La independencia de Colombia por un florero
El 20 de julio es considerada por los colombianos como una de sus fechas cívicas más importantes. En la nación hermana se celebra en este día su “primer grito de independencia”, acontecido en 1810 en Santa Fe hoy Bogotá Colombia.
Como todas las colonias españolas de ultramar; Colombia, o mejor dicho en ese momento el Virreinato de Nueva Granada, no era la excepción en la discriminación de castas que desde la metrópoli Madrid se impuso como estrategia política de control poblacional. Con esta división artificial de las sociedades coloniales la élite española pretendía limitar el ascenso social y controlar a los individuos en ideas y actos que pudieran ser contrarias a los intereses de la corona española. Aunado a las condiciones de producción material y de propiedad que se mezclaron con las políticas de estancos y otros impuestos a la producción, que favorecían a los originarios de la península para tener mejores oportunidades y ventajas en las colonias que les permitía acumular capital y posición social.
Así llegamos al mito que siempre suele ser más hermoso que la realidad a lo acontecido en Colombia, ya que sumado a las condiciones de producción y malestar social la historia de bronce colombiana narra que su independencia fue originada por la pugna de un <<FLORERO>>.
Resulta que algunos criollos de aquellos años, contrarios al virrey Antonio José Amar y Borbón, buscaban un pretexto para romper con el representante de la monarquía y así solicitar a España la autorización de un gobierno local o al menos un nuevo Virey que pudiera estar más amable con las causas criollas.
El plan consistía en solicitar al comerciante español José González Llorente un <<Florero>>, para utilizarlo como decoración en la cena que organizaron en honor del comisario real Antonio Villavicenvio, quien confirmó su asistencia ya que era de su interes tratar de llegar a buenos términos con los inconformes. El comerciante José González Llorente, se negó a prestar su <<Florero>>, alegando que la pieza estaba maltratada y en mal estado. Los organizadores de la treta convocaron un tumulto en el Cabildo, que inicialmente tenia como grito de guerra «¡Están insultando a los americanos! ¡Queremos Junta! ¡Viva el Cabildo! ¡Abajo el mal gobierno!», con el fin de deslegitimar al virrey, pero la turba en masa se salió de control y estos gritos desencadenaron otros que retumbaron en los ecos de sueños de esperanza y de libertad, cambiando el deseo inicial de la creación de una Junta Local de Gobierno, por el de una patria propia.
Aunque la independencia definitiva de Colombia ocurrió tras la Batalla del Puente de Boyacá el 7 de agosto de 1819, ha quedado el evento del <<Florero de Llorente>> como el primer paso de lo que se considera el proceso independentista de la república. Así ha quedado entonces el mito del pleito por un florero como el iniciador de un proceso de independencia, por encima de las condiciones de exclusión y pobreza en que se encontraban los nativos del país.