Los destapados
El camino hacia el 2024 se está calentando. Lo que veremos en próximos meses muy probablemente serán tiros precisos para apuntalar los nombres de quienes buscarán estar en la boleta electoral. Por la parte del partido en el gobierno los perfiles están más que cantados y el de Claudia Sheinbaum es el que suena con más fuerza.
De hecho, de acuerdo con una medición realizada por Enkoll para El País y para W Radio, un 82% de los mexicanos votaría por la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México en la elección presidencial del veinticuatro. La misma encuesta señala que el partido del presidente se encuentra cuando menos diez puntos arriba del bloque opositor conformado por el PRI, el PAN y el PRD.
Aunque también suenan los nombres de Marcelo Ebrard y del Secretario de Gobierno Adán Augusto López, todo apunta a la jefa capitalina como la carta fuerte de López Obrador para asegurar la sucesión presidencial. La llegada del consultor y experto en comunicación digital, Antoni Gutiérrez-Rubí, al equipo de la mandataria se inserta en esta tesis.
Y mientras el camino de la Jefa de Gobierno se allana de forma clara hacia el 2024, en el lado de la oposición las cosas lucen confusas y atropelladas. El destape de la senadora Lilly Téllez y del gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, tras la plenaria de los Senadores del PAN en esa entidad, expresa una especie de desesperación de la dirigencia nacional por tener cuanto antes un nombre para competir.
Sin embargo, en ese afán de querer alcanzar a la jefa de Gobierno en la ruta electoral rumbo al veinticuatro, parecen desperdiciar la oportunidad de construir una candidatura de unidad que cuente con el más amplio respaldo social y que incluya a todos los partidos de oposición (excepto a Movimiento Ciudadano, cuyo dirigente nacional ha descartado ya la posibilidad de ir en alianza con el bloque opositor en 2024).
Lo cierto es que los “destapados” blanquiazules, aunque sin duda cuentan con reconocimiento y trayectoria, salen tarde y sin un proyecto político claro. Mientras la jefa de Gobierno de la CDMX representa la continuidad del lopezobradorismo, en la banca de enfrente no se percibe con claridad cuál es la oferta gubernamental para las y los mexicanos que no simpatizan con la 4T. Si lo único que tienen son nombres relevantes para intentar alcanzar a Claudia, la cosa se ve complicada.
Si nos vamos a los números fríos, el panorama luce peor. Según una encuesta de “México Elige” de marzo de 2022, entre la población general, un 17% de los mexicanos aprueba la candidatura de Lilly Téllez rumbo a la Presidencia de la República; mientras que el gobernador Mauricio Kuri (el otro destapado) apenas acumula un 4.1% de aceptación. Si lo vemos en contraste contra el 80% de los mexicanos que se inclinarían por la candidatura de Sheinbaum, la diferencia es abismal y el escenario luce desolador.
Y mientras la carrera por la Presidencia de la República sigue su curso y pocos temas parece mermar la popularidad y aceptación del proyecto morenista; en la oposición no se aprecia apertura alguna o intención de sumar a la sociedad civil en la construcción de un proyecto alternativo de gobierno frente a la “transformación” de López Obrador.
Pareciera que los partidos tradicionales no aprendieron nada de los procesos electorales del veintiuno y veintidós; en los que, aunque se diga lo contrario, Morena se ha consolidado como el partido hegemónico en nuestro país. Veremos cómo trascienden los destapados en ese horizonte.