posesión de Hong Kong hasta 1997, año en el que entregaron ese territorio a la República Popular China.

Francia, por su parte, hizo sus colonias a Argelia, Túnez, Marruecos, África Occidental (Mauritania, Senegal, Sudán Francés, ahora Mali, Guinea, Camerún, Costa de Marfil, Niger, Alto Volta, ahora Burkina Faso y Dahomey, ahora Benín), Haití y varias islas más en el caribe, que son Guadalupe, Guayana, Martinica, San Bartolomé y San Martín. Mientras que en Asia, a mediados del siglo XIX, la Francia de Napoleón III se hizo del control de Vietnam, Camboya y Laos, creando así a la Indochina Francesa. Como parte de una estrategia imperialista, estableció un total de 4 protectorados y 1 colonia, con el objetivo de beneficiarse de los recursos de la región.

Cuando Alemania desarrolló a su economía en el último tercio del Siglo XIX, se dio cuenta de que ya todo el mundo estaba conquistado. Lenin enumeraba 5 características del Imperialismo, y una de ellas era que, el reparto del mundo había concluido.

Los ingleses principalmente, y también los franceses, tenían acaparado al mundo como parte de sus colonias, y de éstas obtenían casi gratis a trabajadores y a materias primas, para tramposamente fortalecer a su imperio. Alemania se vio obligado a declarar la guerra para ver que colonias obtenía, pero desafortunadamente para ellos perdieron esta y la siguiente guerra.

Por eso, en el marco de la Internacional Socialista, Lenin hizo el llamado a no participar en la primera guerra mundial, porque era una guerra imperialista y sólo estaban en disputa territorios e intereses de los grandes capitales, y ningún interés de los trabajadores. Sin embargo, los trabajadores se fueron a la guerra a defender sus banderas y a sus patrias y, como siempre, fueron los que más vidas ofrendaron.

Hoy, los intereses del imperialismo siguen totalmente vigentes. Los desplantes de Donald Trump por volver a apropiarse del Canal de Panamá, de sumar a Canadá a su territorio, de hacerse de Groenlandia con todas riquezas minerales que este territorio posee, de invadir a México so pretexto de perseguir a narcotraficantes, de querer apropiarse del petróleo del golfo de México y hasta cambiarle de nombre, y de cobrarse sus dos guerras de este siglo con las zonas mineras de Ucrania y con la rica Franja costera de Gaza, Palestina, corrobora que el imperialismo es el sistema dominante en el mundo, y nos abre la posibilidad de una nueva guerra mundial imperialista.

Nos obliga también a desempolvar nuestros viejos textos del imperialismo clásico, que nunca ha desaparecido, sino que se renueva con diferentes rostros. Un simple recuento de las intervenciones norteamericanas a lo largo del siglo pasado y del actual, para defender la “democracia” ha dejado una gran secuela de muerte y de terror. Afganistán, Guatemala 1954, Irak, etcétera, solo por mencionar algunos casos, demuestran que el interés imperial sigue viviendo entre nosotros.

Los intereses de los imperialistas están presentes en temas locales y cotidianos, desde: la mercadotecnia trasnculturalizadora; hasta la desaparición del seguro del desempleo en los países que lo tenían . Y está presente: en su presión por erradicar a los seguros médicos de tipo universal; donde existen, o de las trampas de los grandes centros comerciales por desplazar al comercio local de carácter social; entre otras decenas de ejemplos.

Lo que actualiza a Trump es la forma cínica, y ya no velada, de mostrar sus intereses.  Trump, en su afán de revivir los años de gloria económica del imperio gringo, muestra la cara real de los planes imperialistas que trae en mente, y ya se le puede aplicar el famoso dicho mexicano de que “los borrachos y los niños siempre dicen la verdad”.

velagj@economia.unam.mx

Joaquín H. Vela González

Joaquín H. Vela González

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