La terca derecha
Por iniciativas no paran, por recursos, al parecer tampoco, persisten en minar todo lo que huela a progresismo, a lo cual identifican con el comunismo, aunque no sea estrictamente así. Ahora despliegan acciones coordinadas en lo internacional, donde el partido fascista español Vox, pareciera llevar la voz cantante.
Son quienes están detrás del Congreso Iberosfera 2022, que se llevó a cabo estos días en Monterrey, Nuevo León. Pretenden concretar en el país una fuerza política propia, en desamparo del PAN, a quien consideran tibio y timorato en la lucha anticomunista. Su radicalidad no dista del fanatismo e intolerancia con aquellos que n piensan igual que ellos.
Eso si, han tomado al PAN como entidad donde reclutan adeptos, los capacitan y ponen a trabajar en su proyecto desplegado en toda América Latina. El centro político está dado en la Carta de Madrid, que suscribieron en México algunos legisladores blanquiazules.
En este documento se menciona que, “una parte de la región está secuestrada por regímenes totalitarios de inspiración comunista, apoyados por el narcotráfico y terceros países. Todos ellos, bajo el paraguas del régimen cubano e iniciativas como el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, que se infiltran en los centros de poder para imponer su agenda ideológica.”
No solo es el comunismo y la izquierda a la que combaten, también lo son cualquier expresión de la sociedad de pensamiento abierto, como el feminismo, la comunidad LGBT, los grupos liberales, no mantenedores del statu quo ni de las tradiciones religiosas. También es columna vertebral de este tipo de agrupaciones, la discriminación y la xenofobia, que manifiestan y expresan de muy diversas formas, hasta hacer resurgir otra nefasta particularidad: la hipocresía.
Si bien no estuvo presente Santiago Abascal, ese personaje facho que le gusta portar un casco a la Hernán Cortés, con lo que podemos imaginar cuáles son sus aspiraciones para nuestro país y el resto del continente hacia el sur, si estuvieron otros personajes ultraconservadores, que alientan con su presencia a la reacción nacional.
Conforme pasen los días y las semanas de esta reunión realizada en la capital regiomontana, iremos viendo las repercusiones políticas de la misma, esperemos sean las menos, lo cual no solo es una aspiración, sino la certeza de que la derecha conservadora en nuestro país tiene afortunadamente poco eco.
Aun con ello no son tiempos de confiarse ni de apostarle al apoyo mayoritario que los mexicanos han mostrado para su actual gobierno. La persistencia del conservadurismo puede abrir hoyos al actual modelo que caracteriza lo que hoy es la 4T.
Se pueden multiplicar las organizaciones de la derecha conservadora mexicana. Se habla de que en la actualidad hay poco más de sesenta, de distinto tipo, características, radio de acción y grado de influencia. Todas ellas podrían buscar formas de coordinación y ahora, que pareciera que pueden correr los recursos a través de partidos como Vox, pegar en un solo sentido.
Tampoco podemos desdeñar su peso mediático, los periodistas y publicistas ganados para sus posiciones o su capacidad para desbordar las redes sociales. Aquí es donde han montado verdadera campaña de fomento del miedo. Al paso de los años aún está fresca aquel montaje de que AMLO era una amenaza para México.
La izquierda socialista debiera hacer lo mismo pero actuar en sentido contrario. Unirse, coordinarse, denunciar las acciones de la derecha y sus pretensiones. Dar la lucha de las ideas, convencer sobre los beneficios de un proceso real de democratización del país. Subrayar que país queremos y porqué no hay que voltear la vista atrás. La persistencia también debe estar de nuestra parte,
Se pregona mucho, hasta el hartazgo que somos diferentes, que no somos iguales. Entonces hay que demostrarlo con hechos, con acciones que lo evidencien y a la par, que desenmascaren al conservadurismo sobre su visión y calidad retrógrada, restrictiva.
Otro elemento ya lo hemos señalado, es la propuesta política, aquí también somos diferentes, podrán añorar el pasado, buscar volver a sus viejos ayeres, pero no han podido trazar una alternativa para el aquí y ahora. Pero nosotros tenemos la obligación de difundir nuestro proyecto, convencer y retroalimentarlo con las aspiraciones y demandas de los trabajadores.
Conforme avance el tiempo hacia 2024 y se vislumbre el relevo sexenal, se recrudecerá las acciones de la derecha y sus formas torcidas de hacer política, entre ello la guerra sucia, la cual también se tiene que contrarrestar con el antídoto de la consecuencia entre el decir y el hacer, la congruencia, la transparencia y la aplicación de la política de dar cuentas claras.
En algunos lugares de Europa la ultraderecha ha tenido algunos repuntes, casi siempre relacionados con errores manifiestos de los gobiernos en turno. A eso le apuestan y lo toman como un resquicio por el cual logran filtrarse y ganar terreno, que por la vía de la actividad cotidiana no pudiese alcanzar.
Aunque el golpe más duro recientemente recibido fue en Colombia, que había sido un baluarte de la derecha y aliado indiscutido del gobierno norteamericano, no por nada ese país había sido un apoyo indiscutido para la entreguista OEA, que esperemos que ahora también viva sus últimos años.
La permanencia e influencia de la derecha, está o no en lo que hagamos.
