“LOS CRÍMENES DE LA ACADEMIA” (“THE PALE BLUE EYE” – NETFLIX) No solo el corazón delata.
A más de 120 años de su nacimiento es innegable la forma con que el mítico escritor Edgar Allan Poe ha permeado la cultura popular al punto de transformarse no sólo en constante modelo para la narrativa de misterio adaptando el oscuro lirismo de su prosa en numerosos textos y filmes a lo largo de cuatro generaciones sino también en un objeto de fascinación por sí mismo ante los tintes lúgubres y decadentes de su existencia en Baltimore, Maryland, lo que ha inspirado relatos y filmes donde se rescatan retazos de su vida incluyendo éste nuevo proyecto para Netflix titulado “Los Crímenes de la Academia”, definitivamente una de las cintas más logradas al respecto porque su director Scott Cooper (“Loco Corazón”, “Espíritus Ocultos”) aplica su ya probada técnica artesanal para madurar una historia preocupada por sus personajes y una narrativa robusta en referencias al autor de “El Cuervo” y “La Caída de la Casa Usher” pero al servicio de una trama rica en intrigas y complejos trazos emocionales.
El experimentado pero taciturno detective Augustus Landor (Christian Bale) es llamado por la Academia Militar West Point –la más antigua de los Estados Unidos-, en 1830, para esclarecer el aparente homicidio de un cadete llamado Leroy Fry cuyo cadáver además ha sido profanado al extraérsele el corazón mientras su cuerpo se encontraba en la morgue, situación que incomoda a los mandos de la institución ante la escabrosa imagen que esto proyecta en una sociedad norteamericana apenas adecuándose a la militarización de su sistema en la naciente República estadounidense. Durante su investigación, Landor descubre que en realidad se trata de un homicidio y cruza caminos con un joven soldado llamado Edgar Allan Poe (Harry Melling haciendo un trabajo estupendo) quien le sugiere que el perpetrador del crimen es un poeta como él ante las implicaciones simbólicas de la naturaleza del homicidio. Conforme las pesquisas de Landor llegan a callejones sin salida ante el muro de silencio que los cadetes le imponen, se asocia con Poe para que el futuro escritor realice indagaciones para descubrir al culpable, topándose con una familia con un antecesor que era cazador de brujas a la postre hechicero quien realizaba prácticas ocultistas que bien podrían seguir vigentes entre sus descendientes. Todo devendrá en una historia donde los secretos que guarda la Academia y el dúo protagónico serán la argamasa que mantendrá unida ésta trama de dramatismo y misterio.
El punto nodal en éste filme será la simbiosis emocional que entablan Landor y Poe, al revelar cómo ambos poseen un bagaje existencial a cuestas que les ha costado en vida social y personal, produciéndose una historia plena en intrigas pero con un andamiaje gótico que destila melancolía y pesadumbre sin caer en la oscuridad facilona.
Bale y Melling realizan una mancuerna formidable sostenida por sus excelentes actuaciones a la vez soportada por un formidable reparto de apoyo que incluye a Robert Duvall, Gillian Anderson y Timothy Spall y los matices intelectuales con los que los protagonistas operan encontrando incluso complemento entre ambos llevando una relación similar a la filial, mientras que el director Cooper delinea con meticulosidad una puesta en escena perpetuamente gélida y funesta ad hoc a la naturaleza de Poe, de quien encontraremos varios puntos de referencia a nivel textual y temático. “Los Crímenes de la Academia” (cuyo título en inglés que traducido sería “El Pálido Ojo Azul”, es una línea sustraída del inmortal relato “El Corazón Delator”) logra atrapar por su dedicada atención a un suspenso fino e inteligente que va a contrapelo a las pretensiones escapistas o de entretenimiento típicas del cine anglosajón. Muy recomendable aún si no se es aficionado a la literatura romántica-gótica de Poe.
Correo: corte-yqueda@hotmail.com
