ARRIBA Y ADELANTE

ARRIBA Y ADELANTE

Hace unos días murió el presidente Luis Echeverría Álvarez pocas semanas después de haber cumplido los cien años de edad. Echeverría fue un personaje clave en la vida del México moderno y un parteaguas entre el régimen príista de la postguera y su desarrollo proteccionista que propició el llamado “desarrollo estabilizador” y un intento inacabado de lograr la cuarta transformación del país, si encuentra alguna semejanza es que el régimen de Andres Manuel López Obrador se parece tanto, que la conclusión es que no lo hurta, se formó en él y ha repetido muchas de las actitudes, formas, discursos del “estilo personal de gobernar”, “activísimo, locuaz, mesiánico y tarado”.

Echeverría, con una memoria prodigiosa, una capacidad de trabajo impresionante y una inteligencia preclara, en todo ello si se distinguía del actual intentó transformar al país a partir de un cambio de mentalidad, una modificación de las estructuras aún las mentales y una modernización de la educación en todos sus niveles. Víctor Bravo Ahuja, su secretario de Educación encabezó la idea del presidente. La creación de los Conaleps, las secundarias y bachilleratos técnicos y técnicos agropecuarios, el sistema de Tecnológicos Regionales y el gran apoyo a las universidades que en Aguascalientes dió origen a nuestra universidad autónoma (por cierto ¿por qué nuestra universidad es benemérita y la UNAM no? Esos apodos salen sobrando). Un dato significativo, en seis años se invirtieron las cifras de inversión en educación entre la capital y las entidades federativas, del 60 al 40 en CdMx y en provincia del 40 al 60.

Echeverría fue acusado, juzgado y exonerado de genocidio, no obstante que en 1968 y en 1971, México aún no suscribía su adhesión a la Corte Penal Internacional y por lo tanto en nuestro país no era aplicable la no prescripción de esos delitos que, por otra parte tampo eran reconocidos por nuestra legislación. Merece la pena recordar (por cierto lo enfatizó AMLO en estos días) que el ejército sólo se mueve por orden presidencial. En su quinto informe Gustavo Díaz Ordaz asumió la responsabilidad personal de la reacción violenta cuando el movimiento del 68. En el jueves negro en 1971 no participó el ejército, sino un grupo denominado “halcones”, grupo represor del departamento del Distrito Federal. Sin embargo en la memoria colectiva su responsabilidad parece indelebe. No descansará en paz.

Es todo por hoy, hasta una próxima, si la hay.

 

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!