NI A UNOS NI A LOS OTROS
[bctt tweet=»“Coincidir no es sucumbir”» username=»crisolhoy»]
“Coincidir no es sucumbir”. Con esta frase el líder del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, René Juárez Cisneros, explicaba antes de la votación en la que se pretendía colocar a la Diputada Sauri Riancho en la Presidencia del organismo en el último año de la Legislatura, el acuerdo con Morena para que así se dieran las cosas, aún la pretensión del PT de disputar el cargo. Nadie se refirió en algún momento sobre su presunta sumisión al gobierno actual o del Presidente a su partido, por lo que estaba fuera de lugar el comentario.
Ya antes, tanto el PT como el PRI habían tenido que recurrir al chapulineo para alcanzar el número mínimo necesario para ubicarse como la tercera fuerza en la Cámara y con posibilidades de acceder al cargo. El segundo de los partidos era la tercera fuerza pero no llegaba al mínimo requerido.
El primer partido citado había recurrido a sumar a su grupo a cuatro legisladores: los cuestionados experredistas Héctor Serrano (operador de Miguel Ángel Mancera) y Mauricio Toledo, acusado de porro y anti 4T. Los otros dos fue uno del PES y otro de Morena. Este último se arrepintió pues de hacerlo podía haber puesto en entredicho la mayoría en la Cámara de Morena y con ello perder el control de la JUCOPO (Junta de Coordinación Política).
Por su parte el PRI había recurrido a otros cuatro diputados chapulines, en este caso provenientes del Partido de la Revolución Democrática, grupo en el cual iba el hermano del líder Chucho, Antonio Ortega Martínez. Con este paso, más el acuerdo con Morena, presuntamente tenían garantizada la cantidad necesaria para poder alcanzar las dos terceras partes de la votación. Pero al final, “el gozo se fue al pozo”.
Supongo que influyó en el resultado, la intervención en tribuna del diputado Gerardo Fernández Noroña, quien llamó a los legisladores de Morena a no votar la propuesta del PRI, a quienes acusó de ser francos opositores a la Cuarta Transformación, al contrario del PT, que se mantenía apoyándola. Seguramente a de haber tenido eco, en tanto Morena se dividió en tres bloques: una que votó por la propuesta priísta, otro que lo hizo por el PT y otro que se abstuvo. De tal manera que faltaron seis votos para alcanzar la mayoría calificada.
Antes de la sesión, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador había comentado el caso en la conferencia mañanera, subrayando la necesidad de que se siguiera la legalidad y el reglamento de la Cámara, dejando a un lado las formas poco éticas. Al respecto mencionó que, “no se trata de triunfar a toda costa sin escrúpulos morales de ninguna índole, (y afirmó que) no se debe maniobrar por cargos, con acciones que a todas luces son indebidas”. Casi de inmediato vendría la réplica de Fernández Noroña señalando que el Presidente se equivocaba.
Será hasta la sesión del sábado cinco de septiembre cuando se intente llegar a un acuerdo. Por lo pronto Fernández Noroña escribió en twitter, que él seguía vivo, con largos días por andar y cambiar la correlación a partir del sector de diputados morenistas que se abstuvieron en la votación.
Sea cual sea el resultado este sábado, ambos partidos (PRI y PT), más aquellos que les siguieron el juego actuaron mal. En ello coincido con López Obrador. Siguen atizando el fuego del desprestigio de los legisladores y políticos, más responsabilidad tienen aquellos que supuestamente se reivindican de izquierda, alejan todavía más la ética de la política, sobajan la investidura legislativa, comercializan el cargo, que se los prestó el electorado, no para que actuaran conforme de su interés.
Y aunque estos diputados muestren lo contrario, en la izquierda si somos diferentes a la derecha. Con hechos y congruencia lo debemos de demostrar siempre, pues es un rasgo distintivo de nuestra forma de vida y por tanto de actuar cotidianamente.
En lo personal si soy de la idea de que, cuando se tiene el poder, éste se ejerce, sin contemplaciones para la oposición, pero no recurriendo a las formas inadecuadas, irregulares y carentes de ética, como la derecha si aplica y profesa. Porque efectivamente somos distintos. También implica empujar para un solo lado, no divididos como ahora ocurrió. Esta es otra lección que debe aprender la Coordinación de Morena en la Cámara de Diputados, más en un escenario adverso que pueda darse con los resultados del año próximo, en la integración de la nueva Legislatura..