Marco Antonio Muñiz: El lujo de México
[bctt tweet=»Finalmente, siempre de la mano de Rubén Fuentes, grabó su primer disco como solista que incluía, por supuesto, Luz y sombra, y Escándalo, también de Fuentes. » username=»crisolhoy»]
Marco Antonio Muñiz: uno de los grandes cantantes de México
Me enfrento a una tarea que se antoja complicada: resumir en pocas líneas una carrera siempre exitosa de más de 70 años, sin dejarme en el tintero nada de lo importante que ha hecho este personaje que más que lujo, es un emblema de la música romántica en México, Venezuela, Puerto Rico, y otros países que supo conquistar en su larga carrera, ya con los 3 Ases, ya como solista.
Todo comienza en una conjunción de números 3, en Guadalajara, Jal. El 3 del 3 del 33, es decir, marzo 3 de 1933, nace Marco Antonio Muñiz Vega.
Se inicia como parte de un coro de iglesia en su natal Guadalajara, y el 3 de enero –nuevamente el 3–, se traslada a Ciudad Juárez para debutar el día 7 en el Teatro Casino. Todo hacía suponer que el viaje lo realizaría en compañía de su padre, pero una vez en el tren que los habría de llevar, el padre le dice al pequeño Marco que va a saludar a unas personas. Cuando el tren inicia la marcha, Muñiz ve a través de la ventanilla a su padre que le despide. Entendió que debía luchar solo y para sí mismo. Todavía sin esencia musical propia, pasa por varias etapas. Luego de su cumpleaños número 13 que pasa completamente solo, decide regresar a la Perla Tapatía en noviembre de 1946.
Cuando no se tiene estilo propio, ni nombre, ni experiencia, hay que tocar puertas y, como se dice, picar piedra. Cantando a veces en cabarets, o en prostíbulos, que no le proporcionaban lo suficiente para vivir, así se ve obligado a combinar el canto con el oficio de panadero y hasta joyero. Logra ser aceptado como vocalista suplente de conjunto tropical “Veracruz”, y por comentarios de sus compañeros, se despierta en él la ilusión de conocer el DF y presentarse en la catedral de la radio: la XEW. Cuando al fin logra su sueño de conocer la capital, llega en efecto a la XEW, pero sólo para ver de cerca a sus artistas. Un mes después regresa por segunda vez a su tierra y es reintegrado al conjunto “Veracruz”, y en 1951 vuelve a intentar conquistar al DF esta vez con éxito, pero no sin mucho esfuerzo.
En sus andanzas llega a la casa de Graciela Olmos, una señora que regenteaba una casa non sancta conocida como La Bandida. Ahí conoce a Juan Neri y a Héctor González quienes tocaban en el Trío Culiacán. Un día falta la tercera voz y Marco Antonio se ofrece para suplirlo, mintiéndoles diciendo que tocaba la guitarra; tarde se dieron cuenta que no era así, de modo que le proporcionaron un par de maracas para salir del paso. A Neri y González les gustó el estilo de Muñiz y lo integraron en definitiva al trío que luego de pocos triunfos y muchos más fracasos, los contrató una disquera que les sugirió cambiaran el nombre al grupo, y así surgió uno de los tríos más famosos de entonces: Los 3 Ases. Luego de muchos y variados éxitos, y luego de 8 discos LP grabados, el alcoholismo de Juan Neri, aunado a la inquietud de solista de Muñiz, hizo que éste dejara la agrupación e iniciara de nuevo la lucha por sobresalir. Encontró el apoyo ideal y definitivo en Rubén Fuentes, que estuvo siempre detrás de cada paso que dio Marco Antonio.
Por ese tiempo trabajaba como partiquino en el Teatro Blanquita, así que ya actuaba de patiño de los cómicos de la época, o salía en los grupos de baile que vestían las actuaciones de la tiples ya consagradas, etc. Gracias a esto, el empresario le permitía cantar una canción: Luz y sombra, de Rubén Fuentes, que era la única que sabía acompañarse en la guitarra. Noche tras noche, Luz y sombra y a la noche siguiente: Luz y sombra. El empresario le llamó un día y le dijo:
––O te aprendes otra, o se acabó.
Así lo hizo. Una noche llegó con una nueva canción aprendida. Cuando la estaba cantando, el respetable le empezó a chiflar… ¡Pidiéndole Luz y sombra!
Finalmente, siempre de la mano de Rubén Fuentes, grabó su primer disco como solista que incluía, por supuesto, Luz y sombra, y Escándalo, también de Fuentes.
Marco Antonio Muñiz ya había visitado la isla del encanto Puerto Rico con los 3 Ases, de manera que le fue muy sencillo conquistar a ese público en su faceta de solista, y comenzó un romance con los Puertorriqueños que duró hasta 2015 en que dio su último concierto en la isla, y luego de ir a hacer temporada año con año, salvo un año en que estuvo retirado de los escenarios por una lesión en un pie. Quizá por la constancia de Marco Antonio en Puerto Rico, quizá por su cariño por ella, por lo que fuese, Muñiz tiene muchos y buenos amigos por allá, una familia de ellos, coincidentemente también de apellido Muñiz pero sin parentesco alguno, pusieron por nombre a su hijo Marco Antonio, como homenaje al artista mexicano, que resultó ser también Muñiz; también es cantante y para diferenciarse, se hace llamar: Marc Anthony.
Venezuela es otro país que Marco Antonio Muñiz hizo suyo, al grado de que ahí grabó algunos discos LP que no se comercializaron en México, y el mismo caso se repitió en Argentina.
Pocos saben que el concepto de Rondalla, esto es un grupo numeroso de voces y guitarras, se lo debemos a Marco Antonio Muñiz. Siendo Presidente de México Adolfo López Mateos, iba a recibir en Guadalajara la visita de una Reina de las monarquías europeas, y entonces le pidió a Muñiz que preparase algo “muy especial” para la visitante. A Muñiz se le ocurrió juntar a todos los tríos que pudo encontrar en Guadalajara, y así nació La Rondalla Tapatía, que grabó dos discos con Muñiz, y luego La Rondalla, ya sin el cantante, hizo otras grabaciones.
Dotado de una voz de barítono, la experiencia con Los 3 Ases, ya que lo mismo hacía de primera voz que de tercera, o solista, le proporcionaron un rango vocal muy amplio, que no dudaba en lucir cantando notas muy graves en sus canciones. Además de ser un cantante muy cuidadoso de su voz –vocalización diaria–, era muy cuidadoso también de su presencia. Se sabe que una vez vestido el traje que usaría en su presentación en turno, ya no se sentaba siquiera, para no arrugar el pantalón. Cuando cantaba en algún programa mañanero, desde una hora antes se le veía en el camerino calentando la voz, ya que a Marco Antonio Muñiz muy contadas ocasiones se le vio haciendo Playback, y eso por verdadera necesidad técnica.
Muchos son los éxitos que cobijaron a quien el periodista Mario Riaño bautizó como “El lujo de México”: El Despertar, La Bikina, Adelante, Luz y sombra, Incontenible, Escándalo, todas de Rubén Fuentes, Quiero abrazarte tanto, De lo que te has perdido, La noche de tu partida, Lamento Borincano, y cientos más, pero sin duda la que más lo identifica es Por Amor.
Aunque Marco Antonio Muñiz siempre ha dicho que la actuación era algo que le gustaba mucho, sólo fue llamado para hacer 6 películas con un papel importante, aunque si contamos en las que aparece como extra o en apariciones especiales, sumó más de 20. Las principales son:
La bandida, con María Félix, Pedro Armendáriz y El Indio Fernández, en 1963.
La sonrisa de los pobres, en 1964
Me cansé de rogarle, en 1966
Muchachos impacientes, también de 1966
¡Ahí, madre!, con Los Polivoces, en 1970.
Tiempo y destiempo, en 1976
Retirado en definitiva de los escenarios desde 2017, ha coqueteado con la idea de un regreso que no creemos conveniente.
Su legado musical se extiende en sus hijos Jorge “Coque” Muñiz, Antonio Carlos Muñiz y su nieto Axel Muñiz, quien vocalmente no tiene nada que ver con el Lujo de México. Con menos reconocimiento pero con aceptable calidad vocal se mueve en los bares de México Rodolfo Muñiz, quien es hijo de Lázaro, hermano de Marco Antonio.
Marco Antonio Muñiz ha grabado junto con grandes artistas cantantes o no, y esos duetos están plasmados en un disco donde se le oye lo mismo con María Félix, que con Lola Beltrán, Lucha Villa, José Alfredo Jiménez, Armando Manzanero, Miguel Aceves Mejía, etc., y, por supuesto, la magnífica versión de “Tiempo”, (Letra de Renato Leduc y música de… sí, adivinó: de Rubén Fuentes) a dueto con José José.
A Marco Antonio Muñiz lo han acompañado en sus presentaciones en vivo varios músicos como Pedro Plascencia y Enrique Orozco, y en sus grabaciones ha sido acompañado por las orquestas de Chucho Ferrer, Chucho Zarzosa, o al piano por Mario Ruiz Armengol, y desde hace muchos años, tuvo el acompañamiento de coros de los hermanos Lomelí, tapatíos como Marco Antonio.
Larga vida al Maestro, lujo de México: Marco Antonio Muñiz.
