No dormirse en los laureles
Hace unos días, Manuel Clouthier Carrillo publicó un artículo sobre “Aguascalientes, tierra de oportunidades”, en el que entre otras cuestiones anunciaba su inversión inmobiliaria para la construcción de más de dos mil unidades (casas) en los terrenos de la Casa Leal, en Jesús María; después de un sencillo recuento histórico en donde mencionó la tradición vitivinícola de la región y su crisis en los años ochenta, señaló el crecimiento de la inversión extranjera particularmente en el sector automotriz a partir del gobierno de Otto Granados, su “extraordinaria planeación urbana”, y una de las principales ciudades en el Índice de Competitividad del IMCO. Al final mencionaba algunos de los grandes retos del estado: mantener los niveles históricos de seguridad y realizar inversiones en agua y energía eléctrica para atender las necesidades futuras. Para concluir: “Aguascalientes no debe dormirse en sus laureles”.
La visión empresarial de Clouthier efectivamente señaló algunas de las principales características referidas por el IMCO especialmente para la ciudad de Aguascalientes, sin embargo, bien vale la pena analizar el lugar de la ciudad de Aguascalientes en los diferentes subíndices integrados en este indicador en el comparativo nacional. Como hemos señalado en los anteriores artículos, con base en el Índice de Competitividad del IMCO para el estado en general y en términos comparativos de los últimos veinte años, el estado de Aguascalientes cayó de los primeros lugares al séptimo lugar, principalmente por el aumento de la pobreza en general y en particular de la “pobreza laboral”, así como por la falta de atención de los gobiernos de dos percepciones centrales de la ciudadanía como son la corrupción y la falta de libertad de expresión. Y concluimos con la necesidad de generar políticas sociales novedosas y creativas para que el estado no perdiera una oportunidad más.
En términos del mismo Índice de Competitividad (2023) para la ciudad especialmente, habría que señalar aspectos que el político/empresario Clouthier no se atrevió a señalar. Este Índice como sabemos está compuesto por 10 subíndice que abarcan desde el sistema de derecho hasta la innovación, pasando por la economía, el medio ambiente y la sociedad. En términos generales, la ciudad de Aguascalientes para 2023 cayó a la posición número 8 en ciudades de más de un millón de habitantes, por debajo de ciudades como Querétaro y Guadalajara con mayor cercanía, pero debajo también de Monterrey, Saltillo, Valle de México, Chihuahua y Mérida, quedando en una competitividad “media-alta”, pero tendiente a la “media-baja”. Cabe señalar que desde que existen estas mediciones la ciudad de Aguascalientes cayó de los primeros cinco lugares al nivel 7 y 8 en los últimos diez años, de tal manera que se trata de una tendencia sostenida que habría que reconocer.
Índice de Competitividad Urbana,
Por subíndices, 2023
Derecho |
Medio Ambiente |
Sociedad |
Sistema Político |
Gobierno |
Mercados de Trabajo |
Economía |
Infraestructura. |
Apertura Internacional |
Innovación | |
Ags |
4 |
1 |
8 |
5 |
6 |
11 |
11 |
16 |
14 |
14 |
Querétaro |
12 |
13 |
6 |
1 |
4 |
7 |
3 |
4 |
7 |
6 |
A nivel de subíndices vemos que particularmente en 2023 los de Infraestructura (lugar 16), Innovación (14) y Apertura Internacional (14) son los lugares más bajos, lo que significa un rezago en inversiones necesarias en sectores indispensables para el crecimiento económico como son telecomunicaciones y transporte, investigación y ciencia, y en turismo. Junto con ello, hay que señalar la pérdida de dinamismo en la economía (lugar 11), así como en mejores salarios de acuerdo al avance de la productividad (lugar 11 en mercado de trabajo). Indicadores por cierto que son claramente inferiores en comparación por ejemplo con la ciudad de Querétaro, por referir una ciudad relativamente comparable.
En síntesis, la ciudad de Aguascalientes ha perdido posiciones a nivel de competitividad, especialmente en sectores fundamentales como son telecomunicaciones e investigación y ciencia, lo cual ha repercutido en el dinamismo de la economía y bajos salarios. Agregado a las condiciones sociales en todo el estado, especialmente el crecimiento de la pobreza. Ciertamente el mismo indicador muestra a la ciudad en primer lugar en el medio ambiente, sobre todo en lo que tiene que ver con la capacidad de tratamiento de agua y el nulo número de declaratorias de desastres naturales y el cuarto lugar en la percepción de seguridad. Sin embargo, Aguascalientes efectivamente no puede dormirse en sus laureles.
Junto con Monterrey y Ciudad de México, Aguascalientes ha tenido un gran éxito en atracción de inversión extranjera, lo que puede significar una respuesta positiva a la nueva relocalización de las inversiones a nivel global. Sin embargo, es importante recordar que, entre los diferentes factores mencionados, la nueva economía requiere de mayores conexiones entre el conocimiento y los diferentes sectores productivos, por lo que la baja inversión en ciencia y tecnología se ha convertido ya en un obstáculo para el crecimiento en Aguascalientes. Tema que desarrollaré en el próximo artículo.