La formación empresarial en la era covidiana
[bctt tweet=»… también se sigue sufriendo con la falta de contacto social que de alguna manera ha trastocado el diario actuar.» username=»crisolhoy»]
En nuestros tiempos de incertidumbre se ha creado una salvaguarda del ser, de sus bienes materiales y de todo aquello que ama. Apertrechándose en su lecho familiar, o en su negocio propio, y es que desde un punto de vista freudiano ha logrado recurrir al origen. Por otro lado, también se sigue sufriendo con la falta de contacto social que de alguna manera ha trastocado el diario actuar. En este sentido la carencia de la formación presencial está detenida y parte del avance del sector empresarial –muy a pesar- de la enseñanza en línea. Luego de un año de conversión abrupta de ir de un espacio físico a un espacio virtual se ha demostrado que la generación de conocimientos tiene sus limitaciones en la modalidad a distancia.
Muchas empresas alrededor del mundo cerraron la llave de los presupuestos, en lo particular, para el área de capacitación. Sin dejar escapar a la formación de la alta dirección y los dueños de negocio pues casi desapareció esta. En el horizonte digital se encuentran universidades, institutos y agencias de capacitación de todo tipo, tamaño y calidad. Esta última condición ha prostituido aún más el mercado del conocimiento y por contraparte ha aproximado herramientas que no serían posibles en otro escenario económico mundial. Lo anterior también ha marcado una brecha entre quienes tienen la capacidad económica para soportar los cambios y la baja de ventas/ingresos respecto a todos los que se guarecieron en sus ahorros o salario diario.
La otra cara de la moneda que no se observa es la informalidad en la que miles de negocios cayeron o los que tenían una exigua administración ya de por sí dependiente de una persona o del fundador se sometieron a sus costumbres y pagar costos bajos por todos lados con el objeto de sobrevivir a la tempestad aun presente para muchos comercios y empresas.
La falta de estructura en una empresa da cuenta de la visión de quien la forma, y por estructura llamo a la organización de su pirámide como lo son la Asamblea de Accionistas, su Consejo de Administración y una Dirección General profesionalizada. Aquí se separan las empresas que funcionan por inercia versus las empresas que son intergeneracionales o pueden llegar a cotizar en Bolsa.
Un buen Consejo para empresas que son sanas financieramente hablando es acudir a un experto en Gobierno Corporativo, el cual haya tenido experiencia como Consejero Independiente y logré convencerle del valor de su intervención para mejorar y proyectar al futuro una versión profesional y con miras de crecimiento en un lugar jamás imaginado debido a la prisa de atender lo urgente frente a lo prioritario.