MEDIDA INÚTIL. BAJA DE LAS TASAS DE INTERÉS DE BANXICO.

MEDIDA INÚTIL. BAJA DE LAS TASAS DE INTERÉS DE BANXICO.

[bctt tweet=»El problema en México no es la tasa de referencia que impone el Banxico sino las gigantescas tasas de interés activas» username=»crisolhoy»]

 

El Banxico acaba de anunciar con bombo y platillo una reducción de la tasa de interés de referencia por la cantidad de un cuarto de punto. Es el primer ajuste que hace después de cinco años 

Esta medida se ha festinado como si fuese de importancia considerable para estimular el crecimiento de la economía interna y para defendernos de un muy posible estancamiento de la economía mundial o incluso, de una crisis de la misma. Yo tengo una presentación muy diferente y pienso que es una medida inútil que no tendrá ninguna consecuencia sobre la economía mexicana.

La tasa de interés de referencia que maneja el Banxico queda en 8%; lo cual es una tasa muy elevada en relación con las prevalecientes en Estados Unidos, en Europa y en muchos países asiáticos. La reducción de un punto de un cuarto de punto, no afecta nada este diferencial que sigue manteniéndose muy elevado. Si durante cinco años el Banxico no hizo nada por cambiar las tasas de interés de referencia, no solamente nadie se dio cuenta de este hecho sino que también, nada cambió ni para el estímulo de la economía ni tampoco frenar economía.

El problema en México no es la tasa de referencia que impone el Banxico sino las gigantescas tasas de interés activas (o sea las que cobran los bancos por los créditos que otorgan) y que son considerablemente más elevadas, no solamente que la tasa de interés de referencia del Banxico sino también las tasas de interés pasivas, es decir, las que pagan los bancos por los ahorros allí depositados. Aún suponiendo el caso de que los bancos repercutan en sus tasas de interés la misma cantidad de un cuarto de punto marcada por el Banxico, un cuarto de punto de reducción en las tasas de interés dada su gigantesca magnitud, no tendrá ninguna repercusión en la economía real; incluso en el supuesto caso de que los bancos redujesen la tasa de interés al doble de lo que hizo Banxico, es decir, en medio punto, se parte de niveles tan elevados que esta reducción significa muy poco o nada.

El problema en México es que las tasas de interés activas que cobran los bancos no corresponden para nada a las que hubiese si tuviéramos en México una relación competitiva entre los distintos bancos como es el caso Estados Unidos, Europa Japón y otros países; allí las tasas de interés activas son muy bajas dada la intensa competencia interbancaria. En México por el contrario, tenemos una oligarquía bancaria que no se hace competencia entre sí y que mantiene tasas de interés activas que son producto de un oligopolio efectivo que funciona en nuestro sistema bancario y financiero. Este hecho constituye un daño muy grave para nuestra economía y ha sido una de las causas del bajo crecimiento y el estancamiento actual, además de que propicia una distribución del ingreso muy desigual y favorece un rentismo de los sectores bancario y financiero a costa del resto de la economía.

Mientras no se haga nada en contra de este oligopolio bancario y bursátil (QUE ES UNO DE LOS CENTROS NODALES DEL NEOLIBERALISMO) seguiremos viviendo una economía de poco crecimiento y con mala distribución del ingreso. El Banxico, al igual que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, deberían cumplir su función de reguladores del mercado bancario y financiero, pero no se hace nada al respecto sino que, en la práctica, se apoya este oligopolio.

Agréguese el hecho de las enormes y totalmente injustificadas comisiones que cobran los bancos y sobre las cuales no se ha hecho absolutamente nada.

     El Banxico Sí tiene la facultad para regular las tasas de interés y las comisiones bancarias. Así lo establece un adendum al artículo 26 que rige al Banxico. Las funciones que tiene asignadas el Banxico se establecen en el artículo 3 de su ley. Pero no se por qué al segundo párrafo del artículo 26, se le agregan otras funciones más y esto se hace por decreto establecido en el 2010. Cuál es el decreto y quién lo promulga, no lo sé, pero son nuevas funciones que se establecen y que no se agregan al párrafo en que se establecen dichas funciones. Todo esto tiene el aroma de un “pegote” improvisado. En todo caso, este segundo párrafo dice lo siguiente:

“El Banco de México regulará las comisiones y tasas de interés, activas y pasivas, así como cualquier otro concepto de cobro de las operaciones celebradas por las entidades financieras con clientes. Para el ejercicio de dichas atribuciones el Banco de México podrá solicitar la opinión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros o de la Comisión Federal de Competencia y observará para estos fines lo dispuesto en la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros. (Adicionado mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 25 de mayo de 2010).”

    Esta regulación no está a criterio del Banxico, ES UNA OBLIGACIÓN QUE DEBE DE CUMPLIR. La pregunta es: ¿Qué ha hecho el Banxico para regular las tasas de interés activas (las que cobran los bancos) y, qué ha hecho para regular esas comisiones? Todo parece indicar que no ha hecho nada y si esto es así, se trata de una violación grave a su propia ley. Lo que haga, corresponde a su autonomía, pero es su obligación legal de hacer algo y explicarlo al público.

    La tasa de interés de referencia, que sí regula el Banxico, tiene influencia sobre la tasa de interés de los bonos gubernamentales y también sobre las tasas pasivas (las que paga el banco a sus ahorradores) pero poca o muy baja sobre las tasas activas y es su obligación regular las tasas activas. Éstas son gigantescas en México y aquí, el diferencial de tasas activas y pasivas es enorme y es muchas veces más del que se cobra en los países desarrollados; se trata de tasas que bien podrían llamárseles agiotistas. 

    Esto afecta sensiblemente al país, pues toda la industria, el comercio y la sociedad estamos pagando rentas enormes por servicios, que no son productivos. Es un rentismo que disminuye el mercado interno y conduce a bajos niveles de crecimiento y desempleo. Además, las enormes tasas de interés activas, no sólo son una enorme carga financiera para las empresas, comercios y público deudor, sino que hay que recordar que las tasas de interés son uno de los determinantes clave de la inversión y por tanto, son un freno a la misma. 

Todo ello afecta profundamente al crecimiento y al bienestar social. Por eso es muy grave el NO cumplimento de la obligación del Banxico de regular las tasas activas y las comisiones y, si el Banxico no cumple con su propia ley, no únicamente hay que juzgarlo por su incumplimiento, sino que hay que poner leyes extras para sanear este grave problema social. 

Es el Banxico el que no cumple con las leyes de su autonomía. Si me equivoco, el Banxico debe decir si ha cumplido con sus obligaciones regulatorias, qué y cómo lo ha hecho y aclare cuál ha sido la efectividad de sus actos regulatorios. Su autonomía no le quita la obligación de rendir cuentas a la sociedad.   

Juan Castaingts Teillery.  Profesor-Investigador UAM-I.

Juan Castaingts Teillery

Profesor Investigador UAM-I

Juan Castaingts Teillery

Profesor Investigador UAM-I

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